Premo construye robots capaces de fabricar microchips en Málaga

«Aquí se podrían empaquetar los semiconductores sin problemas», explica Ezequiel Navarro, consejero delegado del grupo Premo, junto a una de las máquinas en una reciente visita institucional de la Junta a sus instalaciones. Actualmente, la mayoría de estos componentes se hacen en Malasia, pero su empresa, en colaboración con otros socios como el instituto Ricardo Valle, está desarrollando la tecnología necesaria, «con lo que la fase de diseño y desarrollo –por una parte– y el empaquetado y montaje posterior se podría hacer en Málaga o en cualquier otra ciudad europea, sin necesidad de depender de Asia».

Premo está instalando 700 robots de este tipo en sus factorías propias y en las de otros clientes. «La idea es poder hacer una fábrica como un lego, de manera que se pueda reconfigurar cuando sea necesario, con tecnología y 'software' abierto y en entornos colaborativos». Estas máquinas equipan cámaras de visión artificial y están programadas para colaborar con los humanos. Además, es posible que un operario las teledirija desde cualquier punto del mundo.

En esta iniciativa participan junto a otras empresas del Parque Tecnológico de Málaga, «para poder montar fábricas en cualquier sitio y en muy poco tiempo». Hasta ahora –añade el empresario– el desafío para poder fabricar en Europa era la limitación por el coste de la mano de obra, «pero ahora puedes fabricar lo que quieras con factorías que son tan automáticas que el coste de la mano de obra ya no es tan relevante, con lo cual la dependencia tecnológica que teníamos de otros países, sobre todo en Asia, se está reduciendo».

El grupo Premo también trabaja en una línea de desarrollo de nanomateriales y materiales químicos avanzados para la construcción de baterías avanzadas para los coches eléctricos, con el objetivo de conseguir que se pueda cargar un vehículo en el mismo o menos tiempo que lo que se tarda en llenar un tanque de gasolina. «El proceso de carga de un coche eléctrico, cuanto más rápido es, más calor genera. Controlando la generación y evacuación del calor podemos conseguir lo que el usuario quiere, que es cargar a la misma velocidad que con un coche de gasolina».

La firma ya tiene dos patentes en este sentido y está a punto de conseguir la tercera, gracias a una nueva formulación que mejora más todavía la conductividad térmica. De este modo, los materiales que están desarrollando se incorporan a los sistemas de carga de baterías de la mayoría de los nuevos coches eléctricos. Y es que la tecnología malagueña del grupo Premo está presente en el 60% de los proyectos de este tipo que se desarrollan en todo el mundo.