Vecinos de Churriana se manifestaron ayer para mostrar su absoluto rechazo a la futura construcción de una nueva gasolinera en la calle Peñuelas. Los residentes denuncian que la nueva instalación se situaría junto a un importante núcleo de viviendas e incluso una guardería.
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Los convocantes, que se concentraron con pancartas, aseguran llevar luchando sobre este tema desde hace varios años, aunque la situación se ha complicado ahora, ya que el equipo de gobierno ha decidido reactivar el proyecto sin reunirse con ellos ni darles una explicación.
La aprobación del cambio de uso del suelo se prevé aprobar hoy en el Pleno, tras su paso esta misma semana por la Comisión de Urbanismo. Por ello, hoy también prevén concentrarse en la puerta del Ayuntamiento antes de la celebración del Pleno.
Los residentes lamentan que la apertura de una gasolinera afectaría a su calidad de vida, aumentaría el ruido y la contaminación, algo que ellos no pueden aceptar. «Si el proyecto sigue adelante, las viviendas se van a devaluar y nos vamos a quedar atrapados en esta zona», lamenta Marta Ferrer. En esta misma línea, añade que el suelo sobre el que se pretende construir está catalogado como comercial, algo que sí hace falta en la zona.
Del mismo modo, consideran que el servicio está suficientemente atendido en el distrito, ya que hay dos gasolineras en la misma calle, a apenas 300 metros de distancia.
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