Rodrigo Bocanegra
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Rodrigo Bocanegra
«¡Ojalá el Centro fuera todo de vecinos!»En apenas siete meses ha logrado darle un giro de timón a la asociación de comerciantes del Centro Histórico. Rodrigo Bocanegra, joyero de profesión, se propuso el reto de aumentar el número de negocios adheridos al colectivo e incentivar las visitas al Centro Comercial Abierto y no va por mal camino. «Todo el mundo sabe que es el mejor sitio para ir a comprar», apunta.
-¿Por qué tiene que venir la gente a comprar al Centro de Málaga?
-Hoy en día todo el mundo sabe que es el mejor sitio para ir a comprar. Es el sitio donde se está más a gusto, donde pasear al aire libre ya que las calles están bonitas y es un sitio para los malagueños. Aunque nosotros nos debemos adaptar y venderle al extranjero, creemos que nuestro cliente es el malagueño. Que por cierto, te adelanto que el próximo mes de octubre vamos a celebrar un día del malagueño para que se beneficien de descuentos especiales.
-¿Y acuden los malagueños a comprar al Centro? Una queja histórica es que se habían perdido estos clientes
-Nosotros ya estamos dando un poquito la vuelta a eso. O sea, ya estamos viendo la vuelta de los malagueños, aunque es verdad que hemos tenido un momento complicado.
-¿Qué están haciendo para lograr esa vuelta?
Llevamos unos meses, casi un año, lográndolo poco a poco, porque es verdad que había malagueños que no pisaban el Centro desde hace dos o tres años por el susto a que hay muchos extranjeros o las aglomeraciones. Nosotros tenemos varias campañas durante todo el año para atraer a los visitantes y también regalamos tickets de aparcamiento, billetes de autobús y ahora también billetes de Metro. Por eso queremos intentar posicionarnos en los barrios que tienen parada como Huelin, Cruz de Humilladero o Martín Carpena. Por el otro lado, también haremos campañas en la zona de El Palo para que la gente venga en autobús.
-¿Qué balance hace de los siete meses que lleva en la asociación?
-La verdad que ha sido muy positivo, porque nuestro primer objetivo lo estamos cumpliendo, que era aumentar el núcleo de asociados, que es lo más importante dentro de una asociación comercial de empresarios como la nuestra. Ir creciendo era nuestra prioridad y estamos haciéndolo. Hemos subido bastante, una media de tres asociados semanales.
-¿Los comercios y empresarios son recelosos a la hora de entrar en asociaciones?
-Sí, en Málaga hay bastante recelo a entrar en las asociaciones. Parece que las asociaciones simplemente no te ayudan cuando es todo lo contrario: en una asociación, y más con una base empresarial, nos comunicamos entre nosotros los problemas y nos ayudamos como si fuéramos entre todos una empresa grande. Por otro lado, conseguimos gestionar subvenciones, ayudas, problemas básicos de limpieza, suciedad, problemas con vecinos… Además, cuando eres un núcleo asociativo grande consigues que las administraciones te reciban rápidamente y te resuelvan las cosas.
-¿Cuántos asociados son ya?
-Ya vamos por 160.
-¿Cuál es el objetivo?
-Para final de año el objetivo es llegar a los 220 ó 230, incluso los 250 sería mejor. Después del verano iniciaremos una campaña en esta línea: cada asociado que traiga a un nuevo miembro, a un vecino del local cercano o a alguien que conozca, las tres primeras cuotas no las pagará y el dinero se donará a una ONG que él elija. La asociación no tiene un interés económico, sino el de crear un núcleo fuerte.
-¿Qué momento vive el comercio en el Centro de la ciudad?
-Vive un momento raro. El comercio del Centro, a diferencia de lo que ocurre en otros distritos y barrios, se tiene que adaptar constantemente a la ciudad e ir evolucionando. En el Centro nos tenemos que enfrentar constantemente a cambios, como la disminución de los aparcamientos, que es un tema complicado porque ahora tenemos que buscar un cliente que venga en transporte público y eso no le gusta a todo el mundo. También a la llegada de grandes cadenas, que están viniendo constantemente y que van absorbiendo locales pequeños y haciendo grandes locales. Entonces, claro, hay una adaptación constante.
-¿La llegada de grandes cadenas y de franquicias supone una amenaza o una oportunidad?
-Al final te espabila, ¿no? Hace que vayas mejorando poco a poco porque ves que tienes al lado un local con unas características distintas. Las pequeñas franquicias vienen bien porque consiguen dinamizar un poquito, traer cosas nuevas, productos... incluso intentan entrar en las asociaciones. Pero las grandes franquicias o cadenas, esas que tienen no sé cuantos locales, son negativas porque le dan la espalda al tejido empresarial. Esas, como están a nivel nacional, no quieren saber nada de asociaciones ni les importan los recursos que nosotros generamos, aunque se benefician de nuestras acciones y de la gente que traemos al Centro.
-¿Y a nivel de imagen? ¿Qué le parece que las zonas comerciales de las grandes ciudades se parezcan cada vez más entre ellas?
-A lo mejor para el pequeño comercio eso es algo positivo porque al final la gente busca lo diferente. Si vas a un centro comercial sabes que siempre vas a encontrar lo mismo, pero aquí en el Centro constantemente hay cosas diferentes, marcas nuevas o innovadoras.
-¿El verano es un buen momento para el comercio?
-Ahora sí, la verdad. Hace unos 4 ó 5 años el verano era muy duro. Ahora, gracias al turismo, sí existe un movimiento de compras.
