Pleno bronco y agrio en el Ayuntamiento de Málaga a cuenta de la Semana Santa

El alcalde volvía al discurso del lunes para defender que no salga el estandarte franquista en próximas semanas santas y decía: «El balance de la Semana Santa es positivo. Lucharemos para que eso no pase. Llamaré a los responsables de esta hermandad y le pediré explicaciones. ¿Cómo completáis el Cristo, que es lo difícil, y sacáis este estandarte?», subrayaba el regidor.

De la Torre llegó a decir que la salida del estandarte había sido algo «anecdótico» y que por este incidente no se podía transformar todo para que pareciese que la Semana Santa de Málaga era franquista. «Hay que resolver este asunto de la manera más constructiva», decía, para acabar expresando que amaba Málaga, que quería a Málaga, y conseguía el aplauso cerrado de la bancada popular. La portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, se mostraba enfadada ante la decisión de que el PP votase en contra de esta declaración y añadía: «Lo que mancha la imagen de Málaga es esta votación en contra, que se va a producir». Finalmente el PP tumbaba con sus votos las dos iniciativas, la socialista y la de Vox, sobre Semana Santa, y ninguna salía adelante.

El portavoz socialista, Dani Pérez, volvía a defender en el pleno su postura a favor de que hubiese cambios en la Semana Santa para que fuese más permeable, hubiese menos gradas, menos vallas, y menos sillas de bares y para que «fuese más disfrutable por todos y todas». Pero hubo un momento en el que se exaltó mirando a De la Torre y era cuando éste se negaba a votar a favor de la enmienda de Con Málaga para que no hubiese símbolos de la dictadura ni franquistas en la Semana Santa a raíz del estandarte que mostró la Cofradía de El Mutilado (Clemencia). En este punto, y tras una intervención de la viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, en la que decía que el Gobierno actual era un «régimen totalitario» porque decidían cuándo un delito es un delito dependiendo de quién lo cometiera, el socialista Pérez afirmó: «Vox tiene ideología de extrema derecha. Aléjese de ellos, no son buenos».

La discusión de las dos mociones sobre la Semana Santa del PSOE y Vox generaron un sainete en el pleno, en el que incluso hubo tres repeticiones en la votación de la iniciativa socialista. Pero al final, entre el toma y daca, las risas de las bancadas, y el asombro en la sillería ante el espectáculo de las votaciones, los resultados los monopolizó el PP, que tiene mayoría absoluta y votó en contra de todo y no salieron adelante ni las mociones del PSOE y Vox para que hubiese cambios en la Semana Santa.

La portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, había intentado que hubiese una declaración de los partidos en contra de que se hiciera apología del franquismo y que se exhibieran símbolos de la dictadura en la Semana Santa, un asunto que llevó a la junta de portavoces de los distintos partidos políticos el lunes, pero no tuvo éxito porque el PP y Vox se negaron a apoyarla. En el pleno, aprovechaba la ocasión que le brindaba el PSOE para incluirla como una enmienda en su moción e intentaba convencer a De la Torre y a la bancada popular para que la apoyara. Es más, iba más allá acerca de las declaraciones que había hecho el regidor este lunes y le decía: «Primero, guarda silencio con el estandarte franquista, y luego, rompe el silencio para tomarnos por tontos». Morillas peleó hasta el último minuto para que se aprobara su enmienda, sin éxito, y subrayó que lo que mancha la imagen de la ciudad era la votación en contra que se iba a producir. La concejala popular Teresa Porras saltaba literalmente de su asiento a propósito de la enmienda de Toni Morillas: «No va a ser usted la protagonista sin traer moción. Yo cuando murió Franco tenía 15 años, y usted, 10», le reprochó a la portavoz de Con Málaga.

Ni el PP ni Vox estuvieron a favor de la declaración que proponía la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, para que en la Semana Santa no se exhibiesen símbolos de la dictadura. En el caso de Vox, porque como dijo la viceportavoz, Yolanda Gómez: «Mientras no se prohíban los símbolos comunistas, van a tener que aguantar los símbolos franquistas», dirigiéndose a los representantes de los grupos de izquierda.