Los socios de El Candado aprueban seguir adelante con la ampliación del puerto

El presidente en funciones del Club El Candado, José Miguel Arregui, explicó a SUR que se ha elegido un nuevo consejo de administración «que va a retomar la posible ampliación, por mandato de la junta general». Por tanto, se va a seguir trabajando, con el apoyo de un gabinete jurídico especializado, «para no tener problemas de ningún tipo». Y reiteró: «Se va a seguir avanzando sobre el proyecto, que a todos nos ha parecido bien: no ha habido oposición de nadie, absoluto consenso para elaborar el documento necesario para que el promotor pueda avanzar».

Ese documento será un borrador de convenio marco de intenciones con la empresa promotora, que ya está bastante avanzado. «Es darle las últimas vueltas y retoques para que esté todo claro jurídicamente, para que la empresa pueda empezar a hacer gestiones y a ver si sale adelante, todo el mundo está ilusionado».

Si finalmente supera los trámites ambientales y de Costas, la nueva marina deportiva tendría capacidad para 1.200 embarcaciones (unas 400 en marina seca), y una zona comercial de unos 30.000 metros cuadrados.

El proyecto lleva más de un año gestándose por parte de unos inversores externos al club, y retoma la propuesta de ampliación del puerto deportivo reflejada en el vigente PGOU de Málaga, que no ha podido desarrollarse hasta ahora. Hace una década, la Junta de Andalucía rechazó una idea similar (aunque no hubo contestación oficial) con el argumento de que supondría la desaparición de la cala del Candado Beach, y alteraría la dinámica de las corrientes marinas, lo que podría dañar la cercana playa del Chanquete.

La desaparición de esa cala persiste en el nuevo proyecto, aunque los promotores aseguran que es más cuidadoso con los flujos marinos, y se desarrolla en el espacio situado hacia el este del actual puerto deportivo, adosado al eje de la antigua N-340. Así lo explicó a SUR el arquitecto José Manuel García Pérez, uno de los impulsores de esta actuación, quien confió en que esta vez haya un posicionamiento favorable de la administración autonómica hacia la propuesta, tras la que se encuentra el veterano empresario Antonio Martín Criado, que fue presidente de la Cámara de Comercio entre 1987 y 1998.

Una vez que se ha obtenido el visto bueno de la junta general de la sociedad que explota el puerto deportivo actual, con unos 300 amarres, lo que se plantea ahora es que esta –a través de la firma de un protocolo de intenciones– dé el visto bueno para que una sociedad de Martín Criado inicie los trámites urbanísticos para modificar el PGOU, de forma que el plan especial previsto para la ampliación del puerto deportivo se ajuste a los parámetros del proyecto de más de un millar de atraques que se quiere desarrollar, con capacidad para embarcaciones de hasta 40 metros de eslora.

La financiación de la operación, valorada en unos 200 millones de euros, no caería sobre el club, sino sobre la sociedad que se compromete a asumir las obras y a renovar y mantener los actuales atraques en manos del club, que podría seguir gestionando de forma independiente sus instalaciones una vez reformadas y ampliadas. Como contrapartidas, el compromiso es ejecutar 300 amarres para embarcaciones de diez a veinte metros, más cien de ocho metros en marina seca; un aparcamiento subterráneo de 140 plazas y edificios para oficinas, salón de eventos y restaurante. Así como una piscina con agua del mar de 20 por 50 metros, y una instalación fotovoltaica para cubrir el consumo eléctrico de todas las instalaciones en manos del club.

Asimismo, se ha planeado que la promotora a cargo de la ampliación del puerto habilite unos puntos de amarre en una primera fase de las obras de recrecimiento, de forma que siempre estén disponibles las plazas para las actuales embarcaciones de los socios. Una vez que se renueve el puerto actual, esas embarcaciones se trasladarían a los atraques definitivos, que seguirían siendo gestionadas por la misma entidad.

A cambio, la promotora se quedaría con la concesión de todo el puerto deportivo (una vez que sus actuales instalaciones hayan sido renovadas y ampliadas) y gestionaría los nuevos atraques y las zonas comerciales. Además, solicitará una ampliación del plazo actual de concesión del puerto, que expira en el año 2042 (se podría ampliar hasta 2056 si se hacen mejoras en las instalaciones), para hacer más atractiva la operación a los inversores que ya se han interesado por ella.

En concreto, según las fuentes consultadas, hay un fondo árabe que estaría dispuesto a respaldar la financiación y gestión de este gran proyecto náutico, por el que también se habrían interesado responsables del banco Santander. Ahora, para que esta operación urbanística y portuaria pueda salir adelante requiere de los informes positivos de la Dirección General de la Costa y el Mar, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica; y de la Junta de Andalucía, que hasta ahora se ha mostrado reacia.