Un centenar de vecinos de Puerto de la Torre protesta por su autobús

Los vecinos explicaban la intención de la EMT de que la línea número 21, que tradicionalmente ha llegado hasta la junta de los caminos (por encima de la autovía) no lo haga, y se quede abajo como cabecera de línea, en la rotonda del Colegio Europa, les supone un quebradero de cabeza, más que nada porque el cambio a la línea C5, que sería un circular que sí subiría, acortaría enormemente las frecuencias, y el primero pasaría a las 9.00 en vez de las 7.05, como ahora, y el último sería a las 20.40 horas. Rafael Linares, que se presentaba como padre de nueve hijos, tomaba la palabra para decir que los niños y jóvenes no pueden «tirarse a la carretera y pasar por debajo de la autovía, e ir andando por zonas en las que no hay aceras a las 6.30 horas para llegar a sus institutos y colegios a las 8.00 horas» y añadía: «El circular (C5) nos perjudica, nos desvía y nos desconecta de nuestro barrio, el Puerto de la Torre. Nos manda a Teatinos, y a un hospital, que es el Clínico cuando el nuestro de referencia es Carlos Haya; nos desconecta de nuestras farmacias y nuestros bancos».

El problema que ponía sobre la mesa la EMT y que les explicaba el concejal del distrito, Jacobo Florido, el pasado martes, como él mismo subrayaba a este periódico, es que el 21 es una línea muy concurrida que necesita que todos los autobuses sean articulados y de gran tamaño (18 metros) para dar cabida a todos los pasajeros, ya que a la cuarta o quinta parada ya va lleno. Y el hecho de que la junta de los caminos sea la cabecera de la línea impediría que dos autobuses articulados estuviesen apostados ahí para empezar o terminar la ruta al mismo tiempo porque en la carretera no hay espacio. Por este motivo, la EMT pensaba suplir este autobús por el C5, pero en la actualidad, como daba cuenta Florido, se han parado los cambios a la espera de ver cómo funcionan los grandes autobuses articulados de 18 metros en la línea 21 partiendo desde la junta de los caminos, y el C5 tan sólo llegará hasta la rotonda del Colegio Europa, como más tarde también indicaban en una nota de prensa. El portavoz Rafael Linares pedía que este cambio de decisión lo mandaran por escrito, la igual que mandaron una carta antes con los cambios. «Los mensajes son ambiguos y queremos certezas», añadió.

El portavoz socialista, Dani Pérez, que les apoyaba con sus ediles, al igual que más tarde se han sumado los concejales de Con Málaga, ha indicado que Florido no había tenido la decencia de reunirse con los vecinos; se ha ausentado de las reuniones y sólo ha demostrado una actitud chulesca«, para pasar a decir que el Ayuntamiento de Málaga quiere dejar a los vecinos incomunicados. »Nosotros vamos a hacer mociones y no lo vamos a permitir, lo vais a parar y lo vamos a parar«, ha indicado.

Florido, por su parte, aseguró que había ido a la junta de los caminos el pasado martes, como da cuenta en sus redes sociales, y que el pasado lunes los vecinos se reunieron con el jefe del distrito, y dio su palabra de que, por ahora, hasta que se vea cómo funcionan los grandes articulados, el 21 seguirá yendo hasta la junta de los caminos.

Mientras tanto, los vecinos, que han iniciado las movilizaciones y que entienden que deben seguir hasta que les den seguridad de que no habrá cambios en el autobús número 21, han entregado unas 1.500 firmas en el registro de entrada del Ayuntamiento de Málaga. Por su parte, uno de los residentes, Francisco Miguel Díaz, aseguraba que había solicitado una cita por escrito con el alcalde de Málaga y que se la habían denegado.

La portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, se reunía este jueves con la plataforma 'Salvemos nuestro horizonte', con la preocupación puesta en el anuncio que ha hecho el equipo de gobierno del PP respecto a que este mismo mes van a aprobar el Plan Especial del Puerto para dar un paso más en la construcción de lo que será el hotel en el dique de Levante. En la rueda de prensa delante de la Farola, Morillas afirmaba: «Vamos a emplear todos los instrumentos posibles para paralizar la modificación del plan especial y la construcción del rascacielos. Le exigimos al alcalde que pare la modificación del plan especial y que abra un proceso amplio de diálogo y participación». No han sido pocas las veces que este grupo ha pedido una consulta popular en el pleno sin éxito. Morillas indica que el alcalde todavía tiene la oportunidad de escuchar a las más de 1.500 alegaciones al proyecto.