La provincia se significó muy claramente a favor de la derrotada Soraya Sáenz de Santamaría, que en la primera vuelta logró el 71,5% de los votos de los militantes frente al 21,5% de Casado. El posicionamiento de la dirección, con su presidente Elías Bendodo a la cabeza, a favor de la exvicepresidenta del Gobierno provocó que la mayoría de los 101 compromisarios malagueños fueran afines a la aspirante.
Las cifras varían en función a quién se le pregunte: los sorayistas hablan de un respaldo del 95% de los delegados de Málaga y los casadistas, situaban en un principio ese apoyo en un 20%, que, según sus datos, subió hasta un 40%. Pero es complicado de confirmar porque la lista de compromisarios no se ha publicado, algunos de ellos no quieren desvelar el sentido de su apoyo y siempre está presente el voto oculto (posicionarse a favor de uno y votar por el contrario) y, a toro pasado, apuntarse al caballo ganador.
Lo que sí está claro es que previamente la mayoría de los cargos públicos de la provincia se decantaron a favor de Soraya Sáenz de Santamaría. Así lo hizo el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, y su homólogo en Andalucía, el malagueño Juanma Moreno. También se posicionaron a favor de la exvicepresidenta del Gobierno los cuatro diputados en el Congreso: Celia Villalobos, Carolina España, Avelino Barrionuevo y Ángel González; los senadores Manuel Marmolejo y Ángeles Muñoz (ésta, a su vez, alcaldesa de Marbella); los parlamentarios andaluces Mariví Romero, Félix Romero y Patricia Navarro; los alcaldes de grandes ciudades Ana Mula (Fuengirola), Francisco Salado (Rincón), Manuel Barón (Antequera), Joaquín Villanova (Alhaurín de la Torre) y Toñi Ledesma (Alhaurín el Grande); y los portavoces en ciudades de más de 20.000 habitantes Víctor González (Benalmádena), Margarita del Cid (Torremolinos) y Mari Paz Fernández (Ronda).
Por su parte, con Pablo Casado han estado alineados de forma clara la parlamentaria autonómica y exalcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña; el senador Joaquín Ramírez, el exsubdelegado del Gobierno Carlos Rubio, los alcaldes Francisco de la Torre (capital) y Coín (Fernando Fernández); el exalcalde de Nerja y diputado provincial José Alberto Armijo; el portavoz en Vélez y diputado provincial, Francisco Delgado Bonilla; y el exparlamentario autonómico Miguel Ángel Ruiz.
En el caso de José María García Urbano, que en la primera fase apoyó a María Dolores de Cospedal, no se pronunció sobre su respaldo en la segunda fase, aunque algunas fuentes apunta a que lo hizo por Sáenz de Santamaría. El portavoz del PPen Mijas, Ángel Nozal, no quiso desvelar a quién votó, como tampoco lo quisieron hacer los ediles de la capital Teresa Porras y José del Río. En la Casona del Parque, la mayoría apoyaron a la candidata derrotada y sólo Francisco Pomares se alineó públicamente con Pablo Casado.
Una vez pasado el cónclave, todos coinciden en que es el momento de la unidad y los sorayistas ya proclaman que son casadistas. A pesar de estas declaraciones, aún laten ciertas asperezas, fruto de viejas rencillas, y en algunos sectores del partido no han gustado las declaraciones de Francisco de la Torre cargando contra la dirección provincial –algunas fuentes apuntan que detrás latiría un intento de que Bendodo no fuera como dos en su lista para las municipales– ni las declaraciones de Oña en las que lanzó una pulla a Celia Villalobos y aludió a los años de fracaso del PPen Andalucía. La sombra del congreso amenaza con ser alargada.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.