Los dos policías que participaron en el rescate de la mujer. Salvador Salas

Dos policías locales rescatan de un incendio a una mujer impedida

Los agentes subieron hasta la vivienda, situada en una tercera planta, y bajaron a pulso a la anciana, que no podía moverse de la cama

Lunes, 18 de febrero 2019, 00:52

Las devastadoras lenguas de fuego que asomaban por las ventanas del edificio en llamas no amedrentaron a Fernando Bouza y a su compañero Manuel Ortiz. En la tercera planta había dos mujeres atrapadas, una de ellas impedida y no podía moverse de la cama, ... por lo que tenían que actuar cuanto antes. Estos dos policías locales no lo dudaron y se jugaron la vida para rescatar del incendio a las ancianas, dos hermanas de casi 90 años de edad.

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Las alarmas saltaron en la madrugada del pasado sábado. Los agentes se dirigían hacia una vivienda en la que había una fiesta tras recibirse quejas por ruido, cuando por la radio sonó el aviso de un incendio en la calle Pablo Casals, situada en la barriada 26 de Febrero. «Estábamos muy cerca, así que no tardamos mucho en llegar», explica Fernando.

Una vez allí, se encontraron con el incendio en el edificio de cuatro plantas, que se había originado en un segundo piso. Los vecinos estaban en la calle y gritaban pidiendo ayuda, informando a los agentes –los primeros de los efectivos de emergencias en llegar– de que en una vivienda de la tercera planta vivían dos mujeres mayores, una de las cuales no podía caminar.

Fernando y Manuel llevan cuatro años trabajando juntos. Tienen esa complicidad que se forja a base de horas y trabajo, así que solo les hizo falta cruzar una mirada antes de entrar en el bloque para rescatar a las ancianas. Conforme iban subiendo por las estrechas escaleras, de las que antes un vecino les ayudó a retirar unas bombonas de butano, el humo se iba volviendo más oscuro y denso. Cada vez costaba más respirar.

Cuando llegaron a la puerta de la casa tuvieron que abrirla a empujones. Entonces, «a gatas», llegaron hasta la habitación en la que se encontraba la mujer. Su hermana estaba nerviosa, por lo que los agentes trataron de calmarla mientras reanimaban a la anciana que estaba en la cama.

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Hasta la salida

«Como pude me la eché al hombro y la sacamos hasta el rellano del piso», explica Manuel. Tras ello comenzaron a bajar las escaleras, llevándola a pulso entre los dos policías locales. «No podíamos dar ni un paso más, estábamos exhaustos», apunta el agente.

Fernando y su compañero consiguieron llevar a la anciana hasta la salida del edificio, donde se encontraron con los efectivos del Real Cuerpo de Bomberos, que acababan de llegar a la zona. «Ellos se hicieron cargo de la mujer y nos ayudaron a evacuar a su hermana, que venía caminando detrás de nosotros», indica el policía local.

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Una vez fuera del bloque, tuvieron tiempo para recapacitar sobre lo que habían hecho. «Entonces es cuando piensas en que tienes familia y que te la has jugado en la intervención. Pero es nuestra forma de vida. Si vuelve a pasar esta noche un caso así, volveríamos a actuar de la misma manera sin dudarlo ni un segundo», asegura Fernando.

Por ello Manuel y su compañero decidieron hacerse policías. «Para ayudar a los demás. Sobre todo en actuaciones en las que las víctimas son niños y ancianos, que son los más vulnerables. Estamos orgullosos de haber elegido esta profesión», sentencia Fernando.

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