El empresario Rafael Prado ha sido doble protagonista de este año que está a punto de concluir. Por un lado, el histórico hostelero cerró el pasado mes de enero su Café Central, negocio centenario que enseñó a los malagueños la forma de pedir un café; ... por el otro, el pasado mes de agosto fue el abanderado de la Feria de Málaga y el encargado de portar la bandera de la ciudad durante la romería hasta el Santuario de la Victoria.
Publicidad
Prado fue designado por la Asociación Centro Histórico de Málaga-CCA, que es la encargada de organizar el acto, y portó la bandera con gran orgullo y sintiéndose «teniente general de los ejércitos generales de la alegría». Para él, llevar la bandera de la ciudad supuso una responsabilidad que llevó con orgullo, ya que «detrás de esa enseña hay muchos valores». Antes de subirse a la carroza que le llevó hasta La Victoria dijo: «Me va a costar mucho trabajo ser humilde llevando la bandera de mi tierra. Tuve la suerte de vivir en el paraíso y seguir viviendo en él».
Durante el acto de presentación, la presidenta de la asociación de comerciantes, Juanibel Vera, glosó su figura y dijo de él que es una persona «muy comprometida con Málaga y un referente como empresario». En la misma línea, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, valoró «su compromiso por Málaga y su cariño por la ciudad».
En el lado menos positivo, Prado cerró el pasado mes de enero el Café Central, negocio referente del Centro ubicado en la plaza de la Constitución. Prado se jubiló entonces y retiró del mundo hostelero, en el que continúan sus hijos.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.