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El temporal ha amainado en el mar, pero se recrudece en los despachos. El subdelegado del Gobierno insistió ayer en que la mayor parte del litoral de Málaga se ha recuperado de manera natural tras el temporal y que Costas actuará, de momento, solamente en los 39 puntos más conflictivos. Estas declaraciones han sentado muy mal en el Ayuntamiento de la capital. La concejala de Playas, Teresa Porras, ha salido hoy al paso: «¿¡Que se han puesto bien solas, después de todo el trabajo que hemos hecho¡? ¡De estado natural, nada!», exclama la edil.
Porras recuerda que en la capital han sido más de cien trabajadores los que han participado en los trabajos a contra reloj para dejar los arenales listos para la Semana Santa, más toda la maquinaria pesada que se ha movilizado. Gracias a ello, ha sido posible quitar los elementos peligrosos y «reponer todo lo que ha arrasado el temporal». En concreto, el dispositivo especial estuvo compuesto por 101 trabajadores de Limasam y 37 máquinas, junto a 12 empleados del Plan Municipal de Conservación de Urbanismo.
La edil denuncia que no han recibido ninguna ayuda ni económica ni de medios materiales o humanos por parte de la Subdelegación del Gobierno ni de la Demarcación de Costas, «a pesar de que en la última reunión reconocieron que esa es su obligación». De hecho, recuerda que los 2,1 millones que anunció la semana pasada el Ejecutivo en aquel encuentro telemático irán para el movimiento de arena y para estabilizar las playas, «que es lo que hemos hecho precisamente los ayuntamientos...¡Pero no por estado natural, sino por estado humano!», ironiza.
«Ante estas declaraciones, dudo que el Gobierno se tome en serio el problema que tenemos con las playas y que hagan su trabajo; si no asumen que se ha trabajado de la forma tan intensa en que se ha hecho para poner a disposición de todos los ciudadanos el litoral tal y como está, con todos sus servicios, sin peligros ni boquetes, es de cachondeo», critica Porras, y recuerda que todos los arenales de la ciudad están a día de hoy disponibles para los bañistas.
«Todo ha estado listo para la Semana Santa y ha sido por el buen trabajo y al esfuerzo de los ayuntamientos; en el caso de Málaga, quiero dar las gracias al personal de Limasam y de Playas, así como a los empresarios de los chiringuitos, que les ha llegado el agua hasta los sótanos y de donde parece que también ha salido de forma natural», vuelve a ironizar la edil.
En el caso del chiringuito más afectado de La Malagueta, el Tropicana, cuya terraza se derrumbó por el fuerte oleaje, se ha optado por tapar y suavizar el desnivel producido, mientras que se han acondicionado los laterales como terrazas; mientras que en el frente se han colocado las hamacas.
En este punto, en principio se descarta volver a levantar la terraza que existía, y se está elaborando un nuevo proyecto para presentar a Costas, de manera que las terrazas se quedarán a derecha e izquierda del establecimiento, y en la parte inferior tendrá un acceso para la zona de las tumbonas.
«El subdelegado (del Gobierno) se ha olvidado del trabajo que han hecho los ayuntamientos, al decir que las playas se han regenerado solas». De esta forma, Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas, se suma a la censura por las palabras de Javier Salas. «Hay que reconocer a los ayuntamientos y a nuestro colectivo, que hemos estado tres días trabajando, día y noche, para poder tener las playas como están. Esto ha sido como Fuenteovejuna, todos a una».
El líder de los hosteleros pone de relieve el testimonio de algunos turistas, que han visto la situación durante el temporal y una vez que ya estaba todo arreglado. «Vienen y nos dicen: 'Tal y como lo habéis dejado, parece que aquí no hubiera pasado absolutamente nada'».
«A la Subdelegación y a Costas sí hay que agradecerles que hayan permitido utilizar las máquinas en las playas; pero hay que felicitar a los ayuntamientos y al colectivo de los chiringuitos porque se ha hecho una labor impresionante, de día y de noche, como nunca».
A día de hoy están abiertos prácticamente todos los merenderos de la provincia, «incluso los que perdieron la terraza (caso del Tropicana, en la capital)». «Digo el 99% porque habrá habido alguno que se lo ha llevado entero»; y pone de relieve que desde tres días antes de la llegada del temporal la mayoría de los negocios se prepararon con sacos de arena y retiraron las hamacas. «Ya sabíamos lo que nos venía encima».
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