La Protectora de Málaga tramita la adopción de casi 1.700 animales en 2020

Las cifras de salidas hacia un hogar son algo mejores que las del año anterior, cuando las adopciones y las devoluciones a sus dueños sumaron 1.626, por lo que han crecido casi un 4%; aunque también la entrada de ejemplares abandonados ha sido claramente superior (sumaron 2.039 en 2019).

Fue necesario eutanasiar a 28 perros y 30 gatos que llegaron en estado crítico, «en muchas ocasiones debido a la pandemia que nos han tenido confinados», lo que hizo que la reacción para rescatarlos se demorara demasiado. También han fallecido 25 perros y 38 gatos, algunos por enfermedad o vejez, aunque lo más duro, según la presidenta de la entidad, Carmen Manzano, fueron «los cachorros lactantes que nos dejaron en la puerta del refugio, agonizando». «Cada vez puedo entender menos cómo hay gente capaz de quitarles los lactantes a sus madres y dejarlos que agonicen en una caja, tolerancia cero ante semejante barbarie», exclama.

En virtud del convenio con el ayuntamiento se recogieron en el Centro Zoosanitario Municipal (la perrera) 277 perros y 177 gatos. La Protectora también colaboró con los agentes de la Policía Local, Nacional, Bomberos y Seprona de la Guardia Civil para atender 135 partes de servicio de perros y 20 de gatos, entre ellos, el sonado caso del perro Ulises, el cachorro de mastín que apareció dentro de un saco cerrado en la basura, agonizando, y que fue adoptado recientemente por una familia irlandesa.

Fueron devueltos, después de ser adoptados, 62 canes y 20 felinos. «Ver los ojos y las caras de esos animales, que después de estar en una casa, vuelven a un chenil o un patio, es de lo más doloroso que nos pasa a los voluntarios, porque ellos no entienden nada», se lamenta Manzano, y pone de relieve que, aunque a veces los ciudadanos se quejan de los cuestionarios y de los seguimientos para poder adoptar, «equivocarnos en no conseguir la familia adecuada a nuestros animales es un error nuestro que pagan ellos. Cuando se adopta un animal, hay que tener paciencia y darle su tiempo y su espacio de adaptación. Ellos quieren ser parte de una familia, pero tienen que superar a veces muchos traumas y nosotros contamos con profesionales que les pueden ayudar y que siempre ofrecemos».

Por razas, Manzano asegura que los perros considerados de caza (como los podencos) y sus cruces suponen casi un 70% de los acogidos, que son localizados sobre todo en barrios como Churriana, Campanillas y PTA, Camino de Olías, Puerto de la Torre, Maqueda y Santa Rosalía. La responsable de la Sociedad Protectora de Animales espera que la anunciada nueva Ley de Bienestar y Protección Animal de Andalucía proteja realmente a los animales y agradece especialmente su labor a los voluntarios, socios y trabajadores del Refugio, que «han dado muestras de un compromiso increíble». También tiene palabras de gratitud para los ciudadanos malagueños, que «han vuelto a demostrar que son solidarios y comprometidos»; y al Ayuntamiento de la capital, con el que mantienen un convenio que es fundamental para garantizar una actividad con 14 trabajadores contratados y unos presupuestos anuales de unos 500.000 euros.