De director de un hotel de cinco estrellas a pizzero de lujo en el Soho

Francesco Bernardinelli ha puesto el punto y final a una acomodada vida en Italia para cumplir un sueño en Málaga. Nacido en la ciudad de Verona, este empresario de 40 años ha dejado su trabajo como director en el hotel Eala, un establecimiento de cinco estrellas en Limone sul Garda (Brescia), para poner en marcha su proyecto más personal: Única, una pizzería de lujo con la que trata de reinventar y dar glamour a uno de los platos más tradicionales de su cocina.

Francesco se mudó a Málaga el verano de 2021 con intención de pasar unos meses de relax. Estaba cansado y abrumado y quería empezar una vida nueva en la que solo trabajara para él. Llegó con la idea en la cabeza y sólo le faltaba encontrar el lugar ideal para montarlo.

Inicialmente se instaló en Marbella, donde tenía un piso un tío suyo, y en poco tiempo se quedó cautivado con los encantos de la provincia, su clima y su hospitalidad. «Vine para pasar unas vacaciones y ya me he quedado», resume en perfecto castellano.

Su proyecto más personal se llama Única, una pizzería de lujo que acaba de abrir en la calle Barroso, 2, en el barrio del Soho, en la capital. Habituado al mundo turístico y a dar un servicio de alta calidad en un establecimiento de la máxima categoría, su negocio también se dirige a una clientela exclusiva. El local no se asemeja en nada a un italiano tradicional, ya que está diseñado como un espacio donde comer con tranquilidad y pasar una velada relajada.

Bernardinelli explica que inicialmente iba a abrir en Marbella, aunque decidió estudiar el mercado de la capital tras sufrir contratiempos con un local que ya tenía apalabrado. Se vino dos semanas a un AirBnb a la capital y recorrió todo el Centro hasta que eligió el local de la calle Barroso, que llevaba años abandonado y cerrado a cal y canto. «Había que hacerle una obra muy grande, pero me transmitió buen rollo», detalla. La operación la ha realizado gracias a la intermediación de MHM Homes, empresa malagueña especializada en el asesoramiento inmobiliario a empresas.

Aunque también estudió varias alternativas en el Centro Histórico, consideró que el concepto gastronómico y de restauración que se ofrece en la zona no concuerda con lo que él quería hacer. «En el Centro se hace algo más pensado para el turismo», opina. «Yo buscaba algo pequeño, no pensado para las masas», añade.

El nuevo establecimiento dispone de una carta corta y sorprende a los comensales porque solo dispone de pizzas y unas pocas entradas. En el local todo lo que se ofrece es 'made in' Italia, salvo los productos frescos que son de cercanía. De hecho, todas las bebidas, vinos y refrescos también proceden del país transalpino. También es un local pensado solo para adultos, para que los clientes puedan vivir una experiencia completa.

Una de las grandes novedades de la carta, y con lo que el empresario espera sorprender al público local, es con sus pizzas al padellino, una novedosa forma de presentar el producto que consiste en elaborar la masa en un molde alto al que posteriormente se le añaden los ingredientes en crudo. De esta forma, la masa queda mucho más alta que en una pizza tradicional, «como si fuera una especie de bizcocho» (su precio oscila entre los 16 y los 25 euros).

Sobre la acogida inicial asegura que está siendo buen a aunque algo lenta, como ocurre con cualquier nuevo proyecto que se pone en marcha. Aunque de momento sólo piensa en su actual restaurante, no descarta ampliarlo si tiene buena acogida por parte de los clientes. «Creo que puede funcionar en otras ciudades», resume.

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