El auge residencial y comercial que han experimentado en los últimos años las barriadas de El Romeral y El Cónsul contrasta con la existencia todavía en sus calles de torretas que sostienen cables de alta tensión procedentes de la subestación eléctrica de Los Ramos, en ... el Puerto de la Torre. Los vecinos y clientes de los numerosos negocios de hostelería que han abierto sus puertas en esta zona de la capital e ven obligados a convivir con la presencia de unos tendidos que han sido objeto de numerosas y repetidas críticas ciudadanas. Tras años de denuncias, por fin parece que el equipo de gobierno municipal va a tomar cartas en el asunto para hacer que desaparezcan del paisaje urbano las elevadas estructuras que sostienen los cables.
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La Gerencia Municipal de Urbanismo dispone ya de un proyecto para soterrarlos que cuantifica la operación en un total de 5,8 millones de euros para introducir bajo tierra un total de 3,8 kilómetros de tendidos eléctricos sustentados en 23 apoyos metálicos. El diseño del soterramiento de la línea aérea de alta tensión de 66 kilovoltios, con doble circuito unificado, que parte de la subestación de Los Ramos, enlaza con la de Visos y llega hasta la de Polígonos, para el que Urbanismo contrató a la empresa Elecnor, divide la actuación en tres fases a acometer en los próximos años.
La primera de ellas es la que corresponde a las zonas residenciales de El Romeral y El Cónsul. El nuevo trazado soterrado tendrá una longitud de 1.507 metros y supondrá desmontar 1.472 metros de tendido aéreo y nueve torretas, desde la calle Navarro Ledesma hasta más allá de las vías del metro, a la altura de la avenida de Jenofonte. Incluye, por lo tanto, la perforación subterránea dirigida que se llevará a cabo bajo el trazado del metro para llevar el tendido eléctrico hasta un nuevo apoyo situado a unos 37 metros del actual, y próximo a una nueva subestación eléctrica que está previsto construir en los terrenos de la ampliación del campus universitario de Teatinos y que está pendiente de la obtención de la licencia de obras, según se especifica en un informe de Endesa solicitado por Urbanismo.
Esta primera fase está presupuestada en 2.246.420 euros y se ha estimado un plazo de ejecución de 11 meses para su realización. No obstante, su inicio depende todavía de que el Ayuntamiento habilite la correspondiente partida presupuestaria para financiar los trabajos –no existe en los presupuestos de este año– y de que los saque a concurso para su contratación, trámites que podrían prolongarse durante varios meses.
Así, todo apunta a que no será hasta el año que viene cuando se iniciará esta actuación para hacer desaparecer las torres de alta tensión de las calles de la zona de El Romeral y El Cónsul. Fuentes municipales consultadas por este periódico aseguraron que la intención del equipo de gobierno es poder activar la contratación del proyecto redactado por el departamento de Arquitectura e Infraestructuras lo antes que sea posible para poder iniciarlo en 2019.
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La segunda fase del soterramiento de la alta tensión tendrá un trazado bastante apartado del aéreo actual. Arranca en el tramo de la avenida de Jenofonte que atraviesa los suelos de la ampliación del campus universitario y los bordea por el sur hasta cruzar la autovía delGuadalhorce por un vado existente bajo ésta. De este modo, pasa a los terrenos de la futura urbanización de Amoniaco. Esta fase, que tiene un longitud de 1.572 metros, supone desmontar 931 metros de tendido aéreo y cinco torretas existentes en la zona del polígono El Viso. Está valorada en 1,9 millones de euros y se ha estimado un plazo de 11 meses para su realización.
La tercera y última fase se inicia en los suelos de Amoniaco y sigue por un tramo de la avenida de Ortega y Gasset para tomar la carretera Azucarera Intelhorce hasta la subestación eléctrica Visos. El trazado soterrado tendrá una longitud de 948 metros y supondrá un coste de 1,6 millones de euros. Esta tercera etapa, que podría desarrollarse en un plazo de nueve meses, implicará desmontar 1.302 metros de cables aéreos y 11 apoyos que cruzan los suelos en los que se levantará la futura urbanización de Sánchez Blanca.
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Al coste de la operación para ejecutar las canalizaciones que permitirán el soterramiento de los cables de alta tensión en esta primera fase hay que sumar las actuaciones complementarias que el Ayuntamiento tendrá que desarrollar de común acuerdo con Endesa para adecuar la red eléctrica al nuevo trazado bajo tierra. Según se especifica en un documento remitido por Endesa a Urbanismo el pasado mes de abril, esas medidas adicionales, que tendría que costear el Consistorio, están cuantificadas en 228.750 euros.
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