¿Qué va a pasar con la marina de San Andrés, en Huelin?

Ante la situación de incertidumbre que amenaza los plazos para la tramitación definitiva del hotel de lujo en el dique de Levante, como viene informando SUR, muchos se preguntan ahora qué va a pasar con el futuro puerto deportivo de Huelin. Con una inversión prevista de 54 millones de euros, este proyecto supondrá desplegar pantalanes con una capacidad total para 506 embarcaciones, con dos amarres para grandes yates, de 50 metros de eslora; y cinco de hasta 30 metros. Aunque la mayoría (unos 400 puntos) serán para barcos menores de 12 metros.

La obra civil más destacada será el ensanche del actual espigón que separa la dársena de las populares playas del barrio, para crear una importante plataforma donde se construirán pequeños edificios para comercios de lujo y hostelería; así como un club náutico en el extremo del dique, con restaurante y espacio para celebraciones. Y todo ello, junto a otras construcciones y usos.

De entrada, es cierto que hay motivos para la preocupación. Desde su origen, los dos proyectos (hotel y puerto) se complementan entre sí, dentro de un conjunto que debe facilitar, por igual, las suites y los amarres para aficionados a la náutica de alto nivel; y con una gama de servicios y de tiendas a su disposición. Por tanto, el hecho de que una de las piezas se caiga podría llegar a arrastrar a la otra, por la pérdida de interés empresarial en la inversión, considerada a nivel global.

En cambio, tampoco se puede perder de vista que ambos proyectos tienen diferencias muy notables. Además, según los estudios de demanda de atraques que hay en Málaga y la Costa del Sol, ambas infraestructuras funcionarían económicamente bien por separado, sin que una realmente necesite a la otra para triunfar.

Pero donde se aprecia mejor la distancia entre un proyecto y otro es cuando se tiene en cuenta el alcance de su tramitación. El escollo ha surgido en la Torre en el momento de culminar el proyecto constructivo y geotécnico, así como los estudios financieros y la designación de la marca hotelera premium que lo gestionará. En este punto, hasta el momento no se han producido determinadas inversiones, que son fundamentales para darle forma.

Sin embargo, todo esto en el caso del puerto de San Andrés ya está hecho. Los promotores han invertido fuertes cantidades para los estudios del lecho de la dársena, así como para los ajustes finales del proyecto constructivo y para los estudios económicos. Por tanto, se puede decir que todo lo que falta para el hotel ya está hecho en el caso de la marina.

No en vano, el proyecto básico ya se ha presentado ante la Gerencia de Urbanismo para obtener la licencia de obras, y el estudio de detalle también está próximo a completarse. Además, ya se han pagado los cánones portuarios por los derechos de la concesión, y también al Consistorio para tramitar la mencionada licencia. La sociedad concesionaria tiene un equipo de trabajo en Málaga dedicado específicamente a llevar a cabo la marina.

Entre los trámites, hay que destacar el trabajo que se ha hecho para desarrollar el proyecto ganador del concurso, para incluir el estudio de detalle en el que se han resuelto una serie de requerimientos de la Gerencia de Urbanismo, en cuanto a la conexión y la convivencia con el futuro auditorio, que está previsto muy cerca. Por tanto, salvo una demora excesiva de los trámites municipales, la concesionaria trabaja con la previsión de que los trabajos sobre el terreno en el muelle de San Andrés puedan empezar en el primer trimestre del año próximo (2025).

Otra razón para confiar en que esta obra pueda seguir adelante es que los socios tampoco son los mismos que los de la Torre. Mientras que en el primer caso, el fondo catarí dejó la gestión en manos de Hoteles Hesperia, la marina está promovida directamente por Al Alfia, e inicialmente pretendía apoyarse en los gestores de la dársena de megayates del muelle uno (la española Ocean Capital Partners y la estadounidense IGY Marinas) para llevar la parte náutica.

Preguntado sobre esta cuestión, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, pone de relieve que el hecho de que esos dos proyectos sean del mismo arquitecto (José Seguí) no debería afectar a San Andrés. «No tiene que ver una cosa con la otra», afirma. En cuanto a la posición de los inversores, el regidor admite que en el Ayuntamiento no tienen novedades. Y en lo que que respecta a la posible prórroga para el proyecto de la Torre, afirma que le corresponde decirlo al presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio. «Nos consta que se va a estudiar, pero los términos los tendrán que concretar ellos, pues son los competentes».

Como conclusión, a falta de lo que suceda finalmente en las próximas semanas con la concesión de la Torre del Puerto, y de las decisiones que puedan tomar los inversores, a fecha de hoy la marina de San Andrés sigue adelante y tiene una apuesta clara e independiente del hotel por parte del fondo catarí Al Alfia.