Sichar: «Cassá me ha hecho mobbing y está muy en duda como cabeza de cartel»

La bomba de racimo Sichar caía sin freno la semana pasada sobre los pasillos de la Casona. Casi nunca se habló tanto ni tan claro de lo que son las malas relaciones entre los miembros de un grupo municipal, y decimos casi nunca porque el 'affaire' Juanjo Espinosa en Málaga Ahora generó ríos de tinta. Pese a que era 'crónica de una espantada anunciada', como decía una concejala cuando supo de la noticia, y explicábamos en esta sección, lo cierto es que los ediles popularesestaban ojipláticos de cómo se las gastaba el ya exportavoz de Cs en la Diputación y concejal en la Casona, Gonzalo Sichar. «Son tres y encima, mal avenidos. Que aprendan de nosotros, que somos trece, y tendremos nuestras cosillas como en todas las familias, pero no montamos estos shows», decía uno(a) de ellos. En el PSOE contaban que el martes temprano se oía en los pasillos una bronca fuerte dentro del grupo municipal de Cs, que cada vez se ha vuelto más hermético. «Están reunidos, están fuera, tienen cosas que hacer o están liados con las mociones», son las frases que dice una educada y amable secretaria en el hall de entrada del grupo municipal. En esas estamos.

En Málaga Ahora e IU-Málaga para la Gente tampoco mostraban sorpresa alguna porque ediles de ambos grupos habían visto no pocas veces como el portavoz Juan Cassá ni siquiera saludaba a Sichar en sitios públicos o en los propios pasillos de la Casona. Bueno, en Málaga Ahora aprovechaban para decir que Cassá tampoco las saluda a ellas. Había guasa. En IU, la edil Remedios Ramos explicaba que estaban especialmente agradecidos al 'dribbling' que Sichar le hizo a su partido saliéndose del pasado pleno cuando tocaba votar que la Mundial siguiese en pie, lo que hizo que la oposición ganara la mano al equipo de gobierno del PP y a Ciudadanos (aunque el pleno no tiene potestad ejecutiva en este caso que se está tramitado urbanísticamente).

Sichar, que ha estado un par de días despachándose bien a gusto, ha utilizado un tercero, por aquello que dicen que no hay dos sin tres:«Cassá me ha hecho mobbing y está muy en duda como cabeza de cartel». Y abundaba en la idea:«Lo de que Cassá encabece la lista por Málaga está cada vez menos claro, si no fíjate cómo Albert Rivera ha hablado de Begoña Villacís en sus declaraciones, apoyándola totalmente, y a Cassá lo deja en el aire. Están buscando una super-estrella y estarían encantados de tener una y hacerlo público, Cassá es una opción B», decía sin tapujos. Un asunto del que se viene hablando con profusión entre los grupos políticos del Ayuntamiento y que el propio portavoz municipal no niega, al menos con luz y taquígrafos.

Con respecto al «mobbing», que suena más que fuerte, Sichar incidió en que en el grupo municipal «todos son pesebreros de Cassá y me han llegado a cortar en fotos, no me han tuiteado en actos púbicos donde he estado, y el último ejemplo fue el Festival de Cine de Málaga. Y encima, la dirección del partido dando bandazos, si yo hubiese sentido algún respaldo no me hubiese ido nunca», explicaba.

«Nunca me han hecho sentir parte del grupo, me hacían apartheid», se confesaba diciendo que se sentía especialmente dolido por esto. En esta línea, aseguraba que no es su estilo entrar en lo personal, pero hacía referencia a unos mensajes en Twitter de un técnico del grupo y la esposa de Cassá que hacían comentarios velados sobre él. «Yo pasaría vergüenza si mi mujer se pusiera como la madre de la Pantoja a protegerme», puntualizaba.

Para rematar la faena, y por si hubiera dudas, Sichar asegura que no va a volver a votar a Ciudadanos, las siglas que defendía hasta hace tres días, que los cambios de rumbo de Albert Rivera no le convencen en absoluto. «Para las generales, miraré los programas para ver a quién voto. A quien no voy a votar nunca más es a Cs;he perdido la confianza», explicaba diciendo que le daba pena irse ahora de la Diputación, pero al no creer ya en el partido no podía hacer el paripé para las generales.

En fin, así se marcha el segundo de Ciudadanos en las pasadas municipales de 2015, repartiendo estopa.