Algunos de los pequeños asuntos que resolver

Voy a tomarme la página de hoy como un resumen de pequeños flecos que solucionar en la ciudad. Normalmente esta sección se encarga de problemas más generales, no obstante, en muchos puntos de la capital, hay pequeños detalles que molestan a los vecinos que no acaban de arreglarse por más que pasa el tiempo.

Empecemos. El primero de ellos, sin orden de importancia, puede ser el que explica un lector habitual y vecino de la zona de Gamarra: «En el Pasaje Gorbea llevamos tiempo con un carro amarrado en la señal de tráfico. Está totalmente oxidado y hay cierto peligro de que cualquier niño o no tan niño se corte» explica, y adjunta una foto de dicho problema.

Otro asunto que tratar es el de una señal a ras de carretera justo en el comienzo del Paseo de los Curas, que se encuentra doblada y ya prácticamente parece que está apoyada en el suelo. Además, coincide con el paso de cebra desde la zona de Muelle Uno al Paseo del Parque, algo que da mala imagen en un punto lleno de turistas.

Por último, la suciedad casi siempre está presente en esta sección. En este caso se quejan los vecinos de la calle Blanco Coris: «La calle está sin barrer y llena de suciedad todos los días. También las calles de alrededor: Arango o Alonso de Palencia.

Desde que han municipalizado el servicio esto es un desastre. Además de los grandes eventos hay que atender a los ciudadanos» explica una lectora con cierta dosis de indignación.

Hemos hablado últimamente en esta sección sobre la Avenida Ramón y Cajal, situada en la vía de servicio paralela a Jacinto Benavente, que cruza el corazón de Ciudad Jardín. Los residentes y trabajadores de la zona se quejaban de la movilidad, ya fuese por un árbol en mal estado (que ya se ha podado y solucionado) o las deficiencias del carril bici: por un lado los padres de los niños de los colegios de la zona aparcan mal y obligan a bajarse o circular por la calzada a algunos usuarios, que también lo tienen que hacer en algunos tramos en los que el carril bici se encuentra deteriorado por obras.

Los aledaños del Cottolengo –La Casa del Sagrado Corazón de Málaga que abrió sus puertas en la calle López Pinto en 1965 para acoger a los más pobres y descartados de la sociedad– se encuentran desde hace bastante tiempo en situación de emergencia en lo que a basura se refiere. Hay varios solares colindantes al paseo marítimo Antonio Machado que tienen gran cantidad de desperdicios: bolsas de basura, comida en descomposición y otros restos que hacen de los mismos unos enclaves en completa decadencia, además de ser un punto de insalubridad tangible en la zona.

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