Los vecinos de Parque Clavero estallan contra el vandalismo y los botellones

La situación de Parque Clavero es alarmante. Y ahora con el verano y la ausencia de clases, todavía más. Se ha tratado alguna vez en este periódico el estado de la escalera de la calle Erasmo de Rotterdam y Juan de la Cierva. El corazón de Parque Clavero se ha convertido en un espacio ocupado por los jóvenes de la zona, que van en sus motos y pequeños coches –los de menor cilindrada– para hacer botellón y alguna macroquedada, que se han acrecentado durante este verano.

Así lo explica Juanjo en declaraciones a SUR: «Estamos sufriendo desde hace años problemas de ruidos con música a toda pastilla, carreras de vehículos y derrapes en las principales calles de la zona, vandalismo hacia el mobiliario urbano, botellas, vasos en zonas ajardinadas... Con el confinamiento lógicamente se paralizó, pero ahora está el asunto mucho peor y estamos hartos», relata.

«Con respecto a la Policía, se excusan en que están faltos de personal y ya está. Cuando se les llama, si acuden, vienen tarde y cuando los pillan, dispersan el grupo y ya está. Ni hay denuncias ni nada que haga que los jóvenes no vuelvan al día siguiente», añade.

La zona que da al lateral de una montaña se encuentra llena de botellas de cristal, que son un «museo de botellones» que se van convirtiendo en lamentable tradición. Lo que escuece a todos los denunciantes es la «actitud incívica y pasota» de todos estos jóvenes.

Hay un malestar general desde hace tiempo, ya que no es la primera vez que leo este tipo de críticas en el buzón de entrada de la sección, con la situación de las bicicletas en Málaga: «Es lamentable que, mientras se sustrae cada vez más espacio a peatones y vehículos, para habilitar carriles para bicicletas y patinetas, éstas sigan circulando con total impunidad por calzadas totalmente prohibidas, no solo por las ordenanzas municipales, sino por la ley de seguridad vial. Ayer por la tarde pude ver cómo circulaban con total impunidad por calle Nueva tres de ellas; y esto es solo un ejemplo, pues la circulación de patinetes y bicicletas por estas vías es clamoroso», explica Gregorio Villén en su denuncia, en la que adjuntó varias fotografías que refutaban su queja. Pide soluciones a la mayor brevedad.

Desde las administraciones públicas se confirma que se ha subsanado la situación de la calle Esla, que amanece cada lunes llena de basura –sobre todo por el comportamiento incívico de muchas personas que dejan desperdicios alrededor de los contenedores–. Desde el pasado martes, la calle se encuentra en buen estado, aunque lo importante sería hacer hincapié en la concienciación de muchos vecinos.

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