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Francisco Gutiérrez
Jueves, 21 de diciembre 2017, 14:49
«¡Cállese!», «¡no me callo!», «¡Tendré que echarle!», «¡no me iré», «¡ya nos veremos!», «¡verá el susto cuando empecemos la guerra!». Son algunas de las frases que se intercambiaron ayer empleados de Limasa y bomberos con el alcalde durante el último pleno municipal del año, que vivió una bronca inédita que obligó al alcalde a emplearse a fondo para tratar de restaurar un orden que saltaba por los aires cada vez que intervenía algún concejal del equipo de gobierno o de Ciudadanos. Fue con motivo del debate de una moción urgente presentada por el PSOE en la que se pedía al alcalde suspender su anunciada decisión de dividir Limasa en dos empresas –una pública, con la recogida y tratamiento, y otra privada, dedicada a la limpieza viaria–, para abordar el futuro de la empresa en una comisión municipal con el resto de fuerzas políticas y el comité de trabajadores.
El debate de la moción comenzó con un turno de palabra del presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, que acusó al alcalde de mentir a los trabajadores. «Nos aseguró que no tomaría ninguna medida sin contar con nosotros, y de nuevo nos ha engañado», recriminó al alcalde. Tanto Belmonte como otros miembros del comité de empresa interrumpieron las intervenciones de Juan Cassá y del concejal de Medio Ambiente, de manera que la tensión fue en aumento, con constantes llamadas de atención del alcalde. Uno de los empleados llegó a decir «¡ya nos veremos!», señalando al alcalde, y anunció un gran «susto cuando empecemos la guerra». El comité de empresa ya anunció que tras Navidad habrá movilizaciones, pues se oponen a que la empresa sea dividida en dos. Belmonte cree que el Ayuntamiento, con esta medida, trata de debilitar a los trabajadores.
El portavoz socialista, Daniel Pérez, defendió la moción señalando que no se puede hipotecar el futuro de la ciudad y que se ha optado por la peor de las soluciones. Ysabel Torralbo, de Málaga Ahora, consideró que fragmentando la empresa «los costes van a la parte pública, y los beneficios se los llevan las empresas privadas». El portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, defendió el acuerdo sobre Limasa. «La empresa tal como está es un fracaso», justificó. Admitió que no es la solución que ellos hubieran preferido, que es la privatización total del servicio. El concejal Raúl Jiménez reprochó a los socialistas que presenten esta moción «cuando llevan dos años exigiéndonos una decisión sobre Limasa» e insistió en que se garantiza la estabilidad del empleo y las condiciones de trabajo de la plantilla, lo que responde también a la petición del comité de empresa. Los trabajadores interrumpieron insistentemente tanto a Cassá como a Jiménez, con momentos de fuerte crispación e intervención del alcalde para reconducir el debate. De la Torre ordenó el desalojo de una trabajadora y advirtió en varias ocasiones a Belmonte y Ponce con el uso de la fuerza pública si insistían en sus interrupciones, gritos y amenazas.
Respecto al tema de los bomberos, los grupos de izquierda presentaron dos mociones, una de Málaga la Gente, Málaga Ahora y el concejal no adscrito Juanjo Espinosa. Y el PSOE presentó otra, en sentido similar: que se llegue a una solución del conflicto, se negocie y aprueba un nuevo reglamento de funcionamiento y se archiven las sanciones y se dote de más medios económicos a los parques malagueños. En este punto también saltó la tensión, con continuas interrupciones al concejal delegado de Medio Ambiente, Mario Cortés. El alcalde acusó a los bomberos presentes de «falta de sentido cívico» y amenazó con desalojar el salón. Finalmente el concejal Cortés dejó su intervención ante las continuas interrupciones y «para no darles una excusa para la confrontación si se produce el desalojo forzoso».
En la defensa de la moción, Ysabel Torralbo, de Málaga Ahora, indicó que tras un año «el problema sigue abierto». Eduardo Zorrilla, de Málaga para la Gente, destacó «la conciencia de clase y de dignidad y ejemplo para el conjunto de la ciudadanía» del colectivo de bomberos. Por su parte, Juanjo Moreno, concejal no adscrito, calificó también de «ejemplar» la lucha del colectivo. Por el PSOE, Rafael Gálvez lamentó la «criminalización» de los profesionales. Alejandro Carballo, de Ciudadanos, destacó que su grupo ha conseguido introducir en los presupuestos una partida específica para mejorar la dotación de los parques de bomberos. El concejal de Seguridad, Mario Cortés, trató de defender la postura del equipo de gobierno, aunque finalmente tuvo que desistir por las continuas interrupciones. Sí anunció que este próximo año se abre la negociación del convenio, y que será el momento de buscar soluciones en la mesa de negociación.
Frente a la Casona del Parque, un grupo de bomberos se concentraron y llegaron a desplegar una gran pancarta desde la escala de un camión. Los efectivos congregados recibieron como una gran victoria la aprobación de las mociones de los grupos de la oposición y esperan que se inicien cuanto antes las negociaciones de un nuevo convenio y del reglamento de funcionamiento del servicio, que data de 1959.
La moción conjunta fue apoyada por la mayoría en dos de sus puntos, y por unanimidad en el tercero, que hace referencia a un incremento del presupuesto para solucionar las deficiencias del servicio. La del PSOE, que llama a la negociación y al cumplimiento de los acuerdos plenarios de este último año, obtuvo 15 votos a favor, 13 en contra y 3 abstenciones.
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