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Paco Tovar: «Íbamos a las afueras del Torneo Costa del Sol a por los balones perdidos»

Paco Tovar: «Íbamos a las afueras del Torneo Costa del Sol a por los balones perdidos»

El verano de mi vida ·

El dueño del popular '600 malaguista' recuerda algunas anécdotas de verano relacionadas con el Málaga

Emilio Morales

Málaga

Martes, 4 de agosto 2020, 23:48

Cualquier malagueño de a pie, y sobre todo si es malaguista, sabe quién es Paco Tovar. Y si no lo sabe, solo hay que decir una frase para que sí reconozca que lo ha visto: «El del 600 malaguista». Un rostro afable y conocido en la ciudad, que ha estado toda una vida ligado al fútbol y los coches, entre otras peripecias y proyectos. Cuando me pongo en contacto con Paco para hablar sobre algún verano, o algunos, se le viene a la cabeza una anécdota que no quiere dejar pasar, y entre risas me cuenta con naturalidad un episodio estival:«El verano de principio de los 70 fue genial. Yo vivía en los Almendrales y como buen amante del fútbol, de chavea, iba con mis amigos a jugar partido de verano al campo de los Almendrales. Una vez terminadas aquellas contiendas, teníamos una misión: ir a los aledaños de LaRosaleda al Torneo Costa del Sol, y los balones que se empeñaban o salían fuera del campo, los cogíamos nosotros. Era una gozada jugar con esos balones de reglamento. Tuvimos que correr mucho en más de una ocasión, y si te pillaban, boleón a tu amigo y que él se lo llevara», se ríe mientras recuerda aquellos tiempos estivales.

Tovar es un gran seguidor del Málaga que hace veinte años, coincidiendo con la temporada del ascenso a Primera División en la 1998/99, se le ocurrió junto a su hijo pintar los colores de su querido '600'. Suena cada domingo –los que puede– con fuerza el himno de 'La Bombonera' y no pasa desapercibido. Su más que reconocible carrocería e interiores con mil y un detalles con sello malaguista son su seña de identidad, siempre animando en los alrededores del estadio La Rosaleda, especialmente en las previas de cada encuentro.

«El sentimiento malaguista es algo que no se puede explicar, es como la familia, se lleva en la sangre», afirma Tovar, que tiene claro que «ahora es cuando hay que estar, vamos para adelante».

Volviendo a los veranos, recuerda el adiós de Duda tras sus largas temporadas, y explica que guarda una gran relación con el que fue el capitán del Málaga durante varias temporadas: «Nos une mucho la caza, una afición que tenemos en común. Recuerdo el verano de su retirada, en el que el malaguismo estuvo muy agradecido», comenta, mientras va recordando decenas de anécdotas.

Una de ellas está relacionada con otra persona importante para el club de la ciudad, Manuel Pellegrini, que tuvo la deferencia de firmarle uno de los laterales de su coche. La afición por el motor cuenta que viene desde muy atrás, y que hoy en día tiene en su haber 22 coches clásicos.

Durante la conversación él mismo la redirije al verano, y no quiere dejar pasar por alto cuando iba con sus amigos a coger navajas y coquinas: «Luego robábamos algún que otro limón y nos pegábamos un festín cada 18 de julio».

Y es que Paco Tovar, a punto de firmar su jubilación, es un hombre activo, que disfruta del verano y quizá incapaz de quedarse solo con uno. Prueba de ello es que esta conversación tuvo que cortarse en varias ocasiones, ya que estaba en un rodaje de televisión con uno de sus coches clásicos: «Me llaman mucho para este tipo de cosas, y la verdad es que me gusta meterme en todas estas iniciativas.Me divierte».

Su primer coche lo adquirió en el año 76, algo que recuerda con gran sentimiento, al igual que otros que significan algo para él: «Cuando mi hija María cumplió 18 años le regalé un 600 rosa», apunta con orgullo.

Y es que, escuchando la vitalidad de Paco y todo lo que su gente cuenta de él, no hay mejor etapa que el verano para definirlo. Es un hombre que destila amabilidad y naturalidad, y que, pese a los tiempos que corren, siempre tiene algo nuevo en la cabeza.

Recuerda con nostalgia sus veranos, siempre rodeado de amigos.Los partidos de fútbol en el barrio, y alguna que otra trastada como la que todos hemos hecho alguna vez –por lo menos el que escribe estas palabras, que se siente identificado con la manera de expresar la juventud–.

Entre anécdotas y conversaciones, también destaca lo «gracioso» que era aparcar dentro de La Rosaleda, entre coches caros de futbolistas.No obstante, su 600 era el que más llamaba la atención. Le pregunto si sigue al pie del cañón, y reconoce que continúa asistiendo a los partidos: «A todos los que puedo».

Comienza de nuevo el rodaje y tenemos que colgar la conversación telefónica, pero me emplaza a vernos y seguir charlando. Y yo, que ya tengo material para escribir este reportaje, sin duda aceptaré su oferta.Tiene que ser divertido pasar una tarde de verano con Paco.

Los coches clásicos, una pasión

Paco Tovar no piensa dejar de relacionarse con su gran pasión: los clásicos. Tiene ahora mismo en su poder 22 coches, y confiesa que sigue interesado en este mundo. Sus dos hijos cada vez que se refieren a su padre destacan esta faceta, y hablan con gran orgullo y cariño de éste. No obstante, pese a tener varios en su haber –repartidos por varios enclaves– el coche que le ha hecho famoso ha sido el Seat 600 malaguista, que hasta llegó a protagonizar uno de los reportajes de 'El Día Después', prestigioso programa deportivo que se hacía en Canal + hace unos años. «Todo el mundo ha cantando el himno del Málaga alguna vez cuando Paco se acerca a los aledaños del campo.Es una tradición y se lo agradecemos», explica otro malaguista en declaraciones a este periódico.

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