El pleno extraordinario al que el portavoz socialista, Dani Pérez, forzó al alcalde de Málaga, Paco de la Torre, lo definía muy bien un enfermero Daniel Jiménez, que acabó diciendo, en el atril de los que intervienen, que se sentía como en el salón de ... su casa, en el que parecía que viese a sus dos hijos peleándose por un juguete. Y así efectivamente fue la sesión, un toma y daca del que no salió nadie indemne. Un 'y tú más' elevado a la enésima potencia en el que al menos, por lo menos, se entonaron dos importantes mea culpa: el PSOE reconoció que debería haber hecho el tercer hospital cuando gobernaba Susana Díaz, y el PP que «es evidente que hay que mejorar» en los servicios sanitarios que se prestan a los malagueños.
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La primera frase es de la concejala socialista Mari Carmen Martín, enfermera de profesión, que en un ataque de sinceridad decía lo siguiente: «El tercer hospital teníamos que haberlo hecho nosotros, hacemos autocrítica» pero al menos no hemos cerrado servicios (ponían el ejemplo de las urgencias del Civil cerradas o los paritorios del Clínico) como han hecho ustedes, y abrimos centros y hospitales comarcales. Los planes de Moreno Bonilla son dejar morir la sanidad pública y que sobreviva el que tenga seguro privado«.
El alcalde de Málaga, Paco de la Torre, era el protagonista de la segunda frase, en la que tras defender el progreso en las listas de espera, indicaba que en 2018, cuando estaba de delegado de Salud el actual portavoz Dani Pérez, la lista de espera en Málaga estaba en 332 días. Pero no dudaba en decir lo siguiente: «Es evidente que hay que mejorar», a lo que añadía que cuando dejaron la Junta los socialistas habían escondido 500.000 personas en lista de espera.
Y esta, y no otra, fue la tónica del pleno sobre sanidad, una competencia que por cierto, nada tiene que ver con la capacidad ejecutiva del Ayuntamiento de Málaga, y que era como si la sesión se hubiese traspuesto al Parlamento Andaluz. Si de algo sirvió el encuentro, que todo hay que decirlo, fue para escuchar a casi la decena de ciudadanos que contaron en primera persona cómo sufrían la falta de atención en la sanidad pública andaluza, o cómo las esperas se eternizaban y perjudicaban su salud. Asuntos feos, endometriosis, cáncer. Al final, convendría que el PP y el PSOE hubieran llegado a algún acuerdo, que el PP hubiera enmendado alguna de las mociones de los socialistas, que hubiese salido al menos una declaración conjunta de los objetivos que tiene por delante la sanidad malagueña, incardinada en la andaluza, y que se hubiese llegado a una especie de 'pacto de Estado', que en este caso sí puso sobre la mesa el viceportavoz de Con Málaga, Nicolás Sguiglia, pero sin éxito. El PP tumbó todas y cada una de las tres mociones y las enmiendas que el PSOE quiso aceptar de Con Málaga, pero antes de que esto ocurriera ya sabían todos que iban a debatir a cara de perro. Como así fue.
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En la comparecencia que Pérez le pedía a De la Torre, el alcalde esta vez sí entró al trapo, pero al cabo el regidor también le hizo una serie de preguntas al socialista a cuenta de un pacto de 2009 de Zapatero con ERC que perjudicó la financiación andaluza e incardinaba a que la falta de recursos perjudicó a Andalucía, y ponía el dedo en la llaga en el actual cupo catalán o financiación singular, según lo diga el PP o el PSOE, que podría cerrarse también perjudicando esta región. «¿Qué está usted haciendo para que no se lleve a cabo?», que le espetaba a Pérez.
Antes el portavoz socialista le había criticado al regidor que la salud y la vivienda son los dos temas en los que De la Torre suspende, añadiendo que desde que Moreno Bonilla se hizo cargo de la Junta, hace seis años, «la sanidad está peor que nunca. ¿Por qué usted no defiende la sanidad pública como hace seis años? ¿Ha dejado abandonados a los malagueños? ¿Ha tenido conversaciones con el presidente de la Junta? ¿Cuántas cartas le ha enviado?» y le pedía que hiciera el símbolo del tercer hospital con el dedo, «¿Dónde está? Ha quedado en mentiras de Juanma». Criticaba que los centros de salud están colapsados, que el 30% de los niños menores de 14 años no tienen pediatra y que había 200.000 malagueños esperando una prueba con especialistas y más de 34.000, una operación quirúrgica. Arremetió también con que la promesa de abrir el Hospital Pascual no se ha cumplido.
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De la Torre defendía que el tercer hospital está más cerca que cuando gobernaba el PSOE, y les criticó a los de la bancada de la izquierda, al igual que hizo más tarde la portavoz popular, Elisa Pérez de Siles, que cuando lo hacían hablaron de tercer hospital, de macrohospital, e incluso de que había que vender el Regional para financiarlo, «como decía María Jesús Montero (la actual vicepresidenta del Gobierno». Indicaba que hoy ya está el suelo para el tercer hospital, gracias a la aportación de la Diputación, el concurso del proyecto, y una programación e inversión para que empiece en el año 2025. «Queda por reducir la lista de espera», indicó, pero subrayó que con los socialistas estaba en trescientos y pico día y ahora está en 135 días una operación«. Pérez de Siles, y él también se centraron en la cifra que últimamente hace valer la portavoz del Gobierno andaluz, Carolina España, de que Andalucía está infrafinanciada en 1.522 millones de euros. La portavoz popular fue muy dura con la etapa de Pérez como delegado de Salud, al que responsabilizó de cómo dejó la Junta socialista la sanidad, y añadía que a final de este año la inversión en sanidad en Málaga estará en 400 millones de euros.
La viceportavoz de Voz, Yolanda Gómez, criticaba tanto al PSOE como al PP, «han venido a tirarse los trastos, el debate es lamentable», y subrayaba que la media del gasto público por habitante en sanidad está en 1.900 euros por persona al año en España mientras que Andalucía no llega a los 1.600 euros por habitante, y criticaba que el PP no había sabido acabar «con la administración paralela, el chiringuito de la Junta, que ronda de coste 1.000 euros por andaluz al año».
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La portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, aprovechó para decir que Moreno Bonilla era la peor versión de Susana Díaz, lo que enfadó a los socialistas, que se miraron con caras (los socios de gobierno de Sumar en el Gobierno del país) y le instó a De la Torre, como más tarde también haría el portavoz socialista, a entrar en la aplicación de Salud Responde, donde ambos coincidían que las citas se las daban a final de este mes, es decir a dos semanas vista. «El próximo 17 de noviembre (manifestación Marea Blanca), lo que ocurrió con Susana Díaz va a pasar de nuevo con Moreno Bonilla. Vayan preparando las maletas», que les decía Morillas a los populares. Y este fue el debate, entre la corrupción de los de arriba, la de los de abajo, los contratos fraccionados y el antes y el después en el tiempo. Los socialistas se quejaban al final del pleno de que el PP había llevado a los suyos para aplaudirles, y un concejal se lamentó al alcalde de que le habían llamado sinvergüenza. En fin, una sesión de lo más edificante.
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