Secciones
Servicios
Destacamos
A rey muerto, rey puesto. Pero en Unidas Podemos no creen en la monarquía, así que mejor les valdría eso de más vale un mal acuerdo que un buen pleito. Los partidos de izquierdas quieren ser modernos, nada menos que como Estados Unidos que tiene ... primarias desde tiempos inmemoriales; éstos se suman al carro de hacerlas, pero cuando les sale otra jugada, pues cambian de tercio. Eso es lo que ha pasado para estupefacción de propios y extraños estos días con el apaño de última hora, de mesa camilla, que decía anteayer en este periódico Antonio M. Romero, acerca del acuerdo alcanzado en la cúspide del partido comunista y el morado en Madrid. «Viene de arriba», que decían sin ningún pudor, y de arriba venía.
Desde el domingo de resurrección, de vuelta a la vida para algunos, y de pasión para otros, los pasillos del Ayuntamiento han sido un hervidero con el proceso poco transparente que ha llevado a cabo la confluencia de la izquierda. «Luego nos quieren dar lecciones de democracia a los demás», que decían los populares, «al menos nosotros tenemos un sistema jerárquico, el que nos damos a nosotros mismos y respetamos, y no escondemos lo que no somos como ellos».
Noticia Relacionada
Ramos, que es precisamente la que no ha resucitado, y está en una especie de semi-duelo, ayer ya asumía con entereza que del primer puesto hubiese caído al tercero. El primer día, el lunes, pese a asentir con la dirección de IU sobre cuál iba a ser su destino, no aparecía en la foto de las caras sonrientes, de «la generosidad» y la confluencia de «vamos juntos».
«¿Qué tal Reme?», ha sido una pregunta recurrente estos dos días de los munícipes a la concejala de UP, a sabiendas muchos de ellos que estar en el puesto número tres no le asegura su entrada en la Casona, y que podría quedarse de nuevo con la miel en los labios, como ya le pasara en 2019, y finalmente entró en febrero de 2021, con la marcha de Eduardo Zorrilla a trabajar de abogado en la Diputación.
Era inevitable que esta sección le preguntara por qué había aceptado este cambio de rumbo. Ramos lo explicaba de la siguiente manera: «Yo soy una mujer de partido y he aceptado lo que mi partido me ha pedido, que es continuar». Es obvio que los partidos tradicionales mantienen entre sus militantes una lealtad a prueba de bomba, de explosiones incluso, algo que no pueden decir los más jóvenes.
¿Pero no se siente mal por haber pasado unas primarias, ganarlas, con el esfuerzo que eso supone y luego que su propio partido la deje caer al puesto número tres de la lista? «Mi partido ha tomado una decisión 'in extremis' a nivel nacional y se puede estar más o menos de acuerdo, pero ya digo que yo soy una mujer de partido y la he aceptado; se me pidió que me quedara y lo he hecho. Respeto esta decisión, que puede ser compartida o no por la militancia».
«Ahora hay que ponerse a trabajar duro –añadía–, como siempre he hecho. Yo llegué a esta organización siendo prácticamente una niña y siempre he estado donde la militancia y los compañeros y compañeras me han situado».
Pero, ¿no está dolida por esta decisión en la que sale claramente perdiendo? «Yo soy una trabajadora pública de la sanidad, ese es mi puesto de trabajo. Lo demás son cargos efímeros y así lo entiendo yo. Hoy estás, y mañana, no, y lo importante es el proyecto político. Ahora me toca remangarme en una campaña electoral para esta candidatura que representamos saque los mejores resultados y se pueda poner en valor el trabajo hecho estos últimos años».
¿No cree que hubiera dado tiempo a hacer unas primarias entre los cuatro primeros candidatos, Toni Morillas, Nicolás Sguiglia, Paqui Macías y usted? «Nosotros hicimos antes unas primarias cuando confluimos con Equo, Más País e Iniciativa del Pueblo Andaluz con unas líneas que se marcaron desde la dirección». Por eso, insistimos, ¿no se podían haber hecho ahora otras para confluir con Podemos? «Hubiera sido lo suyo».
La confluencia de izquierdas, que será la suma de Podemos e IU, junto a Más País, Verdes Equo, Alternativa Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz quedó de la siguiente manera: Toni Morillas (IU), Nicolás Sguiglia (Podemos), Remedios Ramos (IU) y Paqui Macías (Podemos).
¿Quién es Toni Morillas? Morillas (Torredonjimeno, Jaén, 1982) es la actual directora del Instituto de las Mujeres del Gobierno, feminista de pro y sindicalista desde su más tierna juventud, y militante del PCE e Izquierda Unida, que ya fue concejala en el Ayuntamiento de Málaga cuando era el portavoz Pedro Moreno Brenes y más tarde Eduardo Zorrilla (2011-2015) , así como miembro de la Diputación Provincial. La actual cabeza de cartel es una buena oradora, a cada una lo suyo, así como una perfecta negociadora en las distancias cortas. Su coherencia exponiendo sus ideas de izquierda y razonándolas con intensidad pero con elegancia, le hizo ganarse el respeto del equipo de gobierno, que por aquella época estaba conformado tan sólo por el PP. 'La guerrillera Toni', que le decía más de uno, se debía a que cuando tomaba la palabra no dejaba a nadie indiferente. Ahora, si las elecciones salen como esperan, volverá a una casa que conoce perfectamente, y se entiende, que de tener grupo (para lo que hacen falta al menos dos concejales) asumiría la portavocía.
El barómetro del Centra, de enero de este año, les daba una estimación de voto de dos ediles a Adelante Málaga (que cambiaron su nombre a UP). La política municipal es para Morillas una materia sabida y en la que solía sacar buenas notas. La asignatura pendiente es su ínfimo grado de conocimiento, un asunto que cuenta. Sólo queda ver si la coalición pasa la nota de corte del 5% de votantes en las municipales para entrar en el Ayuntamiento el 28M.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.