Ataviado con cruces de todos los tamaños, imágenes de vírgenes y símbolos de la Falange, se apostaba educadamente casi todos los días frente a la puerta del Ayuntamiento con su cartel principal, 'Alcalde, basta. Ni plusvalía, ni tantas multas, ni otros impuestos elevados. Clemencia'; y ... el secundario, 'Alcalde, basta. Debe proteger mi vida con verdad y bondad'. Fueron casi cinco años los que Antonio Cortés, el predicador de la Casona, le dedicó a la lucha sin cuartel contra uno de los impuestos más injustos, y en los dos últimos un cáncer de próstata se lo llevó desgraciadamente al otro barrio con su madre, la que le había legado la casita al lado de la suya y por la que se negaba a pagar plusvalía cobrando 426 euros de ayuda al mes. Eran dos propiedades, en realidad dos portalitos, como él decía. Si en su día hubiera sabido la que se le venía encima hubiese unido las dos pequeñas fincas. Eso de ser humilde y no tener asesoramiento de abogados, sociedades patrimoniales y adyacentes es lo que tiene. Las administraciones sólo saben de recaudar y de cumplir la ley. Se murió Antonio Cortés casi solo en este mundo sin pagar en las navidades de 2020. Una deuda, que tras sumar dilaciones, apremios y retrasos se había duplicado llegando a los 13.000 euros. Se negó a hacerle frente hasta el final, pero como 'no somos nadie', que decía muy a menudo mientras rezaba, Gestrisam a buen seguro que se encargó de cobrarle cuando ya no pudo protestar.
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Cortés era un reconocido falangista, pero respetuoso y educado con todas las ideologías y personas. Precisamente, tuvo uno de los gestos más bonitos que se recuerda en la Casona cuando, tras un pleno en el que la edil de Unidas Podemos (antes IU-Málaga para la Gente), Remedios Ramos, había defendido la eliminación del impuesto en la casa habitual de la familia y le había puesto de ejemplo, le dejó un presente en su grupo municipal. Tenía pinta de cuadrito. Así que cuando lo abrió, la entonces edil de IU descubrió que era la virgen de los Remedios. La acompañaba una frase escrita con letra de imprenta: «Santísima Virgen de los Remedios acompáñame en esta vida para que alcance la vida eterna. Tu hija, Remedios Ramos». Se reían todos porque la madre de Reme era muy religiosa, y no en vano, a ella la llaman Remedito en familia, aunque no haya continuado la senda. La propia Ramos sufrió la plusvalía en sus carnes cuando murió su pareja, el exedil del Ayuntamiento en la época de Antonio Romero, Manuel Ruiz. A la pena de quedarse viuda y con tres hijas a su cargo tuvo que sumarle el asalto de pagar 12.000 euros por seguir viviendo en su misma casa. Como si hubieran estado especulando con su vivienda habitual. La injusticia elevada a la enésima potencia. Afortunadamente los convivientes ahora tienen una bonificación del 95% y esto ya no ocurre. Pero, ¿y el hijo que no vive con sus padres y al que le cuesta mucho pagar el piso en el que está, y cuando éstos mueren tiene que pasar por caja? Tantos años luchando para dejarle una propiedad y lo que le deja es una carga. Una carga fiscal. Alguna concejala de otro partido contaba cómo cuando se murieron sus padres tuvo que pedir un crédito para pagar la plusvalía. Los que no pueden y no saben de dónde sacar el dinero acaban renunciado al bien. Prosigue la injusticia. Y si consiguen venderlo, a pagar dos plusvalías. Que no te gusta, pues toma dos tazas.
En el último pleno municipal, el PSOE llevaba una moción muy completa para borrarla de la faz de la tierra y contaba además con la aquiescencia del socio de gobierno, Ciudadanos, que a la hora de votar las ordenanzas municipales sería vital para que no saliese adelante el impuesto si no era del agrado del mismo y de la oposición. Pero a última hora, un curioso acuerdo entre el PP y el PSOE, lo que el resto de los grupos empezaron a llamar la pinza estos días, se saldó con el mismo posicionamiento a la hora de pedir investigar al presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, abstención de los dos, y con una enmienda del PP que admitía sin rechistar el PSOE para reducir la plusvalía mortis causa de forma progresiva en vivienda habitual pero sin dar plazos ni casos. Esta última moción salió por unanimidad. Sin ser definitiva, la eliminación sigue siendo un espejismo, era un avance.
Tras la presión de Ciudadanos al PP para que se elimine por completo, de lo cabe recordar que el alcalde Francisco de la Torre se comprometió cuando era candidato a la Alcaldía en la campaña electoral de 2019, Unidas Podemos ha decidido volver a la carga en la próxima comisión de Economía con una redacción más taxativa, como explicaba Ramos, que será la que la defenderá.
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«En el pleno pasado se acordó modificar la ordenanza para acabar de forma progresiva con el requisito de la convivencia en viviendas heredadas por fallecimiento siempre que fuese la vivienda habitual, pero el acuerdo no especifica cómo se materializará la medida, ni plazos, ni tiempos ni porcentajes». puntualizaba Ramos, quien añadía que en su moción se insta a la «eliminación total, definitiva y con carácter inmediato de la plusvalía mortis causa». Hablamos de 15.000 contribuyentes, que además de tener la pena de heredar, en la mayoría de los casos, tienen que acabar embolsando 19 millones de euros anuales a las arcas municipales. La moción está en juego y las ordenanzas fiscales por llegar. Qué será será, whatever will be, will be, que cantara Doris Day.
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