Málaga

Reabre el parking del Pascual sin que haya novedades sobre la puesta en servicio del hospital

El acuerdo entre la Junta de Andalucía y la empresa José Manuel Pascual Pascual S.A. se oficializó a finales de junio. La cesión del edificio sanitario es por 5 años y la empresa privada se reservaba la explotación del aparcamiento. El servicio sanitario, concebido como una ampliación transitoria de Carlos Haya mientras llega el tercer hospital, será prestado por el SAS, pero se mantendrá la cartelería y la denominación.

La empresa que gestiona el parking pertenece al Grupo Bolton, que cuenta con 19 aparcamientos en Madrid, 6 en Barcelona, 1 en Santander y ahora otro en Málaga capital.

La empresa ha colocado numerosas señales en las calles aledañas y un llamativo cartel luminoso como reclamo. El aparcamiento opera las 24 horas del día y sus tarifas son 3 euros la hora y 30, el día completo. Sin embargo, la reserva online permite rebajar el precio de la jornada a 20,95.

Se trata de unas 80 plazas situadas a la espalda del Santuario de la Victoria, tanto cubiertas como al aire libre. El acceso se realiza por la Plazuela del Cristo del Amor y la salida por la calle Amargura. Se trata, además, de un equipamiento que tiene su importancia en un entorno en el que hay bastantes problemas de aparcamiento.

La puerta principal del hospital, en la calle Amargura 33, sigue cerrada a cal y canto a la espera de novedades sobre la reapertura como centro público. En un principio, la Junta de Andalucía fijó el primer semestre de este año para posteriormente hablar de finales de 2023. La última fecha dada en sede parlamentaria por la consejera de Salud, Catalina García, es el primer semestre del año que viene.

El hospital estará concebido para descargar al Regional y enfocado a asistencia ambulatoria, de pacientes pluripatológicos (de larga y media estancia) y a cirugías. La intención es ponerlo en marcha en dos fases. En la primera, se habilitarán 104 camas y, en la segunda, 96.

El hospital cerró sus puertas definitivamente en marzo de 2021, aunque Salud dio por extinguida la autorización en diciembre de 2020. En los últimos tiempos, la actividad era testimonial, reducida a psicología y cirugía plástica. La pandemia terminó de rematar un centro que había dejado de prestar conciertos con el SAS, que era su principal cliente. De hecho, desde 1994, cuando se abrió, el centro tuvo más de 300.000 pacientes quirúrgicos.