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Se comenta entre bambalinas pero nadie se atrevía a ponerle el cascabel al gato. Este año, y según la tradición no escrita en el Ayuntamiento, el rey mago Baltasar debería ser el portavoz del PP, o en su defecto otro concejal del grupo, y ... los años sucesivos, los portavoces según el número de concejales del resto de los partidos con representación en la Casona. Es decir, este año es el de los populares, y por tanto le tocaría a portavoz Elisa Pérez de Siles, aunque también les quedaba a algunos la duda de que este papel pudiera asumirlo Susana Carillo, que es la portavoz del equipo de gobierno.
Pues bien, lo que hablan los populares y aledaños es que la edil de Fiestas, Teresa Porras, este año planea que el rey mago sea un hombre, que bien podría ser un personaje de la ciudad o un edil popular, una cuestión que este periódico consultó ayer directamente a la edil de Fiestas, que afirmó que eso es lo que ella quería, pero que aún no estaba cerrada la elección y que estaba en manos del alcalde Francisco de la Torre.
La pregunta es: ¿Por qué quiere que sea un hombre en vez de una mujer el rey mago Baltasar? Porras estima que los niños se dan cuenta de que quien les habla o quien va caracterizada de rey mago es una mujer «y pierden la ilusión». Para eso se remonta a sus inicios como concejala del distrito de Cruz de Humilladero, donde se vistió de rey mago. En un momento dado del encuentro con niños, uno de ellos al hablarle acabó diciéndole, como cuenta: «pero si es una niña». Entonces, tal como explica, se le cayeron «los palos del sombrajo» y entendió que en una situación así los reyes magos debían ser hombres porque los niños pierden la ilusión si ven que se trata de mujeres disfrazadas, y segundo, porque entiende que se trata de recrear la historia, y que la historia en este caso cuenta que eran varones y no mujeres.
Como este año le tocaría a una mujer de su grupo, Elisa Pérez de Siles, pues quiere aprovechar para dar un cambio de rumbo en la elección del rey mago Baltasar, que esta vez pudiera no ser un edil popular, aunque le tocara a este grupo municipal. También se rompió esta tradición no escrita en el penúltimo año del pasado mandato cuando el desaparecido grupo municipal Málaga Ahora invitó a que ocupara el puesto de Baltasar una persona de raza negra, Brahima Traore Coulibaly, un refugiado de la Costa de Marfil casado con una malagueña, ya que las tres ediles Ysabel Torralbo, Rosa Galindo e Isabel Jiménez entendían que era «antediluviano que no fuese una persona de color».
Como es cierto que finalmente la potestad para elegir a los reyes magos la tiene el alcalde, que dio el beneplácito, pues así se hizo. En esta ocasión, Porras también está por cambiar las costumbres y pudiera ser que Elisa Pérez de Siles no fuera el rey mago, pero una vez consultada a la misma por este asunto, parece que no le da especial importancia, como explicó a este periódico.
De hecho, otros años la concejala de Fiestas se lo ha hecho saber a otras mujeres que realizaron esta labor, como en el caso de la directora de Canal Málaga, Vanessa Martín Alloza, que fue rey mago en 2016. «Es que está muy feo que no sean hombres porque se nota mucho; yo lo he dicho ya un montón de veces», suele explicar sin ningún reparo.
Cuando se le pregunta a Porras que por qué no un hombre negro, ya que Baltasar era de raza negra, explica que siempre se puede caracterizar a un hombre para ser de otra raza, pero que lo que se nota mucho y no tiene explicación, «si de la ilusión de los niños se trata», es que sea una mujer. «Yo quiero ceñirme a la historia. ¿Sería lógico que la virgen María fuese un hombre? No. Pues lo mismo para los reyes magos, no hay más».
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