Carballo, tras volver de la presidencia, al ser interpelado por Porras. P.R.Q.

Porras y Carballo escenifican la ruptura con un rifirrafe

La Casona del Parque ·

Tira y afloja a cuenta de que el mandato ha sido «lento» por gobernar en minoría, a lo que el edil naranja le espetaba que habían tenido tiempo de elaborar las cuentas de 2019 en tres meses

Martes, 26 de febrero 2019, 00:47

Los populares respiraban hondo y se constreñían. Se han reprimido todo este tiempo antes que contestarle mal a un edil de Ciudadanos, generalmente a Alejandro Carballo, que es el que viene haciendo el trabajo institucional en la Casona, yendo a las comisiones que son suyas, y a las que no, también. El tema en cuestión parecía menor:una mejora del alumbrado en ciertas zonas de la ciudad que pedía la edil socialista Begoña Medina.

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Porras le contestaba al vicepresidente de la Asociación de Vecinos Parque del Mar, Antonio Pérez, que las cosas en esta legislatura (mandato) han sido lentas «porque estamos en minoría;por no tener la mayoría absoluta. Por eso ahora trabajaremos para conseguir que en la próxima legislatura sea todo lo contrario». Era, así como el que no quiere la cosa, un dardo envenenado para los naranjas. Con lo recatada que había estado con ellos hasta la ruptura. Suave, conciliadora, cómplice. Carballo, que suele templar, saltaba:«Entiendo que no han sido capaces de gestionar en minoría los Presupuestos pese a que en diciembre les dijimos que estábamos dispuestos a firmarlos, y hemos llegado a marzo y no han sido capaces de traerlos», para pasar a decir que el PP acusaba a Cs de «electoralismo, pero mírense al espejo ustedes porque nosotros lo que hacemos es lo que debemos». No entraba el edil naranja en el 'caso Villas de Arenal' y en que demandaban a su interlocutora y a su compañero Francisco Pomares que cesaran en sus puestos.

La concejala de Málaga Ahora, Rosa Galindo, se alegraba por fin de que por fin Cs no les pudiera criticar porque pedían cosas y después no eran capaces de aprobar los presupuestos. En el segundo encontronazo de los hasta hace tres días socios de investidura se producía cuando Porras hacía de presidenta para amonestar a Carballo porque no tenía el uso de la palabra y pedirle que respetara el reglamento. Nunca antes se había dirigido a los naranjas así. Le obligaba Porras a subir a la presidencia (haga usted el camino) y a que le llevase una enmienda sobre un asunto de escombreras en Churriana. Carballo se levantaba, no le quedaba otra, y fruncía el ceño al volver a su sitio. Se acabó el amor y las separaciones y capitulaciones son así de fastidiosas.

Porras:«Ya no da tiempo a municipalizar»

La edil limasera Teresa Porras y la de IU-Málaga para la Gente, Remedios Ramos, se enzarzaban desde el principio de la iniciativa de Limasa a cuenta de que la segunda se excedía con creces en su intervención. Ramos protestaba de la continua pérdida de tiempo en la comisión y seguía con su discurso. Decía que habían consultado y que al alcalde, Francisco de la Torre, pese a todos los trámites, aún le daba tiempo a municipalizar la empresa y criticaba in extremis a Porras por haber creado malestar en Limasa saltándose las negociaciones con el comité.

La edil popular se quejaba de que todas esas conversaciones de la empresa de basuras (del gerente Rafael Arjona) filtradas a la prensa sólo le hacían daño a los trabajadores, y continuaba diciendo que la petición de 42 millones de euros del comité era inviable. «No echen más basura», espetaba, para pasar a decir que a De la Torre ya no le daba tiempo a municipalizar la empresa.

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