Secciones
Servicios
Destacamos
«De nuevo traen ustedes la misma moción, lo hacen una y otra vez; no quieren solucionar problemas; sólo venir aquí a colocar sus mantras«. Noelia Losada (Cs) a Daniel Pérez (PSOE).
«Es la tercera vez que traen aquí esta moción sin ... estudiar a fondo el tema«. José del Río (PP) a Paqui Macías (Adelante Málaga).
Ambas reflexiones sirven para enmarcar el tono de la sesión plenaria que ha tenido lugar esta mañana en el Ayuntamiento de Málaga, penúltima cita antes de que termine el curso político municipal antes del parón de agosto -tradicionalmente marcado por la feria, aunque este año, de nuevo por la pandemia- y con la sensación de que el debate se estanca en discusiones que, si bien se agradecen por ser cuestiones exclusivamente locales y por lo tanto de competencia municipal, están lejos de solventarse por falta de acuerdo político. En el primer caso con la polémica por la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), y en el segundo por la petición de que la EMT sea gratuita para menores de 16 años (aunque luego se acordó bajar la cota sólo a los 7), la sesión correspondiente al mes de junio volvió a abordar, también, cuestiones vinculadas al ruido y la seguridad en el centro histórico, al modelo de ciudad que «expulsa a los vecinos» del centro o a la movilidad sostenible. El orden del día se enmarcaba, además, con la discusión en clave nacional por los indultos a los políticos catalanes que han liderado el 'procés'.
En este escenario de debates ya conocidos y de consignas fijas en ambas bancadas -los agravios por las competencias de cada administración o las herencias anteriores, caso del PP en el Gobierno central o del PSOE en la Junta- los momentos más tensos en este pleno de transición se vivieron a cuenta de la moción urgente del PSOE solicitando una paralización de la declaración de la ZGAT en el municipio «porque supondrá un ahogo para el pequeño comercio». Así lo manifestaba el portavoz socialista, Daniel Pérez, vehemente en su rechazo a la liberalización horaria del comercio y en apoyo a una representación de trabajadores del sector que primero protestaron a las puertas del Ayuntamiento y posteriormente trasladaron su enfado al salón de plenos. A pesar de las advertencias del alcalde, Francisco de la Torre, de que si no «mantenían el respeto por los concejales» tendría que desalojar la sala, representantes como Antonio Solano (UGT) le preguntaron al equipo de gobierno -eso sí, en su turno- «qué pintan los comercios abiertos en las barriadas un domingo o un festivo cuando no tienen ni para pagar la luz».
El debate generó un fuerte enfrentamiento entre los grupos de la oposición (PSOE y Adelante Málaga) y el equipo de gobierno (PP y Cs), con Pérez recriminando al regidor su «acritud y odio hacia los trabajadores» y Nico Sguiglia diciéndole que «gobierna para las grandes oligarquías». «¡Escuche usted a los sindicatos aunque no le gusten, que algo de esto entienden!», invitaba el edil de Adelante Málaga a De la Torre, que se vio obligado a tomar la palabra a pesar de que la defensa de la postura popular la ejercía la portavoz del grupo, Elisa Pérez de Siles. «Los voy a recibir en julio y vamos a abordar cómo podemos avanzar en materia online», avanzó el alcalde en línea con lo que acaba de exponer Noelia Losada: «No se olviden que la competencia de los pequeños comercios no son las grandes superficies, sino el comercio online».
Pero la intervención de De la Torre «sin que le correspondiera» elevó los ánimos de la bancada socialista, con la viceportavoz Begoña Medina mostrando su «enérgico rechazo» a que el alcalde tomara la palabra. «Si hablo porque hablo y si no hablo porque no hablo. ¡Caray! Respetemos la libertad de expresión«, protestó el primer edil.
Con el debate en todo lo alto, la votación no dejó sorpresas y volvió a escenificar -al igual que en las votaciones de las últimas semanas- que las posturas son, al menos por el momento, irreconciliables: PP, Cs y el no adscrito Juan Cassá votaron a favor de que la declaración de la ZGAT siga adelante y la oposición se mantuvo firme en su rechazo.
