Un pleno anodino con una sola novedad: una moción anti-Vox

El último pleno, el de cierre del año antes de las fiestas navideñas empezó, para no perder las buenas costumbres, 40 minutos tarde. Terminar como se inició el año, es decir con retraso, dice mucho de la sesión plenaria. Anodino, y con mociones en las que los concejales de ambas bancadas abandonaban sus puestos, concretamente el vacío se hacía patente en una iniciativa de Ciudadanos para soterrar las líneas de alta tensión en Teatinos, que se aprobó por unanimidad, pero en la que llegaron a estar fuera más de una docena de ediles al mismo tiempo (un tercio de la Corporación).

El pleno, falto de enjundia, contó con la actuación ya habitual de la sempiterna Maite Aguilar, que se entonó cantándole el cumpleaños feliz al alcalde, Francisco de la Torre, un día antes de la efeméride; el desalojo de la plataforma Salvar Arraijanal cuando se debatía la moción de Málaga Ahora para pedir un parque natural en la zona; y las quejas reiteradas de los bomberos, que siguen de conflicto dos años después de que iniciaran sus reclamaciones. En este caso se centraban en que tienen un reglamento de la época franquista, concretamente de 1959. El sargento Miguel Ángel García hablaba de la falta de respeto del equipo de gobierno del PP a su colectivo profesional, y sobre todo en este caso al reglamento. La portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, subrayaba que, conforme al artículo 29 de la Constitución, los bomberos habían ejercido su derecho de petición entregando un borrador de reglamento, y que al no haber contestado el Ayuntamiento se admitía a trámite.

El concejal de Seguridad, Mario Cortés, explicaba que habían tenido cuatro reuniones técnicas y que se había avanzado mucho, pero que las cuestiones del convenio laboral no podían incluirse en el reglamento, y que estaban a punto de llegar a un acuerdo final. El PPvolvía a quedarse solo en la votación para que el equipo de gobierno sacara adelante el reglamento de Bomberos presentado por el comité de huelga antes de que finalice enero. La abstención de Ciudadanos provocó que el bloque de izquierdas ganara la votación, 15 a 12 votos.

El portavoz socialista, Dani Pérez, conseguía que el alcalde, Francisco de la Torre, entrara al trapo para debatir su moción anti-Vox, que aunque no la titulaban así, sólo había que escucharle con detenimiento para saber a qué fuerza política señalaba, pese a que el edil naranja Gonzalo Sichar se afanara en señalar a otras «fuerzas extremas» como Bildu, los CDRen Cataluña, la CUP y PdeCAT, que apoyan al Gobierno socialista para seguir gobernando.

Pérez subrayó que la ultraderecha quiere acabar con la ley de Violencia de Género, la ley del aborto, la ley de la Memoria Histórica, y le afeaba al alcalde que, pese a haber un nuevo actor de la ultraderecha como Vox, que quiere quitar las competencias en sanidad y educación a las autonomías, él se había dedicado a restarle importancia.

De la Torre insistía en que su equipo de gobierno era moderado y estaba a favor de los derechos humanos, lo que había demostrado en todos estos años, y que no iba a votar un acuerdo para cerrar el paso a determinadas fuerzas políticas. «Nosotros no vamos a cambiar el resultado de las elecciones que ha habido y que crean inquietud», y abundó en que si se hubiese hecho bien en el país no habría populismos de izquierda ni de derecha y proponía una enmienda a la moción, que Pérez no aceptó. Cs volvió a ponerse de perfil, como en la anterior, se abstuvo, y salió adelante una iniciativa para cerrar el paso a las fuerzas políticas que inciten el odio, con los votos en contra del PP.

Sabíamos quiénes iban a encarnar al rey Gaspar, el hermano mayor de Estudiantes, Pedro Ramírez, y a Baltasar, el portavoz de Cs, Juan Cassá. Sólo faltaba conocer quién haría las veces del rey Melchor, que será el director del periódico Málaga Hoy, Antonio Méndez. Y como ya va tocando, ¡Feliz Navidad!