Pérez de Siles a Dani Pérez: «Este chico no vale, pero nos vale»

La sesión estuvo llena de tomas y dacas, pero no pasó de las anécdotas, a excepción de una intervención en la que la portavoz popular Elisa Pérez de Siles le leyó la cartilla a un portavoz socialista, Dani Pérez, quien antes había intentado que el PP votara a su propio 'programa electoral' a través de una moción socialista. A ver, expliquémoslo. Los socialistas querían dar la campanada en el primer pleno de la mal llamada legislatura presentando una iniciativa que reflejase varios de los puntos que los populares llevan en su programa electoral. La jugada podría ser: ahora la aprueban porque son sus proyectos y cuando no los cumplan sacamos la iniciativa y los ponemos colorados.

También sobrevolaba la moción popular para criticar una frase de Pérez, que en campaña electoral había dicho que en Málaga había pleno empleo y que todo el que quería trabajaba (más tarde la había criticado el coordinador general del PP, Elías Bendodo). No viene siendo muy común que haya iniciativas para cargar contra una frase de nadie, pero deben ser los nuevos tiempos que nos van a deparar de todo. Finalmente, el PP, con su mayoría absoluta reprobaba al líder socialista y de poco servían los argumentos de la viceportavoz socialista, Begoña Medina. Es común que cuando alguien está en la picota no sea precisamente esa persona la que se defienda.

Pues bien, Pérez de Siles llegaba con toda su artillería y no le valió que antes Dani Pérez había dado cuenta de los buenos datos de empleo como 717.000 empleados actuales en Málaga y «la cifra histórica de sólo un 11,6% de paro». Criticaba la portavoz popular que el 40% del empleo creado por Pedro Sánchez había sido público y que con que alguien trabajara dos meses ya era fijo discontinuo y no contaba en las cifras de desempleados. Convenía que Málaga sí generaba oportunidades de empleo. No obstante, decía que había que seguir trabajando mientras que el país siguiera contando con la mayor tasa de paro de la UE, y un 31% de desempleo femenino.

Había ido desgranando su intervención y acababa diciendo que veía muy positivos a los socialistas, y les criticaba el batacazo electoral en las regionales, municipales y ahora las generales en la provincia, donde el PP volvía a ganar las elecciones pasando de tres a cinco diputados. Entonces entonaba una curiosa confesión para acabar dando una estocada: «Yo cometí un error en la pasada campaña electoral municipal en la que le decía que el señor Sánchez le estaba a usted restando votos. Hoy hemos visto que me confundía. Usted era el que le restaba votos al señor Sánchez por el resultado de las municipales», decía Pérez de Siles en un tono sarcástico. «Yo le voy a decir, con todo el cariño, lo que le decía la señora Díaz al señor Sánchez en aquel momento: 'Este chico no vale, pero nos vale'. Nosotros estamos encantados, señor Pérez Morales».

No hubo turno de réplica tras el zarpazo, y ningún socialista contestó a esta intervención a lo largo de lo que quedaba del pleno por lo que se quedó en el aire. Un aire, que ayer comentaban, jocosos, los populares. Sólo queda por ver si algún socialista, o el propio interesado, se anima a responder a la portavoz popular en estos días de estío y calor pegajoso.

Ya venían arrastrando desde el pasado mandato su capacidad para lanzarse directas, indirectas y zascas en toda su extensión el concejal de Turismo, Jacobo Florido –que no ha conseguido obtener el sillón número seis por el PP de Málaga en estas generales, lo que provocaba bromas en la bancada de la izquierda– y el viceportavoz de Con Málaga, Nicolás Sguiglia.

Florido bromeaba con que la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, tenía atado en corto a Sguiglia y había salido a debatir como un caballo desbocado, lo que llevaba a que éste le dijera que tenía ganas de verlo aquí (sin ser diputado) entre «nervioso y agresivo. Póngase un podcast de madrugada para la gente que no puede dormir», que le espetaba, y más tarde le animaba a hacer uno con Jiménez Losantos.

Florido, al que ya han bautizado como el del 'podcast', provocaba la siguiente reacción en un edil socialista: «Menos mal que se queda, cómo nos anima los plenos». Pues así son en las distancias cortas, entre bambalinas. Como niños.