El proyecto de hotel de lujo en Correos toma velocidad tras una decisión clave de la Junta

Esto supone un gran avance para el proyecto ya que, aunque en teoría ese tipo de evaluaciones deberían tardar tres o cuatro meses, en la práctica duran uno o dos años por la lentitud de la burocracia de la administración regional. De este modo, se da un paso decisivo para que el proyecto pueda seguir su curso en el Ayuntamiento, de forma que la transformación del edificio en un hotel de primer nivel podría quedar aprobada a lo largo del año que viene.

Este cambio se tramitará como una actuación de mejora urbana, desarrollada por un estudio de ordenación, con el asesoramiento de la consultora Ejecución del Planeamiento, en la que la propiedad de Correos ha confiado los primeros pasos para el proyecto. Fuentes de la administración regional han puntualizado que la ley ambiental andaluza señala que pueden excluirse de la evaluación estratégica previa los proyectos que no tienen impactos significativos sobre el medio ambiente, como es el caso de reformas interiores y estudios de ordenación, que es el canal elegido para la transformación de Correos.

El edificio fue adquirido en 2019 por el magnate israelí Haim Tsuff por 23,5 millones de euros en una subasta de la Junta y desde entonces han sido varias las gestiones que se han sucedido para su transformación en hotel, que resulta complicada por la calificación del inmueble como equipamiento.

No obstante, como informó SUR el pasado 1 de julio, una instrucción urbanística de la Junta facilita ese cambio al no exigir que se compense la pérdida de un equipamiento privado, como es el caso de este edificio, con el trasvase de esa calificación a otros suelos de la ciudad. Para ese canjeo, Tsuff ya había adquirido dos terrenos en El Candado y la Granja Suárez, con una superficie de 6.500 y 9.400 metros cuadrados, respectivamente. A partir de ahora, según ha podido conocer este periódico, esos suelos se van a retirar del expediente porque ya no son necesarios, lo que también va a acelerar la llegada del hotel.

Son varias las cuestiones sobre las que los técnicos de Urbanismo habían expresado inicialmente sus reparos en relación a este proyecto. Una de ellas hacía alusión a que el edificio no crezca más allá de su envolvente actual (ya que su construcción supera con creces lo permitido por la normativa urbanística en ese espacio de la ciudad), premisa que condicionaba el deseo de su propietario de aumentar la superficie útil para el uso hotelero de lujo que se le quiere dar, lo que requiere que el número de habitaciones se aproxime a las doscientas.

Para salvar este aspecto, el propietario de Correos, asesorado igualmente por Francisco Ruiz, ha propuesto demoler el basamento sur del edificio actual, con fachada a la avenida de la Aurora y la calle Cristo de la Expiración, y realizar en este espacio, sobre dos plantas de sótano para unas cien plazas de aparcamiento, una nueva edificación de planta baja más tres que no superará la altura del cuerpo actual, unos 14 metros.

En cualquier caso, todo parece indicar que pronto echará a andar definitivamente la tramitación para que el viejo Correos, construido en 1986 y aquejado de desprendimientos en el recubrimiento de su fachada, que sería totalmente renovada, pueda transformarse en un hotel de lujo para Málaga tras una pandemia y varios años en los que ha estado en cuestión la fórmula para que esto sea posible.

Según los estudios del promotor, este hotel podría dar trabajo a unas 150 personas de manera fija durante su explotación, y a más de 210 durante su ejecución, que está valorada en 28,9 millones de euros, de los que 20,4 millones se dedican a la rehabilitación del edificio y 8,5 millones a la construcción del nuevo basamento.

Por parte del representante de Tsuff, Francisco Manuel Ruiz, siempre se ha expresado la intención de que el hotel sea de la máxima categoría a nivel mundial, como Mandarín, Ritz Carlton o Four Seasons. Según se expone en el proyecto aportado por los promotores del hotel, «actualmente hay en la ciudad de Málaga aproximadamente mil plazas de hoteles de cinco estrellas, si bien como plazas hoteleras de gran lujo sólo se pueden computar las 380 del único hotel cinco estrellas gran lujo existente, que es el Gran Hotel Miramar». Asimismo, en el documento de los privados se hace alusión a un informe emitido por la propia Gerencia Municipal de Urbanismo el pasado 13 de febrero en el que se concluye que, tras realizar una comparativa con la oferta hotelera de otras ciudades, «parece demostrado que la oferta hotelera de Málaga tiene aún recorrido, fundamentalmente en las categorías hoteleras superiores».

En concreto, se señala que «si bien a nivel general ha mejorado sensiblemente en los últimos años, habiendo pasado de más o menos 3.000 plazas en 1995 a unas 15.000 en la actualidad, tiene comparativamente menos plazas que la ciudad de Sevilla, que debería ser en este aspecto un referente». Así, se apunta que Sevilla cuenta con seis hoteles de cinco estrellas y otros seis de cinco estrellas gran lujo. Asimismo, Granada dispone de seis hoteles de cinco estrellas, y dos de cinco estrellas gran lujo. Por ello, Urbanismo concluye que «se considera razonable poder alcanzar una oferta al menos equiparable en cuanto a calidad turística a otras capitales andaluzas».