Paco Pomares, durante la comisión de Derechos Sociales, de la que es presidente.
La Casona del Parque

Pomares sobre el 29J: «En estas manifestaciones racistas no nos van encontrar porque el turista no tiene la culpa»

El concejal de Vivienda afirma que en esta protesta en la que hubo más de 15.000 personas, había dos movimientos, uno con problemas de vivienda y otro más político con expresiones de odio al turismo

Jueves, 18 de julio 2024, 14:46

El concejal de Vivienda, Paco Pomares, hacía una valoración de lo que para él había sido la manifestación del 29J, con una asistencia de más de 15.000 personas bajo el lema 'Málaga para vivir y no para sobrevivir', y explicaba que a su juicio ... había dos manifestaciones, una de personas que tienen problemas reales para encontrar vivienda, que se veía cada mes en el pleno y en la Oficina del Derecho a la Vivienda (que él dirige) y otra, que tenía un tinte mucho más político. De ahí que, en la comisión de Derechos Sociales, este jueves haya dicho lo siguiente: "En estas manifestaciones racistas no nos van encontrar porque el turista no tiene la culpa".

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Pomares indicaba que se escucharon expresiones de odio al turista, y señaló que vieron señales de etnocentrismo y racismo culpando al turista de la falta de vivienda. «Es verdad que hay falta de vivienda, pero que se señale con el dedo, y que gente de su propio partido (le indicaba a Sguiglia, de Unidas Podemos) vengan a alentar el etnocentrismo y el racismo eso sí que es grave», subrayaba al tiempo que añadía que había muchos en Málaga «que luchamos contra este tipo de políticas y defendiendo la inmigración», pero algunos buscan el culpable de la falta de vivienda y señalan al turismo. «Pues ahí no nos van a encontrar, en esas manifestaciones racistas no nos van a encontrar porque el turista no tiene la culpa, e incluso hubo agresiones verbales contra turistas; y ahí están los vídeos» indicaba diciendo que lo sentía mucho por la gente que había salido a la calle a denunciar su problema personal.

Seguía el concejal popular con sus críticas al «pseudosindicato» de inquilinos, como los nombró. «Les he retado a que hagan públicos sus contratos de alquiler si son realmente inquilinos, ese famoso sindicato de inquilinos de la Casa Invisible», y le recomendaba al viceportavoz de Con Málaga, Nicolás Sguiglia, leer sobre el etnocentrismo, a una autora francesa, y que lo abordaba en Francia en los años 80 y 90 y el miedo al diferente. «Le rogaría que en su trayectoria personal no aliente más la persecución al turismo», que le volvía a decir a Sguiglia, aunque la moción para tratar este asunto la había presentado la concejala socialista Mari Carmen Martín, que indicó que desde el PSOE no alentaban ninguna animadversión al turismo, pero que había que fomentar un turismo sostenible con el que sean capaces de convivir los vecinos del Centro, que se tienen que ir, y subrayaba el problema habitacional tan importante que sufre la ciudad de Málaga. Ante las quejas de Pomares porque el PSOE había votado en contra del plan municipal de vivienda, que preconiza la construcción de 8.900 viviendas en 5 años, indicó que no lo aceptaron porque les pareció insuficiente.

El viceportavoz de Con Málaga, Nicolás Sguiglia, contestaba con sarcasmo a Pomares de la siguiente manera: «Usted hable, que cada vez que habla sube el pan» y le corregía con la palabra etnocentrista, diciendo que él, precisamente, tenía una maestría en Derechos Humanos e Interculturalidad, y que no se trataba ni de racismo ni de etnocentrismo, que se refería, en todo caso, a la xenofobia. De la líder de su partido Ione Belarra, que fue a la manifestación y dijo que «Menos Starbucks y más Churros Aranda», subrayó que no era xenofóbico, y que ellos apostaban por mantener la identidad del comercio local y las tradiciones. Subrayaba que la turistificación puede alterar la identidad de un territorio y la calidad de vida de los locales, y le espetaba a Pomares: «No engañe a la gente, aquí no hay turismofobia. No nos va a llevar al huerto, se lo voy a decir las veces que haga falta», subrayó indicando que «no es turismofobia, sino fobia a los especuladores», puntualizando que se trataba de un conflicto con el modelo de gestión del PP.

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Para terminar, Pomares le volvía a apuntar que era efectivamente etnocentrismo, e indica que él era experto en penetración del sistema cultural del otro y en la negociación intercultural, y pasaba a hacer la siguiente afirmación: «Yo y lo mío antes que lo de los demás, ya tenemos bastante con el plan Begoña (plan regeneración democrática que ha presentado el PSOE) y ahora también van a alentar y a perseguir a los que no piensan como usted. Aprenda el respeto y la diversidad», le indicaba. «Salga de su etnocentrismo y aprenda lo bueno que es que exista la diversidad», y le volvía a criticar a Sguiglia porque «sus dirigentes políticos no tienen que venir aquí a decirnos lo que tenemos que hacer», indicándole que así, defendiéndolos, tendría un puesto asegurado en el partido.

Nicolás Sguiglia le contestaba a Pomares: «No es turismofobia, sino fobia a los especuladores»

Lo cierto es que todo este debate entre el concejal popular y el edil de Con Málaga, en el que incluso debatían sobre su intelectualidad y su capacitación sobre las teorías de la interculturalidad, venía a cuenta de una moción que presentaba el PSOE sobre vivienda en la comisión plenaria de Derechos Sociales, que preside Pomares, para que el equipo de gobierno del PP reconociese que Málaga tiene un grave problema de vivienda tras la manifestación del 29J, con una asistencia de más de 15.000 personas, y un segundo punto muy político en el que se demandaba que se censurara las declaraciones de Jacobo Florido y Alicia Izquierdo (ediles populares) «mofándose del drama que viven muchos malagueños en la ciudad de Málaga». El PP votaba en contra de ambos puntos, que no salían adelante, así como del tercero para que el Ayuntamiento de Málaga elabore un estudio para «revertir el uso de los pisos turísticos hacia viviendas de alquiler de larga duración». El concejal popular indicaba que el voto en contra se debía en este caso a que la concejala de Urbanismo, Carmen Casero, ya había encargado un estudio sobre este particular.

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