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Miguel Ángel Almendro: «Todas las personas de más de 40 años deberían hacerse las pruebas del glaucoma»Miguel Ángel Almendro es oftalmólogo del Hospital Regional de Málaga, pero dentro de esa especialidad él es experto en glaucoma, una enfermedad que afecta a un porcentaje muy elevado de la población. Este domingo se conmemora el día de lucha contra una dolencia conocida como ... la 'ceguera silenciosa', ya que el glaucoma es irreversible, pero además en una primera fase es también asintomático. Por eso insiste en la necesidad de la prevención a través de las revisiones periódicas. Aun así, las investigaciones siguen en marcha para mejorar los tratamientos en el futuro.
–¿Cuál es la incidencia actual del glaucoma?
–Según los datos que emite la Sociedad Española de Glaucoma, el 3% de la población de España lo padece, es decir, que en torno a un millón o millón y medio de personas tienen la enfermedad. Estos datos están influenciados bastante por el tema de la edad. De manera que si bien entre la década de los 40 y los 50 el porcentaje es aproximadamente entre el 2 y el 2,5 por ciento, esto va aumentando con la edad. A partir de los 60 o 70 años el porcentaje llega al 5% aproximadamente. Estas son las cifras que se barajan aquí en España. Málaga tiene un estándar similar a Madrid, Barcelona y las grandes ciudades.
–¿Cómo se trata el glaucoma en estos momentos?
–El problema del glaucoma es que es la ceguera silenciosa. Inicialmente, durante la primera fase y los primeros años, es una enfermedad totalmente asintomática. De manera que aproximadamente la mitad de las personas que padecen glaucoma no saben que lo tienen. Entonces, muchas veces, cuando nos llegan a nuestro servicio se encuentran en estadios moderados y avanzados. En un principio se trata a base de colirios que intentan disminuir la presión intraocular, porque a pesar de todos los factores de riesgo que tiene el glaucoma, solamente podemos actuar sobre uno de ellos. Es el único factor que podemos modificar y bajándola intentamos que la enfermedad progrese lo más lentamente posible.
–Porque entiendo que la enfermedad no tiene cura.
–Efectivamente. Hay casos que bien con tratamiento médico o bien con tratamiento quirúrgico, conseguimos, por decirlo de algún modo, parar la enfermedad o por lo menos ralentizarla. Lo fundamental es que el ritmo de progresión sea lo más lento posible para que afecte en la menor medida a la calidad de vida del paciente, de manera que conforme va cumpliendo años no se vea mermado en actividades básicas y diarias de su vida. También hay que tener en cuenta que hay tres tipos de glaucoma, y que su evolución depende de si son moderados o más graves.
–¿Hay alguna forma de prevenirlo? ¿Habría que hacerse más controles para evitar detectarlo en un estadio más avanzado? No sé si al ser asintomático también es indetectable…
–Es detectable, es más, se trata de una enfermedad donde la prevención es uno de los aspectos fundamentales del tratamiento, de manera que se aconseja que a partir de los 40 o 45 años todas las personas deberían de pasar por un oftalmólogo para que les haga la revisión y las pruebas correspondientes. De esta manera se puede detectar cuando es asintomático y se puede instaurar el tratamiento lo más pronto posible.
Ceguera silenciosa
Tratamiento
–Y si se detecta en esa fase asintomática, entiendo que exista la probabilidad de que no se desarrolle tanto la enfermedad. ¿O de todas formas va a terminar por desarrollarse?
–Digamos que esto es una carrera contrarreloj en el tiempo. Nuestra finalidad es intentar parar o enlentecer el ritmo de progresión lo máximo posible, pero evidentemente hoy en día tenemos pruebas que son capaces de detectar la enfermedad cuando todavía no ha originado un problema visual en el paciente. Si comenzamos a poner el tratamiento en estas fechas, conseguimos alargar la calidad visual del paciente durante bastantes años. Esto al final es una neuropatía óptica crónica y progresiva, pero con carácter irreversible. Es decir, el daño que se origina sobre las fibras del nervio óptico es absolutamente reversible, de manera que nosotros cuando lo detectamos, lo único que podemos hacer es pararlo. Pero le reitero que el daño que se haya producido y la pérdida visual que ya haya originado, eso no se puede recuperar. De ahí la importancia de un diagnóstico y tratamiento lo más pronto posible.
–¿Tiene la percepción de que la gente en general se preocupa por el glaucoma? ¿Están yendo antes a la consulta?
–Sinceramente, no. La gente todavía no se acaba de concienciar. Primero porque es una enfermedad asintomática, pero también porque existe un poquito el miedo a saber que uno tiene glaucoma. Se les agarra un pellizco en el estómago porque saben por familiares, amigos y personas cercanas que el glaucoma, como no tiene cura y es irreversible, es algo grave. Entonces se hacen menos revisiones de las que realmente debería de hacerse. Sí es cierto que más o menos vamos avanzando, pero evidentemente sigue faltando que la gente se conciencie y vaya a la consulta del oftalmólogo a hacerse las revisiones correspondientes.
–¿Hay algún tipo de perfil de persona más proclive a tener glaucoma? ¿Hay factores de riesgo?
–Hay una serie de factores de riesgo que hacen que las personas que padezcan alguno de ellos sean más candidatos a padecer la enfermedad. En primer lugar está la edad, como le he comentado al principio. Conforme van avanzando los años la prevalencia va aumentando, como en casi todas las enfermedades. En segundo lugar, tener la presión intraocular alta; un síntoma que se puede comprobar en casi cualquier óptica. Ese sería el segundo factor en importancia. El tercero, el factor hereditario. Efectivamente, tener un familiar de primer orden que tenga glaucoma, aumenta enormemente las posibilidad de sufrirlo. En cuarto lugar, la miopía degenerativa. Esos ojos son más candidatos, más propensos a padecer de glaucoma. Y por último, hay un riesgo mayor en aquellas personas que tienen trastornos cardíacos o circulatorios más o menos importantes y que no están controlados. Para que me entienda, la hipertensión, el colesterol, la diabetes... todo esto de alguna manera disminuye el riego sanguíneo hacia el nervio del ojo. Y si el ojo está ya un poquito maltratado, pues esto añade un suplemento de daño. Estos son los principales factores de riesgo. Los que tengan más de uno deberían acudir en forma periódica al oftalmólogo.
Prevención
Riesgo
–Por último le quería preguntar por el tema de la investigación. ¿Veremos una cura en el futuro?
–En la investigación relacionada con el glaucoma fundamentalmente hay dos vías. La primera es la que tiene que ver con los tratamientos, en este caso con los colirios. En eso hay múltiples ensayos, nunca se sabe, porque cualquier día uno da un bombazo con un medicamento. Pero es complicado porque no es lo mismo coger un paciente con glaucoma al principio, que responde mejor que cuando ya te viene muy deteriorado. En cuanto al tema de cirugía, en los últimos años ha evolucionado enormemente, ya que han surgido diversos dispositivos de drenaje para disminuir la presión intraocular y favorecer la salida del humor acuoso desde el interior del ojo hacia el exterior. Afortunadamente, en nuestro servicio en la Unidad Tecnología del Hospital Civil disponemos de todos los dispositivos y estamos bastante bien en este sentido.
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