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La subida (o bajada) a los Montes de Málaga tiene varios problemas que solucionar cuanto antes. El primero de ellos ya se ha comentado alguna vez en esta sección, no obstante, pese a ser solucionado, ha vuelto a resurgir, desgraciadamente con más fuerza. Se trata de la calle Pérez Ayala, en la que hay un cartel bien grande a la par que deteriorado que avisa de que está «Prohibido arrojar residuos bajo multa». Es paradójico, pues lo hace encima de gran cantidad de escombros que hacen de la estampa una contradicción que enfada a los vecinos. No solo este es el problema, también lo es el estado de los alrededores de los quitamiedos, que tienen comida en descomposición desde hace meses: «La recogida de enseres es los domingos, estamos a lunes y nos queda una semana de ver cómo crece la basura en los aledaños de los contenedores», explica un lector habitual en conversaciones con este redactor.
Por otro lado, llegando a la zona de la calle Decano Ignacio Alamillo hay un problema mayor, esta vez relacionado con la movilidad. El 'stop' que hay en la zona para girar a la izquierda está borrado (parece que deteriorado por el calor y el paso del tiempo) por lo que los vehículos dudan de si pueden girar o no y esta misma confusión supone un peligro más que tangible para el tráfico y la movilidad de la zona.
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Es el turno de las administraciones, que deben tomar cartas en el asunto. Ambos problemas necesitan respuesta, no obstante, este segundo quizá sea de mayor urgencia, debido a que puede ocasionar accidentes si no se vuelve a reafirmar dicha señal.
Lo cuenta Elena, una vecina de la parte baja de Amador de los Ríos, una calle que se encuentra justo en el cruce con la avenida Juan Sebastián Elcano: «Tengo una madre muy mayor que cruza por este paso de peatones todos los días, justo en el semáforo del final de la calle. Tiene un gran surco que va paulatinamente convirtiéndose en una grieta grande que es susceptible de cualquier caída que para una persona mayor puede ser muy peligrosa. Rogamos que las administraciones reaccionen y arreglen esta parte de la calzada como han hecho con la zona de la calle España», comenta en su carta a esta sección.
Lo definen como «incomprensible». Los residentes de la zona de La Trinidad explican en declaraciones a SUR que la calzada del barrio está tangiblemente deteriorada: «La parte que está peor es la que linda con la avenida de La Rosaleda, que tiene varios surcos a la entrada muy peligrosos cuando vienes en moto. Nos hemos quejado de esta situación varias veces, incluso ya salió en esta sección el tema, pero hasta la fecha no ha habido cambios significativos, cosa que no entendemos», explica J.C., lector habitual de este periódico, a propósito de la situación en la zona.
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