-¿Qué tipo de turistas visita sus negocios?
-El turista nacional siempre es muy importante para nosotros y le gusta mucho nuestro Centro porque se pasea por él. Es una pena que el malagueño no haga lo mismo que el turista nacional: que pasee por el Centro y disfrute tanto de la hostelería como del comercio. El turista internacional, por su parte, tiene muy claro lo que quiere: quiere zapatos 'made in Spain'. Y eso que parece que los españoles nos hemos olvidado de que somos grandes fabricantes de zapatería.
-¿Qué relación mantienen con la hostelería?
-La relación es buena. Intentamos tener, al igual que con los vecinos, una buena convivencia. Si hay algún problema con algún local, por la terraza o por lo que sea, se le comunica a la asociación porque a nivel de sinergia la restauración es muy complementaria al comercio.
-¿Es beneficioso para el comercio que cada vez haya más negocios de hostelería?
-Sí, es beneficioso, porque cuando la gente viene a comprar, también quiere tomarse un refresco y al revés; cuando se toma un refresco o almuerza, se puede dar su paseo, ver las tiendas y comprar. Es muy bueno que haya un equilibrio.
-¿Qué opina del problema de la vivienda?
-Creo que habría que hacer una mesa de estudio en la que estuvieran representados todos los sectores. Pienso que haría falta un nuevo distrito. Por mucho que se reivindique la vivienda del Centro Histórico para el malagueño, la vivienda del Centro Histórico es muy limitada; hay muy poca vivienda y hay una demanda inmensa. Debemos buscar un plan estratégico y definir ya cuáles serán las futuras líneas del Metro para dentro de 5 ó 7 años para consolidar nuevos núcleos de construcción hacia esas zonas. Al final se le está echando toda la culpa a las viviendas turísticas cuando hay muchas más cosas que tener en cuenta.
-¿Cómo afecta a nivel comercial que cada vez haya más viviendas turísticas en el Centro y que no sean de vecinos?
-Bueno, a nosotros siempre nos interesan los vecinos, 100%. ¡Ojalá el Centro fuera todo de vecinos! El vecino es el consumo real, el consumo diario; el vecino es el amigo que conoce el comercio, que le gusta y que compra. El vecino del Centro tiene muy claro los 4 ó 5 comercios donde le gusta comprar y no es de centro comercial; es un vecino de pasear y comprar, ya sea un vecino nacional o internacional. Pero es verdad que cada vez más viene gente de fuera a trabajar que quiere vivir en el Centro y que los malagueños nos hemos acostumbrado a vivir en otras zonas e incluso le hemos dado un poco la espalda al Centro. Lo fundamental es que ofrezcamos un servicio de nivel.
-Hablando de ese nivel de excelencia que hay que buscar en los negocios, ¿qué tipo de turista está viniendo?
-No sé si eso habría que intentar redirigirlo un poco. Málaga no necesita más cantidad de turistas sino más calidad. Hemos creado una ciudad con museos, una ciudad cultural, tenemos los teatros que están subiendo, hay muchas actividades culturales y no tenemos que malvendernos. Debemos de llegar a destinos con un 'nivelitivo' alto, que valoren la ciudad y que hablen muy bien de nuestro plan.
-Eso también redundaría en el comercio, ¿verdad?
-Totalmente. Te pongo como ejemplo la joyería, que es mi sector. En el Centro éramos hasta hace poco cinco joyeros y ya vamos por diez joyerías potentes, porque hay un mercado y entonces ese tipo de visitantes funciona.
-¿Cómo le afecta al comercio que el Centro sea el centro neurálgico de todo lo que ocurre en la ciudad?
-Bueno, normalmente estas cosas son para mal, porque cada vez que hay una Semana Santa o una Feria se paraliza todo un poquito y se bloquean las zonas de paso. En cualquier evento, la gente deja de bajar; y si lo hace no es para comprar. Al menos hemos conseguido quitar las maratones y pruebas deportivas de la calle Larios, que era una constante casi cada fin de semana.
-No ha citado la Navidad
-La Navidad es la que más funciona, aunque también es verdad que cuando empezamos con el tema de las luces y la música notamos un bajón. Entonces conseguimos con Fiestas que mejorasen los horarios y que la música no fuera tan contínua para que pudiéramos trabajar. Una de las cosas más negativas para nosotros son los autobuses que vienen de fuera para ver los espectáculos, ya que bloquean las calles y son visitantes que vienen con su bocadillo y no consumen absolutamente nada.
-¿Qué peticiones tienen para el Ayuntamiento?
-Mejorar los aparcamientos es uno de los temas que salen siempre. Por ejemplo, solicitamos que se nos permita aparcar en el Puerto y nos dicen que eso depende de Autoridad Portuaria, aunque después en Feria vemos cómo los autobuses sí pueden aparcar en esa zona. Ya pedimos al alcalde que facilitaran a nuestros clientes que pudieran aparcar en esa zona, ya que son clientes de consumo. También hemos pedido que no se hagan tantas actividades en el Centro y hemos logrado quitar casi todas las maratones. También tenemos el problema de que todas las manifestaciones se hacen en el Centro y hemos pedido que intenten centralizarse en otras zonas porque al final parece que el Centro tiene la culpa de todo y siempre estamos en el lado negativo. Hablando de nuevo de vivienda: no solo hay falta de viviendas en el Centro sino en todos los barrios y no sólo aquí. Nosotros somos muy positivos e intentamos ayudar en todo lo que podemos, por lo que el Centro no es el culpable de nada.
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