La situación de la calle Deva necesita ayuda y limpieza

Hay calles dentro del distrito Palma-Palmilla que necesitan de manera urgente una intervención por parte de las administraciones. «Ayuda, pero sobre todo limpieza» explican algunos vecinos resignados que se ponen en contacto con esta sección. Una de ellas, la que más sufre a día de hoy el incivismo y la acumulación de basura es la calle Deva, en la que, como se puede apreciar en las fotografías que acompañan a esta noticia, hay cajas, bolsas, mobiliario e incluso comida en descomposición alrededor de los contenedores.

El problema, aparte de que esta acumulación de basura atrae a ratas e insectos, es que la insalubridad y los malos olores entran de lleno en las viviendas más bajas de los bloques colindantes, algo que resulta molesto a muchos ciudadanos que piden que se hagan más batidas de limpieza, pero que también se sancione a aquellos que no cumplan con unas mínimas normas cívicas y arrojen sus bolsas en plena calle sin colocarlas en los contenedores correspondientes.

Esta misma situación se repite con asiduidad en la calle Esla. Los vecinos ya no saben qué hacer, pues son conscientes que gran parte del problema tiene que ver con actitudes incívicas. Hace unos meses, desde Limasam ya reconocían que la calle dura limpia pocas horas desde que se baldea hasta que vuelve a encontrarse en una situación insalubre. «Es muy difícil luchar contra la poca educación y el incivismo tan evidente», comentaba la concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras.

Hay calles dentro del distrito Palma-Palmilla que necesitan de manera urgente una intervención por parte de las administraciones. «Ayuda, pero sobre todo limpieza» explican algunos vecinos resignados que se ponen en contacto con esta sección. Una de ellas, la que más sufre a día de hoy el incivismo y la acumulación de basura es la calle Deva, en la que, como se puede apreciar en las fotografías que acompañan a esta noticia, hay cajas, bolsas, mobiliario e incluso comida en descomposición alrededor de los contenedores.

El problema, aparte de que esta acumulación de basura atrae a ratas e insectos, es que la insalubridad y los malos olores entran de lleno en las viviendas más bajas de los bloques colindantes, algo que resulta molesto a muchos ciudadanos que piden que se hagan más batidas de limpieza, pero que también se sancione a aquellos que no cumplan con unas mínimas normas cívicas y arrojen sus bolsas en plena calle sin colocarlas en los contenedores correspondientes.

Esta misma situación se repite con asiduidad en la calle Esla. Los vecinos ya no saben qué hacer, pues son conscientes que gran parte del problema tiene que ver con actitudes incívicas. Hace unos meses, desde Limasam ya reconocían que la calle dura limpia pocas horas desde que se baldea hasta que vuelve a encontrarse en una situación insalubre. «Es muy difícil luchar contra la poca educación y el incivismo tan evidente», comentaba la concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras.

• Temas
• Cosas de la ciudad