Retiran 3.000 nuevas mascarillas defectuosas en Málaga

La Junta de Andalucía ha retirado esta semana varios lotes de miles de mascarillas defectuosas que estaban siendo utilizadas en hospitales de Cádiz, Córdoba, Granada y Málaga. En esta última provincia se han detectado, según denuncian los sindicatos, unas 3.000 mascarillas cuyo nivel de protección no correspondía a las FFP2, altamente eficaces. El Gobierno autonómico ordenó su retirada «de forma inmediata» tras comprobar, durante el proceso de verificación de los equipos de protección, que sus condiciones técnicas no eran adecuadas. En Málaga, estas mascarillas de los modelos Elite Respirator EP09.049 y KN95 Mask han sido usadas en el Hospital Regional, el Hospital Clínico y el Hospital Costa del Sol. Al tratarse sobre el papel de material de alta protección, habían sido enviadas a cuidados intensivos, donde los sanitarios trabajan con los pacientes en estado más crítico.

No es la primera vez que ocurre. Ya tuvieron que retirarse varios lotes de mascarillas defectuosas, en este caso compradas por el Ministerio de Sanidad y del modelo Garry Galaxy. Como ocurrió en aquella ocasión, la Junta ha ordenado la identificación de los trabajadores sanitarios que hayan usado estas protecciones para practicarles test rápidos o pruebas PCR, según sea conveniente. El SAS adquirió una partida de más de 30.000 mascarillas de las que unas 20.000 ya estaban en circulación en hospitales. El resto, aún en almacenes, han podido ser devueltas sin que fueran usadas.

El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, sostiene que la detección de estas mascarillas es «fruto» del sistema de verificación establecido para los equipos de protección individual y recuerda que ese mecanismo ya permitió descartar los test rápidos defectuosos comprados por el Ejecutivo central. Sin embargo, los principales sindicatos profesionales de la sanidad en Andalucía, CSIF y Satse, exigieron ayer a la Junta que ponga en cuarentena a los sanitarios que hayan utilizado la nueva partida de mascarillas defectuosas adquiridas y distribuidas por el SAS. El Sindicato de Enfermería reclama que se ponga en aislamiento preventivo a todos aquellos profesionales falsamente protegidos con los dos modelos de mascarillas retiradas pero que se han utilizado para técnicas de alto riesgo. Andalucía es la comunidad española que presenta un mayor porcentaje de contagio entre trabajadores del sector sanitario, por encima de otras zonas más afectadas como Madrid, Cataluña o Castilla-León. Más del 20 por ciento de los positivos confirmados en Andalucía corresponden a sanitarios, varios puntos por encima de la media nacional.

Tras la retirada de miles de mascarillas el día anterior, el SAS informó ayer, pasadas las dos de la tarde, de un nuevo lote defectuoso de la marca Inuan y modelo KN95, que no cumple la protección estipulada para frenar el contagio del coronavirus, procedente en este caso de una donación. La Junta investiga ahora cuántos médicos, enfermeros y auxiliares usaron estas mascarillas y ha ordenado a sus centros la retirada de las unidades que incumplen los requisitos técnicos.

El secretario de Salud de Unión General de Trabajadores (UGT), Vicente Sandoval, reconoce «la celeridad» para retirar los lotes de mascarillas defectuosas pero critica el descontrol sobre algunos materiales donados que se han incorporado a los circuitos de hospitales y residencias sin pasar por los análisis de los servicios preventivos: «Son donaciones que la gente ha hecho con toda su buena voluntad, pero a veces se entregan directamente a los trabajadores y no pasan los filtros que tienen que pasar».

Los sindicatos reclaman más control sobre las protecciones que usan los sanitarios y nuevas medidas para reducir la elevada tasa de contagio entre los trabajadores. En Andalucía ya hay cerca de 3.000 profesionales infectados.