Hubo un tiempo en el que casi todo se limitaba al sol y playa. Málaga era la ciudad natal de Picasso y una pequeña parada para seguir luego por otros caminos. La realidad ahora se escribe de otra manera. La vida mediterránea y la calidad aparejada a ella se mantienen. Pero la pequeña parada se ha transformado en un me quedo para siempre. Cada vez vienen más. Si la mayoría de ciudades pierden población, Málaga crece en cada recuento que publica el Instituto Nacional de Estadística. Mucho tiene que ver en ello el desarrollo del sector tecnológico. El viejo sueño de ser algo así como una pequeña Silicon Valley europea, pero con idiosincrasia propia, se puede palpar.
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Esa pujanza tiene sus simbolismos. También eventos y actos que alimentan la crónica sobre la capital de la Costa del Sol como éxito en el plano de la innovación. Los Premios Evolución son un claro ejemplo. Forman parte de la Málaga tecnológica como la 'G' en la puerta de la sede de Google.
Faltan dedos de la mano para nombrar a los que componen eso que se ha venido a llamar ecosistema tecnológico. Pero este jueves se reconocieron a cinco empresas que forman parte el mismo. Los Premios Evolución, organizados por SUR.es y BBVA, con la colaboración de Avanza, entraron en su novena edición. Los galardonados recayeron este año en Hrider, 42 Málaga Fundacion Telefónica, el Instituto Universitario de Investigación en Telecomunicación (Telma), S. Lab y Biotonomy.
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Cada una de ellas serigrafiando a su manera una historia y corroborando que en la Málaga tecnológica las hay de todas las hechuras. Hay 'startups', pero también hay una secuencia de compañías con décadas de experiencia. La entrega de premios, celebrada en la Hacienda Nadales, tiene la letra de varios protagonistas.
Se desarrolló en una tarde menos canicular de lo esperado. Nuria Triguero, periodista de SUR, fue la encargada de moderar los premios. El director de zona de Málaga, Córdoba y Melilla del BBVA, José María Hernández, compareció en cliché de anfitrión para animar a las empresas a «invertir en tecnología e innovación para ser más competitivas».
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Las próximas palabras tienen que ser para Nacho Merino, arquitecto y CEO de Flow 81. Ofreció una ponencia que generó el interés de un nutrido auditorio. La ponencia llevaba por titulo 'Fluir a contracorriente'. En resumen, un alegato a mantenerse fiel a uno mismo y a agarrarte a tus valores, aunque el camino se ponga rocoso. «A mí me han llegado a cortar la luz con tres hijos a cargo», llegó a decir. Ahora, desde el éxito, el arquitecto recomendó a los premiados a «aprender a decir que no».
Después de la intervención de Merino, comenzó la entrega de galardones. Como en anteriores ediciones, los Premios Evolución contaron con varias categorías. El de mejor iniciativa sostenible en el sector industrial fue para S. Lab. Subió al escenario para recogerlo la CEO de S. Lab, Julia Bialetska. Creada por una pareja de emprendedores ucranianos refugiados en Málaga, S. Lab es una empresa que quiere revolucionar la industria de los embalajes con un sustituto del poliestireno que es resistente, fiable, totalmente biodegradable y libre de residuos. «Nuestra misión es la de minimizar el impacto de los plásticos y revolucionar a la industria del embalaje», dijo, además de manifestar su gratitud por la «acogida que hemos tenido en Coín».
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El galardón a mejor iniciativa en el ámbito de la formación fue para 42 Málaga Fundación Telefónica. Recogió el premio el director general de la Fundación Telefónica, Luis Prendes, que manifestó que la «digitalización es un derecho para todos». Con una innovadora metodología testada con éxito en más de treinta países de todo el mundo, este proyecto no exige a sus alumnos una formación o titulación previa, pero sí aptitudes como la curiosidad, la capacidad de aprendizaje, la tolerancia al fracaso o el trabajo en equipo.
A cambio, brinda un 100% de inserción laboral a sus alumnos. En el apartado de mejor transferencia de contenido en I+D+i en el ámbito de las telecomunicaciones se destacó a Telma. En este Instituto Universitario de Investigación de Telecomunicación de la UMA trabajan 150 personas creando las comunicaciones del futuro y solucionando problemas del presente. La directora de Telma, María del Carmen Aguayo-Torres, resaltó que la institución «lleva 30 años ayudando a construir innovación».
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La mejor iniciativa sostenible en el sector de la arquitectura y la construcción fue este año para Biotonomy. Es una empresa malagueña especializada en el diseño y construcción de jardines verticales a pequeña y gran escala. El CEO de Biotonomy, Moein Nodehi, dejó claro que su empresa «busca soluciones basadas en la naturaleza».
El último premio que se entregó fue el correspondiente a la mejor aplicación de la tecnología en al gestión del talento. Fue para Hrider. Nacida en 2017 sin inversión externa, facturó 1,5 millones de euros en 2023, un 40% más que el año anterior, El galardón fue recogido por Rocío Valenzuela y Daniel del Río, fundadores de Hrider. «Cuando logras ser profeta en tu tierra tiene un componente mágico. Este viaje lo comenzamos dos y ahora somos muchos», dijo Valenzuela.
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