El Soho del terror

Una decena de locales se han animado además a participar en un concurso de escaparates organizado por la asociación de comerciantes del barrio y gracias al cual se han repartido numerosos premios. La originalidad de este certamen es que se ha elaborado una especie de pasaporte para que todos los visitantes sepan cuáles son los locales participantes y que el ganador ha sido elegido por los propios clientes.

El ganador del concurso ha sido el establecimiento de Pelucas Paco, en la calle Martínez Campos número 6, que ha decorado su escaparate con cabezas de maniquí terroríficas pintadas por los propios trabajadores y arañas. Carmen, Ana y Moisés han sido los encargados de dar vida a un escaparate que no pasa desapercibido para nadie. «Todo el mundo se para a hacerle fotos», presumen. Añaden que esta iniciativa también les ha permitido dar a conocer el negocio. «Quien no nos conocía, al pararse ya nos ha preguntado por lo que ofrecemos», apunta Moisés.

El segundo puesto ha sido para Soho Bike JMA, en la calle Córdoba, que desde hace unos días ha colocado una enorme araña en el techo de la tienda y ha decorado todo el interior con cabezas de muertos vivientes y telas de araña. Su propietario, Zura Chkhatlia, quería «que la gente alucinara cuando entrara a la tienda», y desde luego lo ha conseguido.

En tercer lugar ha quedado Oyster Vintage, en la calle Tomás Heredia, que también tematizado toda la entrada de la tienda. En su caso han colocado una cabeza terrorífica hecha a mano sobre el techo y numerosas piernas ensangrentadas por los alrededores. Sus propietarios, los ciudadanos estonios Harri Tiidus y Veronika Vallimäe-Tiidus rescataron todas las piernas abandonadas de un descampado y las han tematizado para la ocasión. La cantidad de fotos de las que han sido protagonistas muestran la calidad de su performance.

La decoración de Elite Café, en la calle Vendeja, también ha resultado muy original y llamativa, aunque en esta ocasión no ha logrado ninguno de los premios. En el interior de la cafetería hay calabazas, fantasmas y telas de araña, aunque su signo de distinción son las tartas con formas terroríficas y ojos que ofrecen a los clientes más valientes. «La tematización nos ayuda a contar con nuevos clientes», resumen.

Algo menos terrorífico, aunque con más sentimiento, es el altar de muertos que ha montado la cantina Niña Bonita, en la calle Martínez Campos. En el interior del restaurante han montado un altar decorado con fruta fresca, telas y artesanía autóctona mexicana. Además, durante estos días servirán ponche y pan de muertos a todos los visitantes.

Uno de los impulsores del concurso de escaparates ha sido la Filatelia Carrasquilla, que también se ha tematizado para la ocasión con fantasmas y calaveras. Ubicado en la calle Tomás Heredia, los propietarios del establecimiento prevén acudir disfrazados durante los próximos días para incentivar la actividad comercial. Ellos también participaron en la fiesta de Halloween celebrada el pasado sábado, que resultó «todo un éxito porque participaron muchas personas».