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Pomares, Bautista, Catalá y Pardo, durante la presentación de la memoria anual de Proyecto Hombre.
Proyecto Hombre 2021: Las mujeres buscan ayuda más tarde y cuando han tocado fondo

Proyecto Hombre 2021: Las mujeres buscan ayuda más tarde y cuando han tocado fondo

La fundación Cesma-Proyecto Hombre presenta su memoria de 2021, año en que aumentaron los usuarios hasta los 1.268 en la capital

Lunes, 17 de octubre 2022, 14:17

Proyecto Hombre ha dado cuenta un año más del trabajo realizado a lo largo de 2021, periodo en el que atendieron a 1.268 personas en Málaga capital, un centenar más que durante los meses de pandemia en que las actividades se redujeron al mínimo, «aunque no los esfuerzos», subrayan. Vuelta a la normalidad, desde esta institución se han volcado en revertir las problemáticas con las que acuden los usuarios, que según se desprende de la memoria anual presentada esta mañana en el Centro Diocesano Císter, no difieren significamente de otros años, aunque hay un dato llamativo: la edad media para pedir ayuda es de 36 años en varones y 39 en mujeres, pero en este último caso se eleva a hasta los 49 en aquellas que no tienen un problema de adicción, es decir, buscan auxilio cuando ya no pueden más.

En general, del millar de usuarios que acudieron a Proyecto Hombre en 2021, 877 han sido varones (69%) y 391 mujeres (31%). De éstas, algo más del 25% acudieron demandando ayuda por alguna adición y el otro casi 6% por otros problemas. Y aquí es donde desde esta institución ponen el foco, porque son mujeres que pese a haber perdido sus esperanzas de vida desde hace tiempo tardan en buscar apoyo (la media de edad ha pasado de 42 a 49 años en este último ejercicio, mientras que en los hombres está en torno a los 36). «Así, 41 de ellas han acudido al programa Estigma, dirigido a aquellas que se han olvidado de sí mismas, que cuidan a otros y tiene una autoestima muy baja. Las otras 31 han realizado el programa Alaia (Alegre), destinado a quienes sufren un trastorno persistente de depresión, que arrastran desde hace años, y presentan un interés nulo por vivir. En la mayoría de los casos medicándose, a veces hasta sin pautas médica para soportar su malestar», explica Belén Pardo, directora del Proyecto Hombre Málaga.

En este último año, han contado con un presupuesto de 1.334.441 euros (algo mayor que en el ejercicio anterior que fue de 1.100.000 euros), cuyo 86% va destinado principalmente a sueldos. Conseguirlo representa una odisea anual, «una burrada», en palabras de su directora, quien ha indicado que en torno al 60% del mismo procede de ayudas públicas; un 26% fueron donaciones de familias y aportaciones de usuarios y el 14% restante se sufragó con actividades, eventos y donaciones de particulares.

En este sentido, el obispo de Málaga y presidente de la Fundación Cesma-Proyecto Hombre, Jesús Catalá ha querido incidir en esa colaboración que realizan los familiares, «porque en esta vida no hay nada gratis. Si alguien recibe algo es porque hay otras personas detrás que lo pagan». Catalá ha puesto en valor la labor de «reconstrucción personal» que se realiza desde Proyecto Hombre. «Son personas que no están en condiciones de sustentar su vida y aquí encuentran un lugar en el aceptarse y superar el bache». Catalá ha asegurado que la droga ya no una lacra social como hace 30 o 40 años y que hay menos conciencia de la gravedad del problema« y eso puede llevar a que aumente», ha alertado.

Por otra parte, de las personas que inician un proceso de adicción, el 41,5% de los varones refiere que su principal problema es el uso de la cocaína, seguido del consumo de cocaína y alcohol, y en último lugar de cannabis. En lo que se refiere a las mujeres, el 39,3 acude principalmente por su dependencia al alcohol, seguido del consumo de cocaína, o de cocaína y alcohol.

Precisamente, desde Proyecto Hombre destacan la labor desempeñada en el programa Concilia, destinado a personas con una adicción, pero que no han sufrido aún consecuencias asociadas a ese consumo y por tanto, no presentan problemas de desestructuración familiar o social. «Son personas que compaginan su proceso terapéutico con su vida diaria y esto es bueno, porque significa que hay una tendencia a no esperar tanto para pedir ayuda y, por tanto, que haya mayor probabilidad de terminar el proceso con éxito».

En este sentido, el concejal de Derechos Sociales, Francisco Pomares, ha llamado la atención sobre la capacidad de reinvención de Proyecto Hombre para adaptarse a las «nuevas realidades», entre las que ha destacado los problemas de salud mental, de soledad o los que arrastran muchas mujeres, y también sobre la necesidad de no bajar la guardia, «porque las adicciones siguen matando. Detrás de cada uno hay una historia de vida rota, pero hay que lanzar el mensaje de que se puede salir con ayuda, buen hacer y, sobre todo, con vocación de servicio».

En el acto, también ha estado presente el delegado de Salud en Málaga, Carlos Bautista, quien ha resalto el esfuerzo hecho en estos últimos años para aumentar los recursos que permitan una mejor atención en salud mental. «A veces, los afectados necesitan ayuda, un apoyo emocional y afectivo sincero para salir de ese ambiente difícil, pero también hacen falta recursos», ha subrayado. En este sentido se ha referido a la unidad para el tratamiento intracomunitario fuera de los hospitales para la salud mental ya en marcha «y al que se sumará un segundo en pocos meses en el barrio de la Trinidad», ha anunciado.

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