Quienes discurren por la travesía Pintor Nogales, la cuesta que separa la Alcazaba del Palacio de la Aduana, en pleno epicentro turístico de Málaga, se extrañan del estado de esta calle, en la que el borde más próximo a la fortaleza musulmana ha sido rellenado ... con un hormigón provisional junto al que se han colocado unos tablones para proteger los paneles de madera que recubren la subida del paseo Don Juan Temboury. La obra que inició el pasado verano la Gerencia Municipal de Urbanismo para renovar el pavimento de esta calle de preferencia peatonal, que solo ha durado 14 años desde que se reurbanizó, se encuentra paralizada.
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En la zona posterior del edificio del Rectorado, unas vallas con lonas delimitan el espacio en el que todavía se almacenan utensilios de la constructora y unos aseos portátiles. Y en la acera norte de la calle Guillén Sotelo, permanecen apiladas las baldosas de gran tamaño que fueron retiradas del eje central de la calle, donde han sido reemplazadas por otras de menor tamaño.
Según han informado a SUR fuentes municipales, el motivo de esta paralización de los trabajos, que se iniciaron en julio del año pasado con un plazo de ejecución de tres meses, es la negociación con la constructora de una ampliación del presupuesto para incluir cuestiones no previstas inicialmente en la obra. No obstante, no han detallado cuáles son la unidades de obra no previstas inicialmente ni el importe que va a suponer su inclusión.
Este proyecto fue adjudicado a la constructora granadina Guerreli Construcciones y Contratas, con un presupuesto de 180.545 euros. El objetivo de la actuación era «la sustitución del pavimento actual por otro de mayor resistencia al paso de vehículos en la parte central y para la colocación de pavimento en la zona que actualmente está ocupada por tierra», según se señalaba en el expediente de contratación de estos trabajos.
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Desde que fue reurbanizada para hacerla peatonal en 2010, la travesía Pintor Nogales, junto al Museo de Málaga, no ha dejado de cosechar críticas por las fracturas que presenta su pavimento y porque aquella actuación del Ayuntamiento dejó una franja de tierra sin pavimentar junto al muro que sostiene la subida al paseo de Don Juan Temboury, a espaldas de la Alcazaba.
14 años después de aquella intervención para hacer peatonal el entorno de la Aduana, como consecuencia natural de la supresión del tráfico en la calle Alcazabilla, Urbanismo volvió a poner en marcha una obra para renovar y completar el pavimento de esta travesía que conecta la plaza de la Aduana con el paseo del Parque. No obstante, la culminación de esta actuación depende ahora de que culmine la negociación y aprobación de una ampliación del presupuesto con la constructora, como sucede con otras muchas obras contratadas por Urbanismo.
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