Lo llevaba escrito en un folio con un letra gigantesca, y así era imposible que no lo leyera hasta la última coma. Recién impreso en su grupo municipal Adelante Málaga, Remedios Ramos prometía esta mañana su como edil en el salón de los Espejos del ... Ayuntamiento de Málaga ante el alcalde, Francisco de la Torre, y la secretaria general del pleno, Alicia García Avilés, con una fórmula bien medida para que fuera legal pero en la que empezaba diciendo que como ciudadana «partidaria de un estado republicano, federal, solidario y laico» prometía por «exigencia legal» por su conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado.
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La auxiliar de Enfermería, con 55 años de edad, que esta mañana se reincorporaba a su tarea de edil en el Ayuntamiento tras haber sido concejala en el anterior mandato municipal, y a causa de la renuncia de Eduardo Zorrilla (ahora jurista gracias a una bolsa de trabajo en la Diputación), no desaprovechaba para hacer su discurso político, añadiendo luego entre bambalinas que los «Borbones habían hecho más por la república, que la propia república». No obstante, la toma de posesión se realizó en un clima de cordialidad con el resto de ediles de otros grupos municipales como el PP, el PSOE o el propio Adelante Málaga, aunque no acudió nadie del grupo municipal Ciudadanos.
El alcalde, Francisco de la Torre, subrayó que Ramos ya había sido concejala en la etapa anterior por lo que la casa le era conocida, y que desde la responsabilidad del equipo de gobierno (que forman el PP y Cs) siempre contaban con el trabajo de los grupos municipales de la oposición, explicando que los momentos actuales eran complicados por lo que había que hacer «un mayor trabajo y mayores esfuerzos para hacerlo lo mejor posible». Y por último esperó que (pese a ser de distintos partidos políticos) coincidirían en muchas cuestiones, tal y como le indicó y le dio la bienvenida al Ayuntamiento y «al trabajo que aquí te espera».
Ramos, ya en su turno de palabra, saludó a todos los compañeros y al «querido alcalde de Málaga», explicando que para ella era un honor que fuese la segunda vez que le imponía la medalla como concejal. Saludó a los funcionarios, compañeros de la Corporación, agradeció su trabajo a la prensa, a su familia (asistieron sus dos hijas Marta y Elena), y se acordó de sus compañeros de la sanidad pública, que siguen luchando contra esta «terrible pandemia». Guiños a la militancia de IU, que le puso en la candidatura para representarles, y a la militancia Podemos, «que también la había acogido muy bien». Su compromiso, dijo, es trabajar por una «Málaga más justa, más habitable, más solidaria, más sostenible e igualitaria, un compromiso firme con los compañeros de la oposición y también con los compañeros del equipo de gobierno», dijo mirándoles a todos ellos. «Son momentos a los que hay que trabajar a una, ante esta situación que ha agudizado las desigualdades en nuestra ciudad, esta pandemia que ha venido a poner en evidencia grandes carencias así como la fortaleza de unos servicios públicos que tenemos que seguir defendiendo», puntualizó, indicando que iba a aportar su granito de arena y que «luchará por Málaga y los malagueños», dando las gracias a todos por las buena acogida que había tenido en el Ayuntamiento.
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