Díaz Ayuso triunfa en el pleno con sus test de antígenos gratuitos

Esta moción sirvió, no obstante de arma arrojadiza entre unos y otros, PSOE y Unidas Podemos, a la Junta, por la gestión de la pandemia; y PP y Cs, contra el Gobierno de la nación por el mismo motivo. Nada nuevo bajo el sol. Para la socialista Alicia Murillo, la petición de mascarillas más baratas por parte del PP tenía un uso partidista, lo que acabó porque la portavoz popular, Elisa Pérez de Siles, le dijera que el elemento arrojadizo era el que puso en marcha María Jesús Montero cuando dijo durante meses que no podía bajar el IVA de las mascarillas quirúrgicas porque la UE lo prohibía «y tuvo luego que venir la UE a decir que eso no era verdad». Aprovechó, además, para decirle a los ediles de Unidas Podemos, «compañeros de corporación», que les felicitaba por poner de ejemplo a la comunidad de Madrid y a Díaz Ayuso.

La portavoz naranja, Noelia Losada, subrayó que la reducción de los impuestos es una medida liberal y no lo es poner un precio mínimo a la vivienda, como apuntaba Murillo, «porque eso es intervenir el mercado».

Nadie olvidó la dimensión contagiosa de esta sexta ola, y de hecho el concejal popular Raúl López tuvo un gesto con el socialista Mariano Ruiz Araujo, que está confinado en su casa por dar positivo, así como el portavoz socialista Dani Pérez, que siguió durante buen rato el pleno de forma telemáticamente, por haber sido contacto estrecho del primero. También le hizo un guiño el concejal popular Luis Verde a Pérez al decirle a Alicia Murillo, que parecía que tenía en su interior el espíritu del portavoz, como López le había dicho a Lorena Doña lo mismo pero de Ruiz Araujo. Así que se ve que han estado ambos bien representados. Por este motivo y por el alcance de la nueva ola, Macías pidió que los concejales no se quitasen las mascarillas durante sus intervenciones, lo que dio pie a que el alcalde dijera que él mismo, para proteger a los demás, se había puesto en este pleno una mascarilla FFP3, «las paso canutas», dijo, «bueno no es para tanto», añadió.

Si bien De la Torre, anteayer durante las ruedas de prensa previas al pleno, intentó explicar que el PSOE confundía los cargos de confianza al dar la cifra de 84 en el Ayuntamiento, y distinguía entre los directores generales, algunos funcionarios y del staff y los asesores, de los que dio cuenta que se había sumado uno nuevo llegando a la cifra de 32 (que había aprobados 34 por la junta de gobierno local, pero que podía llegar a 45 por la incorporación de Limasam como empresa pública), lo cierto es que ayer, su socia de gobierno, la portavoz naranja Noelia Losada, no le compró el argumento y se unió a la oposición para darle un tirón de orejas público y censurarle su actitud por la contratación desmesurada de cargos de confianza y conminarle a reducirla de forma considerable a la mayor brevedad posible.

Este punto formaba parte de una moción socialista, que venía a ser una enmienda a la totalidad de la gestión del equipo de gobierno, en la que se posicionaban en contra de la construcción de una gasolinera en La Pelusa o en la que pedían que con motivo de la Expo 2027 se haga de Málaga una ciudad más sostenible con más zonas verdes. No salía adelante en ninguno de los casos, pese al voto a favor de Cs, porque en el grupo socialista estaba ayer de baja Ruiz Araujo, 15 a favor, 15 en contra, lo que acababa por inclinarse a favor del PP, ya que De la Torre usaba el voto de calidad del presidente del pleno. El portavoz socialista Dani Pérez siguió buena parte del pleno de forma telemática y en este punto sí consiguió votar a favor, como quedará reflejado en las actas.

El grupo municipal Adelante Málaga por fin culminó ayer el camino para pasar a llamarse Unidas Podemos, que es su marca regional y nacional, después de que los Anticapitalistas con Teresa Rodríguez se escindieran de la casa matriz y se quedaran con la marca Adelante Andalucía.

Como la coalición de Podemos e IU concurrió a las urnas llamándose Adelante Málaga ha debido conformar un proceso con la Secretaría General para poder cambiarse el nombre de forma institucional, un punto del que ayer se daba cuenta en el pleno.