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El Puerto de Málaga ansiaba recuperar desde 2019 la línea marítima con Tánger (Marruecos), una de las principales puertas de entrada y salida de productos y personas en el continente africano. En 2018 se produjo una breve experiencia, que no llegó a cuajar, pero que ... demostró que era posible contar con estos servicios, hasta ahora reservados a Algeciras. Entonces, habían pasado 38 años desde que el último barco uniera las dos ciudades más importantes del Estrecho, aunque en un contexto social y económico que no tiene nada que ver con el actual.
Después de meses de negociaciones entre la compañía malagueña Marítima Peregar y las autoridades portuarias de la capital malagueña y de Tánger Med, esta conexión será de nuevo una realidad a partir del próximo día 6 de marzo. Inicialmente operará para mercancías, con una previsión de tráfico que multiplica la que había hace cinco años; si bien a medio plazo se pretende también que pueda transportar a pasajeros.
Joaquín Pérez Muñoz, administrador de Marítima Peregar, anuncia que el 5 de marzo recibirán el barco, de tipo Ro-Ro (carga rodada) y llamado Friedrich Russ (153 metros de eslora y 21 de manga, construido en 1999). Al día siguiente, tendrá lugar la primera operativa de embarque y el primer trayecto desde Málaga a Tánger Med.
Habrá una rotación diaria en cada sentido, de lunes a domingo, con salida desde Málaga a las 14.00 horas y llegada a las 22.00; y vuelta desde Marruecos a las 23.59 y amarre en la capital malagueña a las 8.00 horas.
La estimación inicial de la naviera es tener un movimiento «mínimo» de 80 unidades (plataformas de remolque y camiones) por cada rotación, esto es, unos 40 por trayecto. Esta cifra ya supone el doble de lo que actualmente se mueve con Melilla. El buque Ro-Ro tiene capacidad para un máximo de 105 unidades, con hasta 12 conductores en régimen de carga. Cuando llegue al máximo, podrá mover hasta 200 plataformas diarias, y la capacidad de almacenaje está garantizada en el muelle cuatro.
Entre los principales productos, destaca la importación y exportación de textil (con el envío de tejidos y la llegada de productos manufacturados); así como componentes de automoción (hacia o desde las fábricas de Renault y Peugeot en Tánger). Así como la adquisición de productos hortofrutícolas, tanto marroquíes como procedentes de Senegal y Mauritania. «Ya hay varios clientes que han firmado contratos con la naviera», asegura el empresario malagueño. Tras sólo cinco horas de travesía, cualquier producto estará a disposición del cliente en la orilla contraria.
Los horarios están ajustados a los actuales servicios aduaneros y, a futuro, paraduaneros, en la capital malagueña; de ahí que se trabajará siempre entre las 8.00 y las 14.00 horas (no existen en el Puerto servicios de este tipo durante la tarde y noche). La operativa se llevará a cabo en el muelle 4, y a medio plazo ocupará parte del espacio que hasta ahora tenía el astillero Mario López, en la trasera del muelle 5, para dar servicio a la carga, una vez que la línea esté a plena actividad.
Al tratarse de un tercer país, por cuestiones aduaneras, estos tráficos estarán segregados de los de Melilla, de manera que esos muelles se especializarán en la gestión fronteriza y aduanera. En este espacio se pueden llegar a atender simultáneamente a cuatro barcos; y con una pequeña modificación, hasta cinco.
«El desarrollo de Marruecos y la relación con España y Europa cada día se consolida más, el sur de España es la puerta de salida y Tánger, la principal entrada, que se ha convertido en una súper infraestructura para este tipo de tráficos, y sigue creciendo», añade Joaquín Pérez Muñoz. En cuanto a Málaga, supondrá un fuerte aumento de la capacidad del 'hinterland' del Puerto, «para dar servicio a los importadores y exportadores de la provincia, para quienes esto va a ser una herramienta». Además, dará seguridad logística a los operadores, ya que estos podrán elegir en cada momento entre cruzar por Algeciras o hacerlo por Málaga.
Entre los potenciales clientes también están los subtropicales de la Axarquía y las industrias cárnicas malagueñas, que actualmente se mueven por Algeciras, con un nivel de saturación muy elevado, ante lo que la nueva línea viene a ser un complemento para evitar que los tráficos salgan de su ámbito natural, que es el Estrecho y Mar de Alborán, y se marchen a otros países.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, destaca precisamente la oportunidad que se abre de generar negocio para las empresas importadoras y exportadoras de Málaga y su entorno, que «tendrán un mayor campo de actividad, y se abren nuevas opciones logísticas, porque la conexión directa permite enlazar con otro nodo de primer orden mundial, además de Algeciras».
La nueva línea marítima tampoco pierde de vista la conexión que el Puerto de Málaga tiene con el ferrocarril, con grandes posibilidades de intermodalidad, primero hacia la terminal de Los Prados, actualmente en desuso; y posteriormente con el Puerto Seco de Antequera. De esta forma, se pretende llegar a conectar mediante el ramal central con la futura autopista ferroviaria con Madrid y Zaragoza, con un menor impacto ambiental que mediante camiones, que es una exigencia de la UE. Este aspecto vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de soterrar las vías del tren a su paso por la ciudad.
A medio plazo, el objetivo de Marítima Peregar y de la Autoridad Portuaria es incorporar la posibilidad de transportar pasajeros, especialmente de cara a la Operación Paso del Estrecho (OPE) del próximo verano. Esa opción está todavía pendiente de las últimas autorizaciones y permisos en Marruecos. «La línea nace con la vocación de desarrollar todas las posibilidades que tiene el Puerto de Málaga con relación a Tánger Med», subraya el empresario.
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