Un servicio pionero en Málaga dará asistencia a escolares frente al bullying

Los expertos llevan años alertando de la amenaza que representan los móviles y las redes sociales ante problemas como el bullying, un fenómeno que a causa de estos dispositivos ya se extiende más allá del horario escolar y que intensifica el acoso a quien lo sufre. Sin embargo, en la fuente de ese problema también puede estar parte de la solución. Que los niños y adolescentes puedan utilizar esa herramienta cotidiana -un móvil, una tablet o un ordenador- en la petición de ayuda representa una salida sumamente útil y eficaz ante esa situación. Ahí está el germen de un proyecto pionero que ahora nace en Málaga bajo la marca de Brigada Antiacoso y que suma la experiencia de los profesionales de la asociación ADA Lovelace e Infania y que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Málaga y de la Fundación Unicaja.

La iniciativa, que comenzará a funcionar el lunes -día también de la presentación oficial del proyecto-, es la primera en su género de carácter local «y cuenta con la ventaja de que es el chico el que se pone en contacto con nosotros a través de un chat y nos cuenta su problema gracias a un medio tan familiar para él como un dispositivo móvil», explica una de las impulsoras de Brigada Antiacoso, Marta González, quien acumula una amplia experiencia en la prevención y asistencia en casos de acoso escolar y que destaca la importancia de esta herramienta en la ayuda a los estudiantes que estén sufriendo bullying (según estadísticas nacionales, uno de cada cuatro lo padece). De hecho, los responsables del proyecto insisten en que su eficacia radica «en que está más centrado y pensado para los niños que para las propias familias».

En esa asistencia cercana «y en su idioma», el menor puede conectarse al servicio a través de la web (brigadaantiacoso.com), que incluye un botón de acceso a un chat (llamado 'help chat' o línea de ayuda) donde podrá exponer su problema a los mediadores de la brigada. En principio, no será necesario aportar los datos personales, aunque el menor sí será identificado a través de un código QR «pero siempre preservando su privacidad, que es lo importante», confirma González, que destaca que este contacto directo y sin filtros con los profesionales a través de las redes sociales -también están en Facebook, Instagram y Twitter, desde donde se les deriva al chat- «facilita que los pequeños se abran con más facilidad».

La experiencia previa que acumulan tanto González, presidenta de ADA Lovelace, como el presidente de Infania, Juanjo Casado, les lleva a destacar que «seguramente a la hora de afrontar un problema el niño acudirá a Internet, que es su medio, antes de compartirlo con un familiar». Por eso, al otro lado habrá un completo equipo de especialistas como abogados, psicólogos o informáticos, que darán asistencia y cobertura al menor en su problema en un horario en el que «el menor esté tranquilo y relajado, en casa».

En este punto, la presidenta de ADA Lovelace aclara que Brigada Antiacoso no hace «intervención ni denuncia, sino prevención y asistencia», es decir, que una vez conocido el problema los profesionales se ponen en contacto con el centro escolar para advertir de que hay una petición de ayuda desde ese centro concreto y que es necesario -ellos sí- intervenir. El papel de los colegios en esta estrategia resulta de vital importancia, de hecho los impulsores de la inicativa destacan que habrá una «comunicación bidireccional» entre los especialistas y los propios docentes. En este sentido, está previsto que los componentes de la Brigada Antiacoso intervengan con charlas de sensibilización y acciones de colaboración con veinte colegios de la capital.