La quiebra de una constructora catalana paraliza las obras del puente de Tetuán en Málaga

Ambas intervenciones se encuentran actualmente paralizadas a la espera de que se resuelvan diversos trámites con la administración concursal de la constructora, que acumula una deuda de unos 25 millones de euros y cerca de un millar de acreedores, entre administraciones, entidades bancarias y proveedores, repartidos por Cataluña y el resto del país.

En el caso de las obras del puente de Tetuán, que han sido cubiertas con plásticos a la espera de que se concrete si pueden retomarse o no, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha explicado a SUR que se ha aprobado una «suspensión temporal» de los trabajos y que el Ayuntamiento están en conversaciones con el administrador concursal para ver si es posible reanudarlos en próximas fechas sin tener que cambiar de constructora. «Vamos a ver si somos capaces de reactivar esta obra, parece que igual no se pierde», ha afirmado López, quien por ahora descarta la opción de tener que volver a sacar a concurso lo que resta por hacer del proyecto, o tirar de las siguientes empresas mejor valoradas para la adjudicación de esta actuación, que incluía una mejora y ampliación del mobiliario urbano de la Alameda Principal con la instalación de 51 sillas fijas, cinco bancos, cuatro aparcabicicletas y 13 papeleras.

La otra afectada por el concurso de acreedores de Abolafio Construcciones es la Hermandad de la Salutación, de la parroquia de San Felipe Neri. Esta corporación del Domingo de Ramos había acordado con esta empresa la cesión de un solar de su propiedad en la calle Parras, junto a la fachada del templo, para la construcción de un edificio de viviendas que iba a contener en su planta baja un salón para albergar los tronos de la cofradía. Este espacio quedará unido con una casa adyacente en la que la Salutación ha tenido hasta ahora sus dependencias.

El hermano mayor, Manuel Calderón, ha explicado que las obras de rehabilitación de esa casa anexa ya habían comenzado pero quedaron paradas meses atrás por la quiebra de la empresa. Ante esta tesitura, la cofradía ha optado por resolver el acuerdo que tenía con ella y sustituirla por la sociedad jiennense Gecvedur. Sin embargo, el traspaso de la licencia de obras que obtuvo Abolafio depende todavía de que lo autorice el administrador concursal. «Aún no sabemos si la nueva empresa va a poder subrogarse a la licencia de obras concedida o habrá que solicitarla de nuevo», ha explicado Calderón.

Ampliar

No obstante, ha asegurado que el acuerdo con Gecvedur ya está firmado y que en los próximos días se van a retomar las obras de reforma de la antigua casa hermandad, ya que su puesta en valor urgente está forzada por una orden de ejecución del Ayuntamiento, a raíz de una denuncia de la asociación de vecinos Arrabal de Fontanalla. El hermano mayor ha confiado en que el administrador concursal dé vía libre al traspaso de la licencia de obras, y ha destacado que el contrato con la nueva constructora es más ventajoso a nivel económico para la cofradía.