Un 27% de los malagueños tiene ya seguro médico, el porcentaje más alto de Andalucía

No es extraño que la provincia esté muy por encima de la media andaluza (20%) y española (23%) en pólizas de salud. El crecimiento del número de usuarios de la sanidad privada se ha notado especialmente en los últimos cinco años. Apenas un 16 por ciento de los malagueños tenían una póliza sanitaria en 2011, un porcentaje por debajo de la media nacional, que era del 18,5 por ciento. Solo nueve años después Málaga la supera en casi cuatro puntos.

La sanidad pública obliga a pasar por el médico de atención primaria para cualquier derivación a un especialista, que es quien prescribe muchas de las pruebas que permiten hacer un diagnóstico. El hecho de que haya que pasar varios filtros con las correspondientes esperas en cada uno de los pasos retrasa la atención a los pacientes, que ven como muchas veces pasa demasiado tiempo hasta que son tratados. Esta situación, unida a que cada vez más empresas ofrecen los seguros médicos como pago en especie ha hecho que el mercado de los seguros de salud viva tiempos dulces, incluso en los años de crisis.

Para dar una idea del tirón de Málaga en pólizas sanitarias privadas dentro de la comunidad: de los 1.750.322 asegurados que hay en Andalucía, el 25,8 están en la provincia, que tiene a uno de cada cuatro asegurados de la región.

A juicio de Carlos Bueno, representante de Medicina Privada del Colegio de Médicos de Málaga, en los últimos años «más que un deterioro de la sanidad pública lo que se ha producido es una mejora de sanidad privada y eso ha quedado de manifiesto con la pandemia. Sin esa aportación hubiese habido un colapso de intervenciones quirúrgicas y de la lista de espera por el tsunami que supuso la aparición del coronavirus».

Entre las razones de esta situación está que Málaga es un motor económico puntero y eso se refleja en este tipo de contrataciones. Cada vez más empresas incorporan los seguros como mecanismo de pago en especie, algo que tiene buena aceptación entre los trabajadores, que valoran ese beneficio social, que a veces no solo les incluye a ellos, sino que les permite incluir a sus familiares directos a un precio más bajo.

Para Carlos Bueno, uno de los problemas a medio plazo es que este auge de las pólizas sanitarias y de la medicina privada no ha ido paralelo a una mejora a las condiciones que se ofrecen a los médicos que trabajan en ellas. «En los últimos 30 años no ha habido ni una actualización de los baremos de actos médicos. Hay casos en los que se paga 70 euros por operar un cáncer de mama o 9 euros por una consulta médica. Eso no es un atractivo para médicos jóvenes que muchas veces prefieren irse a otros países o quedarse en la sanidad pública».

Esta fuga de talento se produce porque pocos países tienen la calidad en la formación que tienen los estudiantes de Medicina españoles, por lo que es fácil que encuentren oportunidades fuera.

Bueno destaca además que en los últimos meses están apareciendo compañías de seguros con ofertas de pólizas low cost, que no tiene parangón en el resto de Europa. «Ha habido algunas que ofertaban pólizas de 15 euros mensuales, algo que claramente no es sostenible. La media de Europa es de 300 euros por persona».

Aunque Unespa no tiene aún datos oficiales del cierre de 2021 por provincias la facturación de los seguros de salud ha crecido casi un 5% en el último año y el dato que maneja el colegio de Médicos de Málaga para ese ejercicio es ya de 12 millones de asegurados en España, por lo que previsiblemente el porcentaje de asegurados en Málaga seguirá aumentando.

Dentro de esa cifra de españoles que tienen sanidad privada se incluyen los funcionarios mutualistas, que engloba a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado de España (Muface), la Mutualidad General Judicial (Mugeju) y al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas). En su caso hay una clara preferencia por la sanidad privada: un 80 por ciento de los empleados públicos que tiene la opción eligen estar en una mutua.