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Salva Mate no esperará este año a los Reyes Magos con la misma ilusión que los anteriores. Su regalo más deseado, ese por el que lleva esperando más de nueve años, se ha adelantado a diciembre en forma de ascensor. Y todo gracias a ... la lucha de sus padres, Salva y Nuria, que se han pasado la última década luchando contra viento y marea para que su pequeño tuviera un elevador en el bloque con el que poder salir de casa sin ayuda.
El 'calvario' para Salvi se llama paraparesia espástica familiar, una enfermedad rara que le afecta a las extremidades inferiores y le impide andar correctamente. Y como vive en un cuarto piso debía subir y bajar siempre con la ayuda de sus padres. Por si fuera poco, a este joven que vive en la calle Pablo Neruda el problema se le había agravado por la oposición frontal de algunos propietarios a pagar la instalación del ascensor.
Tras años de lucha, tiempo durante el que incluso le escribieron una carta al Rey, el milagro se ha convertido en realidad gracias a una ayuda concedida por el Instituto Municipal de la Vivienda, que les ha subvencionado la mitad de la obra y del ascensor. Por el camino, Salva, el padre, ha tenido que luchar contra la Junta de Andalucía –que nunca les concretó esa ayuda– y contra la propia comunidad –a la que amenazó con denunciar si no aceptaban pagar la obra–.
Y todo por ver sonreír a su hijo, que desde esta semana se sube al ascensor con ilusión. Para más inri, a consecuencia de esta enfermedad acaba de ser operado y solo puede moverse en silla de ruedas, por lo que la puesta en funcionamiento del ascensor le ha venido mejor que nunca. «Él está feliz, han sido muchos años de lucha y esto ha llegado como un regalo de Navidad», explica el orgulloso padre.
A pesar de todo el trabajo previo, Salva se muestra agradecido al Ayuntamiento, ya que en apenas seis meses publicaron la convocatoria de las ayudas y las aprobaron. «Ya casi habíamos perdido la esperanza porque llevábamos años esperando las de la Junta de Andalucía y todo eran problemas». Y eso que aún no se han terminado todos los contratiempos, ya que asegura que un vecino «del segundo» se niega a pagar las cuotas del ascensor porque no lo cree necesario. «Nos hemos encontrado con gente muy insolidaria, y en casos así te das cuenta de cómo son las personas de verdad».
El Ayuntamiento de Málaga, a través del Instituto Municipal de la Vivienda, ha completado la instalación de los tres primeros ascensores correspondientes a la primera convocatoria destinada a subvencionar a comunidades de propietarios que carecían de los mismos.
En total, 64 comunidades de vecinos han sido beneficiarias de estas ayudas que cuentan con un presupuesto global de dos millones de euros. Los proyectos aceptados persiguen la mejora en la movilidad y cuentan con un porcentaje de subvención que oscila entre el 50% y el 90% dependiendo de las rentas de los propietarios. El objetivo de esta actuación municipal es apoyar a las comunidades con menos recursos, por lo que con esta medida, el Consistorio busca mejorar la calidad de vida de los residentes en edificios con una antigüedad de más de 35 años, con residentes mayores, con discapacidad y escasos recursos.
Los tres primeros ascensores están situados en la calle Pablo Neruda 1, 3 y 6, en Cruz de Humilladero, en los que viven un total de 60 familias que han visto favorecida la accesibilidad y movilidad de sus edificios.
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