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Siete años después de que el Ayuntamiento de Málaga abriera los terrenos del antiguo campamento Benítez al uso ciudadano, como zona de esparcimiento, aunque de manera provisional, este enclave del extremo oeste del término municipal cierra por obras durante al menos un año y medio. ... El alcalde, Francisco de la Torre, ha protagonizado este martes el acto de inicio oficial de los trabajos para convertir las 27 hectáreas del antiguo acuartelamiento en un parque metropolitano del que podrán hacer uso no solo los vecinos de la capital, sino también los de otros municipios cercanos como Torremolinos o Alhaurín de la Torre.
«Proyectos como este nos ayudan a que nos sintamos parte de la Gran Málaga que componen la capital y los municipios más próximos», ha destacado el regidor, quien ha admitido que las obras que va a iniciarse esta misma semana «no son compatibles» con el uso que hasta ahora se venía haciendo del espacio, en el que se llegaron a instalar papeleras y mesas con bancos para poder comer.
La unión de las empresas Vías y Construcciones, por un lado, y Lasor, por otro, ya ha colocado en la zona las casetas de obra para desarrollar un proyecto presupuestado en 10 millones de euros que va a sumar mil nuevos ejemplares de árboles, 43.000 arbustos y 110.000 metros cuadrados de praderas a una zona en la que ya existe un pinar consolidado. Paloma Muñoz, ingeniera paisajista que ha diseñado el parque, ha explicado que se procurará que exista un «consumo mínimo de riego por goteo» para el que se empleará el agua reciclada procedente de la depuradora del Guadalhorce. Para ello, Emasa realizará en paralelo a las obras del parque el proyecto de una tubería que también permitirá utilizar agua reciclada para el riego del campo de golf de Guadalmar y el que se realizará en la futura zona residencial de Rojas Santa Tecla, en Churriana.
Javier Pérez de la Fuente, responsable de proyectos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, representada también por la concejala Carmen Casero, ha destacado que el Benítez va a ser la mayor zona verde de Málaga, articulada en torno a una plaza central de 6.300 metros cuadrados, que es el doble de la superficie de la plaza de la Constitución. De esa plaza partirán cuatro caminos en distintas direcciones para recorrer la totalidad de los suelos del futuro parque que, en total, dispondrá de cuatro kilómetros de rutas secundarias para pasear y correr.
La otra plaza del parque, de 950 metros cuadrados, estará junto a la antigua portada del campamento, que todavía se mantiene en pie junto a un muro sostenido por puntales. En este espacio habrá pérgolas y cubiertas vegetales para generar zonas de sombra. Aunque inicialmente se había planteado que esta portada, que va a ser restaurada, pudiera albergar una cafetería, finalmente esta idea ha sido descartada porque, según ha aclarado De la Torre, una de las condiciones que puso el Gobierno central para la cesión de estos suelos a la ciudad es que no tuvieran fin lucrativo alguno. No obstante, en la zona de la portada estará una de las tres zonas de aseos con las que contará el parque.
En el centro de los suelos del Benítez, ocupando una superficie de 7.500 metros cuadrados, se habilitará una pradera con caminos y áreas de estancia. Asimismo, el parque contará con una zona deportiva de 13.000 metros cuadrados dotada con tres pistas de baloncesto, una pista de vóley-playa y una zona de fitness con 18 aparatos de gimnasia. Junto a la zona deportiva, se reservarán 2.000 metros cuadrados para un parque canino, y al norte habrá una pista de 6.000 metros cuadrados con obstáculos y rampas para la práctica de la disciplina ciclista BMX.
En cuanto a las zonas infantiles, Urbanismo ha proyectado cuatro áreas de juego. La primera de ellas, junto a la plaza central, abarcará una superficie de 3.000 metros cuadrados con 14 variedades de juegos entre las que destaca una torre de 10 metros de altura. Habrá otra junto al acceso norte, de 300 metros cuadrados, que estará dividida en dos subzonas: una compuesta por juegos de arena y agua, y otra en la que se contemplan juegos tradicionales como columpios, balancines y carruseles. Asimismo, en el camino de acceso oeste se habilitará un espacio con siete instrumentos musicales fijos, y un área de juegos deportivos que estará dotada de una sucesión de diez obstáculos alineados en forma de circuito.
Para preservar su seguridad, el futuro parque estará vallado perimetralmente, lo que permitirá cerrarlo por la noche, y dispondrá de un sistema de cámaras de videovigilancia. En cuanto a los aparcamientos, se realizará un vial de 980 metros que bordeará los suelos por el este y el sur, y en el que podrán tener cabida unos 116 estacionamientos. Además, el proyecto contempla instalar 168 bancos de diferentes modelos, banquetas, ocho fuentes y 87 papeleras.
En cuanto a infraestructuras y servicios, el proyecto contempla una red de riego automatizado y agua potable, que podrá controlarse a distancia, la ejecución de badenes para salvar el paso del agua por los caminos y viales, la ampliación de la red de saneamiento existente y un alumbrado público mediante lámparas LED.
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