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Ha sido el segundo gran asunto de debate en el pleno del arranque de curso en la Casona, y si el que proponía el PSOE con la Torre del Puerto se quedaba un poco desinflado en el tono aunque con punto para los socialistas, el que ha venido después no ha defraudado. Al contrario, los cuerpo a cuerpo a varias bandas han dado un ritmo frenético a una discusión que ponía sobre la mesa la coalición de izquierdas de Adelante Málaga para reprobar el «pacto de humo» entre el alcalde, Francisco de la Torre y el «tránsfuga» Juan Cassá y para declarar su "contrariedad" a la política de contratación de asesores por parte del regidor.
El 'sí' previo de Noelia Losada a la moción de izquierdas no sólo ha servido para escenificar la tensión entre los socios de gobierno, sino para que el pleno de Málaga repruebe formalmente el acuerdo que firmó el alcalde con Cassá «en favor de la estabilidad del Ayuntamiento», tal y como decían los protagonistas hace dos semanas, cuando firmaron el pacto en el Patio de Banderas. Para la oposición (Adelante Málaga y PSOE) y la socia de gobierno del alcalde, sin embargo, es «un pacto para la vergüenza». Así se lo ha hecho saber Losada al alcalde al referirse a que «lo único que ha venido a demostrar este pacto es que el señor Cassá no viene a defender el interés general sino lo suyo. Este acuerdo no contribuye a la altura institucional», le ha dicho con dureza, para dirigirse después a su excompañero Cassá y recordar que «uno de los problemas de este pacto es que la firma de este señor es papel mojado». Con respecto a los cargos de confianza, Losada dejaba también claro que ese tema «también nos aleja del PP».
A pesar de que en ese momento parte de los focos se volvían a las recriminaciones cruzadas entre los antes compañeros -Cassá abrió su turno de palabra diciendo que el único «tránsfuga» era el partido Cs, «del que se han ido cientos de cargos y millones de votantes»-, la discusión la abría por todo lo alto la ponente de la moción, la portavoz de Adelante Málaga, Francisca Macías, diciéndole a Cassá que no había dado «un palo al agua en toda la legislatura». «La única etabilidad que busca usted es la de su sueldo, a ver si se pone de una vez por todas a hacer propuestas», le invitaba la portavoz de Adelante Málaga.
Cassá recogió el guante y entró de lleno en la discusión sobre el trabajo «y los sueldos» recordándole a Macías que ella gana «más que yo, cuando usted está en la oposición y yo en el equipo de gobierno». «73.000 euros brutos es lo que usted nos cuesta a todos, cuando dedica un 20% de su tiempo a trabajar por Málaga y el otro 80% a hacerlo por el partido». Y zanjaba: «Tengo toda la autoridad del mundo para firmar un pacto que evite la demagogia de Podemos».
Desde la barrera, la socialista Begoña Medina se sumaba a su análisis del «pacto de la vergüenza» recordándole directamente a Francisco de la Torre que «pasará a la historia como el único alcalde que ha firmado un pacto con un tránsfuga» para «comprar su voluntad». Medina aprovechaba también para lanzarle un mensaje a Losada: «Señora Losada, no sé qué hace todavía apoyando (al alcalde)».
La defensa de la gestión del equipo de gobierno la asumía la portavoz popular, Elisa Pérez de Siles, que recriminó a la oposición su intento de «manchar la imagen de un gobierno limpio y transparente». «Que hablen de regeneración, eso en su boca suena a chiste de los malos cuando son los protagonistas del mayor caso de corrupción de la historia de nuestro país», añadía. En ese terreno de la confrontación se movió la defensa de Pérez de Siles, que indignó a la bancada contraria cuando se refirió al «largo historial delictiva con el PSOE no sólo con cosas ilegales, sino inmorales». En este punto, el acalde también intervino para recordar que cuando el pleno declaró tránsfuga a Cassá «nosotros votamos en contra». Con respecto al pacto con el no adscrito, el primer edil dijo que «buscamos legítimamente la estabilidad».
Quedaba aún por delante, sin embargo, el último gran cruce de acusaciones entre Cassá y Losada, que al final se convirtieron en los protagonistas de un debate con el que ventilaron sus diferencias pasadas y presentes. Con un tono elevado y vehemente, el exconcejal naranja destacó «las incoherencias de Ciudadanos» y directamente a su antigua compañera: «Su credibilidad está por los suelos, y no me voy a referir a los hecho ocurridos la pasada semana (en referencia al caso Paradas Romero)».
En respuesta, Losada contestaba que «mi credibilidad es el trabajo en mis tres áreas, en las que por cierto sólo tengo un asesor por cada una de ellas». Y dejaba una última reflexión: «¿Qué papel queremos jugar en la política y cómo nos ven los ciudadanos? Que luego nos llevamos las manos a la cabeza...».
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