El segundo gran debate de la sesión tuvo como argumento la movilidad sostenible, en este caso con una moción urgente de Adelante Málaga en la que su portavoz, Paqui Macías, pedía que la EMT fuera gratuita «para los menores de 7 años». Es cierto que para llegar a un acuerdo la edil de izquierdas modificó los puntos de su moción para cambiar la cota de los 16 años por los 7, pero aún así volvió a encenderse el debate a cuenta de la movilidad sostenible. «Señor Del Río, usted ha suspendido el curso, no hay modelo de movilidad en la ciudad, ni sostenible ni no sostenible», recriminó el socialista Jorge Quero al edil responsable, José del Río, indignado por su parte con el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, «porque por ser de Valencia ha inyectado en su servicio 38 millones de euros y nosotros aún seguimos esperando». De «esperar» también habló cuando cerró el compromiso con Macías de «estudiar la gratuidad del transporte en bus para los menores de 7 años», aunque de nuevo la polémica llegó cuando ésta le dijo que «la medida tiene que entrar en vigor ya, no nos maree» y él respondió que lo que acaba de firmar el grupo de gobierno era bajo la fórmula «con la máxima celeridad posible». Así, sin un plazo sobre la mesa, el Ayuntamiento en bloque acordó subir la edad para viajar gratis en bus desde los 3 a los 7 años.
Quedaba sobre la mesa, sin embargo, el debate sobre los indultos, que sin ser competencia municipal sirve para reproducir, al milímetro, las consignas de los partidos nacionales. Llevaban el asunto a pleno Cs y PP (el primero con una moción urgente y el segundo con una ordinaria), y lejos de llegar e esa «concordia y diálogo» que defiende el gobierno central para conceder los indultos a los políticos catalanes presos, en el salón de plenos de Málaga ocurrió todo lo contrario. «Lo que no puede ser es que la solución al problema sea dar más recursos a unos a costa de otros (...). De este gobierno se espera lealtad y altura de miras y no ir al corto plazo», dijo De la Torre, convencido de que la estrategia del ejecutivo de Pedro Sánchez «es una oportunidad perdida».
En la misma línea, Losada respondía además a los socialistas, que se habían quejado de la «falta de competencia» del pleno municipal para abordar un debate nacional, que «no les escucho protestar de la misma manera cuando ustedes traen mociones que tienen que ver con la Guerra Civil o la República«. También tuvo críticas para Paqui Macías, que en su turno había presumido de que el apoyo a los indultos venían de sectores como »la Iglesia, los sindicatos o los empresarios«. »Es inaudito que su partido traiga al debate a la Iglesia o a los empresarios«, dijo con sorna la edil de Cs.
Del otro lado, tanto PSOE como Adelante Málaga defendieron los indultos como medida de «concordia y diálogo» y arremetieron contra la herencia del gobierno anterior (Mariano Rajoy) «una máquina de fabricar independentistas», criticó el socialista Mariano Ruiz. «¿Usted también habla catalán en la intimidad?«, le preguntó al alcalde mientras le recordaba que »cuando daban los indultos Aznar y Mariano Rajoy no decía usted nada«.
Más allá de esos debates, el orden del día devolvió a primera línea asuntos como los ruidos en el centro o la falta de seguridad. En el primero de ellos, Adelante Málaga volvió a pedir la revisión del modelo de ciudad y llegó a proponer que el ocio de la ciudad se traslade a una zona específica como el Cortijo de Torres, aunque los tres ediles de izquierdas se quedaron solos en su petición porque tanto el equipo de gobierno como el PSOE votaron en contra de la medida.
Las medidas para atajar la crisis Covid también estuvieron presentes en el debate, en este caso a instancias del PP y sus dos mociones urgentes, que salieron adelante aunque ambas interpelando al Gobierno de la nación: en la primera, para que no finalice los contratos de los interinos del SEPE que gestionan las ayudas «en un momento de crisis laboral sin precedentes»; y en el segundo, para reclamar que se mantenga la ayuda a las familias que reciben alimentos en el marco del programa FEGA (Programa de Ayuda Alimentaria a las Personas más Desfavorecidas), aunque de nuevo con la pelea por las competencias justo ahora que termina la vigencia de ese programa europeo. «Ustedes no se enteran que esto no es del Gobierno, sino de Europa«, protestaba la socialista Rosa del Mar Rodríguez tras las críticas del edil de Derechos Sociales, Francisco Pomares: »Muy bien, pues entonces cuando llegue febrero y no haya comida le explica usted a las miles de familias que reciben esta ayuda y que dejarán de hacerlo que esto es un problema de Europa«. La explicación, al menos por el momento, queda pendiente. Igual que una buena parte de los asuntos que marcan esta recta final de curso político.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.