La suspensión de las conexiones aéreas y marítimas para pasajeros con Melilla ha supuesto que más de una veintena de melillenses se hayan quedado atrapados en el Puerto de Málaga sin poder volver a sus casas. Entre ellos hay familias con bebés y pacientes ... recién operados. Desde ayer por la noche, cuando les obligaron a desembarcar, están esperando a que la Delegación del Gobierno en la Ciudad Autónoma les autorice el regreso.
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Una de ellas es Montse, que llegó el día 11, «cuando todavía no había esta alarma», para una boda que se canceló. «Le pedí a Trasmediterránea que me adelantara el billete de regreso al domingo y me dijeron que el barco estaba a tope, pero que el lunes saldría sin problema, y nos han dejado aquí tirados», denuncia. «Hemos dormido en el suelo de la terminal o sentados en los bancos con las escasas mantas que nos trajo Cruz Roja de madrugada, hemos pasado mucho frío y no tenemos agua».
Alba, estudiante del último curso de Enfermería, se marchó de viaje con una amiga el día 7 a Cancún, antes de que empezaran las medidas drásticas contra el coronavirus. Allí la sensación era de normalidad, pero empezaron a temer lo que se les venía encima poco antes de regresar. Al llegar de vuelta a Madrid les cancelaron el vuelo previsto a Melilla sin ninguna explicación. «Te vuelves loco, no sabes qué hacer». Decidieron coger un AVE hasta Málaga, y una vez aquí se plantearon ir al Aeropuerto. «Nos dijeron que era un caos por los turistas repatriados». Finalmente, optaron por volver en el barco. «Llegamos a las 5 de la tarde, sacamos un billete y embarcamos, y una vez que ya estábamos instaladas en el camarote nos hicieron bajarnos del barco. Hemos pasado toda la noche aquí, en los bancos con las pocas mantas que trajo Cruz Roja».
La viajera melillense se muestra especialmente crítica con el trato que están recibiendo. «Los policías nos dicen que no nos acerquemos mucho a ellos, las autoridades no dejan salir a la gente a la calle, las colas en los supermercados tienen un control, y a nosotros nos dejan aquí olvidados. Nos están tratando como infectados, queremos irnos a casa pero les da igual sus ciudadanos».
La Autoridad Portuaria informó de que se había solicitado a la Subdelegación del Gobierno en Málaga que intercediera para resolver la situación de los pasajeros que estaban a la espera en la estación marítima. En respuesta, la Delegación del Gobierno de Melilla habilitó una vía para solicitar la autorización de retorno en el ferry, para lo que los interesados tienen que acreditar que residen o trabajan en la Ciudad Autónoma.
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