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Pedro Rodríguez está al frente Sierra Blanca Estates, una de las principales promotoras de turismo residencial de la Costa de Sol que ha recalado en la capital en el proyecto de las tres torres de 20 plantas de Torre del Río, donde promueve la central ( ... a Metrovacesa corresponden las de los extremos). Este empresario considera que esta operación urbanística de viviendas de lujo es un ejemplo más del momento dorado que vive Málaga en cuanto a inversiones y desembarco de multinacionales. Ante las dudas y recelos que inicialmente despertó la realización de una actuación inmobiliaria del más alto nivel en una zona junto a La Térmica y las naves de Nereo, Rodríguez defiende el éxito que alcanzará y exhibe orgulloso la venta de algunas de sus viviendas por más de dos y tres millones de euros.
–¿Por qué entró su empresa en el proyecto de las torres de Torre del Río?
–Entramos porque hace ocho años nos lo ofrecieron y vimos que era una gran oportunidad. Hicimos un estudio de mercado y vimos que hacía falta más calidad. Málaga estaba creciendo, como ahora se está confirmando, de una forma espectacular. Todas las ciudades buscan más turismo pero también más y mejores inversores. Vimos que eso iba a suceder. Están viniendo a Málaga empresas importantes que están creando un empleo no solo de cantidad sino también de calidad. Los promotores de turismo residencial de calidad tenemos que anticiparnos a las tendencias y saber dar respuestas.
–¿Qué va diferenciar este proyecto de otros?
–Especialmente queríamos que tuviera un diseño singular y especial. Para eso se hizo un concurso de arquitectos en el que participaron profesionales de renombre mundial. Con Carlos Lamela nos garantizamos un gran diseño. Vamos a tener calidad en el producto final, y eso no es solo el espacio, el volumen, las instalaciones, la construcción... también otras cosas. En 21 plantas tres son de servicios comunes, como un spa, un gimnasio, un espacio de coworking, tres piscinas, una de ellas climatizada y con visitas al mar... Eso te da la sensación de vivir en un magnífico hotel pero estás en tu propia casa.
–¿Qué ven en Málaga los clientes que ya le han comprado viviendas por encima de dos y tres millones de euros?
– Estamos ayudando a que se perciba no solo como un destino vacacional y cultural, sino al mismo tiempo residencial. Este tipo de proyecto ayuda a eso. Es mucho mejor que estar junto al hoyo de un campo de golf que no tiene buenas conexiones. Málaga te ofrece absolutamente de todo, gastronomía, cultura, instalaciones deportivas, sanitarias, comunicaciones... Eso es lo que tenemos que saber presentar, y eso va a vender a Málaga. Hubo una señora que este verano me dijo que quería comprar el mejor apartamento de la torre y no me pregunto precio.
–¿Qué les diría a quienes dudaban de que podía desarrollarse un proyecto residencial de lujo como este en una zona como La Térmica?
–Me parece normal que se dude. Los que hacen cosas distintas son muy pocos. Me alegra estar en ese grupo. Lo vimos con claridad hace ocho años y solo puede ir mejorando, en proyectos, en gente que va a invertir en Málaga...
pandemia
impacto económico
–¿Cómo ve el futuro de Málaga en cuanto a inversiones inmobiliarias y de todo tipo?
–Está en un inicio en el que se están construyendo más y mejores proyectos, y tenemos que hacer conocer a inversiones nacionales e internacionales que Málaga es una magnífica alternativa residencial dentro de la Costa del Sol y será un éxito, estoy convencido. Si el presente es interesante, el futuro tiene que ser mejor, porque Málaga se ha convertido en un polo de atracción y en un gran motor de desarrollo económico y social. Málaga está consiguiendo objetivos tan importantes, como que destacadas compañías nacionales, y especialmente internacionales, establezcan una sede en la ciudad, y esto es fundamental para elevar su nivel económico y social. Un dato muy importante es que la Universidad está formando más ingenieros telecos, informáticos, en nuevas tecnologías y en puestos que están demandando estas nuevas compañías. Es evidente que para que Málaga o cualquier ciudad progrese, necesita una economía fuerte, un gobierno local eficiente y un entorno atractivo y con futuro, y con todo ya cuenta Málaga.
–Hace poco se presentó un informe que alertaba del tapón que supone para las inversiones el freno de la burocracia de las administraciones. ¿Cuáles son los retos para que esa dinámica no se frene?
–En Málaga a nosotros nos está yendo bien. Teniendo en cuenta las normas y leyes, la administración en general, local, regional y nacional, debería favorecer a un sector que capta una enorme cantidad de inversiones. De cada proyecto inmobiliario, en impuestos, ya sean licencias o IVA, las administraciones llegan a cobrar un 28% del volumen de negocio. En la Costa del Sol, el 60% de los empleos directos e indirectos son consecuencia del turismo residencial. Las administraciones deberían ser más conscientes y ayudar a potenciar y proteger este progreso en su justa medida. Los trámites deberían agilizarse mucho más.
–¿Cómo está afectando la pandemia?
–Muchas personas han tomado decisiones para invertir en la Costa del Sol porque quieren pasar más tiempo donde hay mejor clima, mejor calidad de vida y todos los ingredientes de un gran destino residencial. La playa más paradisiaca del mundo no tiene lo que ya tenemos de infraestructuras. Mis clientes extranjeros se sorprenden de cómo se vive aquí. Tenemos un destino envidiable, no conozco otro mejor en el mundo. No me gusta ser ombliguista, pero es una realidad que debemos cuidar y mejorar todos, empresarios y administración.
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