Puesta de largo en la Casona con voto nulo y promesa enrevesada

Esto descolocó a la sillería, que estaba atenta a las tareas de aproximación, y se producían las risas en la bancada socialista, con comentarios que llegaban por WhatsApp, del tipo «siempre contamos con un topo en el PP... ya hasta nos vota en la investidura y todo». En fin, subsanado este escollo, el alcalde cogía los atributos, el bastón de mando, la medalla y demás distinciones y recibía el aplauso unánime de toda la Corporación y de la sillería. Más tarde, ya relajado en los pasillos, el regidor afirmaba a este periódico que se recordará esta toma de posesión por la anécdota de los votos, que era un «símbolo, un símbolo de la gran coalición que habrá que hacer algún día en este país». Cintura no le falta, la verdad.

Las promesas y los juramentos también dieron que hablar. Sobre todo porque la secretaria general del pleno tuvo que preguntar en dos ocasiones a Toni Morillas si acataba la Constitución. La que va a ser portavoz de Con Málaga (Podemos e IU) afirmaba en este momento trascendental: «Por una Málaga feminista, que ponga por delante la sostenibilidad de la vida y del planeta». Dos veces lo repetía, así que dos veces le preguntaba la secretaria general si acataba la Constitución, y la última decía: «Sí prometo». Más tarde, en su discurso, también se distinguió, por el todas, todos y todes.

Los concejales del PP juraban todos, lo que lleva implícito cierta adscripción religiosa, mientras que en el PSOE sólo lo hacían dos, Dani Pérez y Mari Carmen Martín; el resto de los socialistas ha prometido al igual que los dos concejales de Con Málaga. Los dos ediles de Vox juraban, sin embargo, cumplir la Constitución.

La sesión tuvo sus más y sus menos. Mientras todo esto ocurría dentro del salón de plenos, familiares y amigos de los concejales copaban el salón de los Espejos y el patio de Banderas. El Ayuntamiento de Málaga estaba 'overbooking', uno de los motivos por los que no se ofreció la típica copa española (un aperitivo), ya que no había espacio habilitado para servirlo al ocuparse de sillas todos los salones.

Una cuestión llamativa en el salón de plenos es la ubicación de Vox, nuevo partido con representación, y de Con Málaga (antiguo Unidas Podemos) en las bancadas. Ambos, en el extremo derecho y en el izquierdo del arco político, pero juntos en la misma bancada, y uno al lado del otro. De hecho, en la bancada de la izquierda nadie aplaudió cuando el futuro portavoz de Vox, Antonio Alcázar, terminó su discurso. Siete minutos cada representante de partido, mientras que el alcalde de Málaga, muy comedido en esta ocasión con el tiempo, no se fue más allá de los 22 minutos. Todo un récord, máxime cuando se le recuerdan debates del estado de la ciudad de hora y media.

Como todo no iba a ser sesión, equivocaciones y promesas, de lo mejor de la nueva Corporación en la fiesta de la toma de posesión era el amplio colorido que aportaban las concejalas a ambas bancadas. La popular Elisa Pérez de Siles adoptó el tono ejecutiva, gris, al igual que su compañera Mari Paz Flores. De distintas tonalidades de rosa iban las también populares Mar Torres, Mariana Pineda y Penélope Gómez; la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, de naranja, (el color del partido extinto en el Ayuntamiento, Ciudadanos), mientras que la popular Alicia Izquierdo y la socialista Rosa del Mar Rodríguez optaron por el blanco. Teresa Porras llevaba un conjunto blanco y negro mientras que la nueva concejala de Urbanismo, Carmen Casero, iba de celeste cielo. La concejala de Vox, Yolanda Gómez, de negro riguroso, y la socialista Begoña Medina, de tonos tostados. En las corbatas no hubo nada a destacar, bueno sí, que De la Torre y Dani Pérez suelen llevarlas diferentes al color de su partido, rojo y azul, y que el concejal de Con Málaga Nicolás Sguiglia decidió no usarla, y en vez de blazer optó por una sahariana. Para próximas ocasiones de tiros largos, y siendo argentino de nacimiento, una guayabera, que es el traje de gala en Sudamérica, podría suponer el original punto de inflexión frente al consabido traje de chaqueta. Ahí lo dejamos.

Entre los invitados, en el salón de plenos, el que fuera alcalde de Málaga Luis Merino y la consejera de Economía de la Junta, Carolina España, entre otras autoridades civiles y militares, así como la mujer del alcalde Rosa Francia, en primera fila. En las últimas, la que era concejala en funciones al empezar el pleno, la ex de Unidas Podemos Paqui Macías, que estaba muy atenta a la sesión. Un pleno de toma de posesión que no se olvidará por el doble voto. La pregunta quedará siempre en el aire: ¿Qué popular se 'equivocó' y metió dos papeletas juntas, una de De la Torre y otra de Dani Pérez? ¡Qué misterio!